Radicales islamistas dejan 18 muertos en Nigeria
22 de enero de 2013 Se acababa ya la jornada del lunes 21 de enero cuando un grupo de hombres a bordo de un Volkswagen Golf se acercó a un mercado en la localidad de Damboa, al noreste de Nigeria, y abrió fuego indiscriminadamente contra las personas que se encontraban en el lugar, dejando 18 muertos y un número indeterminado de heridos, según las autoridades de ese país africano.
En el mercado se encontraban unos cazadores locales que venden carne de mono y de cerdo salvaje, y fueron ellos los principales afectados por los disparos, por lo que se sospecha que los atacantes son miembros de un grupo radical islámico que prohíbe el consumo de esos animales.
“Los atacantes, que serían miembros de BH (la secta islamista Boko Haram), llegaron al mercado de la ciudad y dispararon, matando a 13 cazadores locales, mientras que otros cinco murieron en el hospital por las lesiones sufridas”, dijo el funcionario del gobierno local, Alhaji Abba Ahmed. El atentado es el más grave que se produce en ese convulsionado Estado africano en las últimas semanas.
Jornadas violentas
El norte de Nigeria ha registrado un incremento de la violencia en la última semana, debido a que Boko Haram intensificó sus operaciones, coincidiendo con la llegada de tropas francesas a Mali. Damboa, donde ocurrió el último ataque, se encuentra en el remoto noreste nigeriano, cerca de la frontera con Níger, Camerún y Chad, corazón de este movimiento islamista que considera infieles a quienes no practiquen su estricta visión del Islam.
Sus combatientes señalan que quieren forjar un Estado islámico en Nigeria, un país de 170 millones de habitantes dividido casi en partes iguales entre cristianos y musulmanes. Los miembros de ese movimiento han causado la muerte de cientos de personas en los últimos tres años, en su campaña por imponer la sharia en el país.
Nigeria desplegará tropas para combatir a los radicales islámicos en Mali, lo que seguramente provocará consecuencias internas en un país cuya inestabilidad por las diferencias religiosas ha generado una interminable seguidilla de ataques y permanente inseguridad a sus habitantes.
DZ (Reuters)