El jefe de Gobierno se reunió con los líderes de ambos partidos en busca de soluciones a la crisis catalana. PSOE abogó por el dialogo, mientras que Ciudadanos pidio aplicar el artículo 155 de la Constitución.
Publicidad
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, apeló este lunes (02.10.2017), citando por separado en el Palacio de la Moncloa al líder del PSOE, Pedro Sánchez, y al de Ciudadanos, Albert Rivera. Las reuniones tenían como fin defender el sistema democrático y estudiar "con responsabilidad y lealtad" las propuestas que ambas formaciones le plantearon ante la situación tras el 1-O.
Tras las reuniones, el Gobierno asegura haber constatado que se mantiene la unidad de los partidos constitucionalistas ante el ataque a la Constitución que considera que están perpetrando los independentistas catalanes. Aunque, pese a la unidad, hubo aspectos que diferenciaron claramente la posición del PSOE de la de Ciudadanos.
Rajoy agradeció a los máximos dirigentes de ambos partidos su respaldo al Estado de derecho y apeló a mantener un consenso en defensa del sistema democrático.
Las propuestas de los partidos fureon distintas, ya que si el secretario general del PSOE instó a Rajoy abrir "una negociación de forma inmediata" con Puigdemont, mientras que el presidente de Ciudadanos le pidió aplicar el artículo 155 de la Constitución para asumir la competencia de convocar unas elecciones anticipadas en Cataluña.
Fuentes del Ejecutivo han asegurado que es evidente que la posibilidad de aplicar el artículo 155 de la Constitución se está estudiando, aunque no han querido adelantar acontecimientos.
Rivera defendió la idea de recurrir cuanto antes a esta opción para evitar que la declaración unilateral de independencia, que ha dado por hecha, tenga la menor vigencia posible.
Por su parte, el comunicado que ha hecho público el PSOE tras la reunión de Sánchez con Rajoy no se hecho alusión alguna a la posibilidad de recurrir al artículo 155. Sin embargo, el secretario de Política General del partido, Patxi López, se ha negado a "especular" al respecto.
Lopez subrayó que mientras para algunos es "el bálsamo de Fierabrás que resuelve todos los problemas, para otros es la bestia parda que va a acabar con todo", y reconoció no saber si permitiría al Gobierno convocar elecciones autonómicas en Cataluña.
El comunicado socialista posterior a la reunión se afinca en la necesidad de diálogo, y lo pide, por ejemplo, entre Rajoy y Puigdemont porque considera que, ahora, es "más necesario que nunca".
Además, Sánchez ha pedido al jefe de Gobierno que incluya a Unidos Podemos y al resto de fuerzas parlamentarias a los contactos que tiene previsto mantener para emprender "este diálogo con ambición y sin exclusiones, abriéndolo a todas las formaciones y afrontándolo con una perspectiva que supere la dialéctica de bloques".
Sánchez también ha mostrado su rechazo a las cargas policiales que hubo para impedir el referéndum ilegal y que "dejaron un balance de centenares de heridos" y ha anunciado que pedirá explicaciones en el Congreso.
No obstante, el presidente del Gobierno defendió la actuación ayer de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y recordó que más de 400 agentes tuvieron que ser atendidos y en cuarenta casos las lesiones exigieron atención inmediata.
Rajoy mantuvo este lunes una serie de conversaciones telefónicas con diversos dirigentes europeos a los que ha asegurado que la determinación del Ejecutivo para que "fracasara" el referéndum en Cataluña contribuye a mantener la estabilidad en la UE.
Entre sus interlocutores han estado el presidente francés, Emmanuel Macron; los presidentes de la Comisión, el Consejo y el Parlamento europeos, Jean Claude Jucker, Donald Tusk y Antonio Tajani, respectivamente; y el primer ministro de Estonia y presidente de turno de la UE, Juri Ratas.
JCG (EFE, dpa)
Origen histórico del independentismo en Cataluña
Ante la escalada de tensión en torno al movimiento independentista de Cataluña, repasamos los momentos históricos de esta comunidad autónoma española en los que ha contado con distintos grados de autonomía.
Imagen: Reuters/A.Gea
Cataluña: concentración de población
Cataluña es la segunda comunidad autónoma más poblada de las 17 comunidades autonónomas de España. Situada en el nordeste de la península Ibérica, tiene una población de más de 7 millones y medio de habitantes que viven en las cuatro provincias que la componen: Barcelona, Girona, Lérida y Tarragona. La ciudad de Barcelona, y su área metropolitana, aglutina a dos tercios de la población catalana.
Pasado colonial diverso
Cataluña vivió la colonización de los pueblos fenicio, etrusco y griego. Los griegos se establecieron en Rosas y también en Ampurias (foto), que tuvo una gran influencia en el territorio hasta la llegada de los romanos. Estos levantaron infraestructuras y ciudades, tal como hoy las entendemos. Fue una posesión del Imperio hasta que pasó a manos de los visigodos.
Imagen: Caos30
Condados catalanes, dominio independiente
Cataluña fue conquistada por los musulmanes que fueron expulsados con el apoyo de Carlomagno. Los llamados condados catalanes se convirtieron, con el tiempo, en un dominio independiente y se confederaron en 1137 con la Corona de Aragón, a raíz de una unión dinástica entre Aragón y Cataluña. En el siglo XIII y principios del XIV la Corona se expande con las conquistas de Mallorca (foto) y Valencia.
Imagen: picture-alliance/Prisma Archiv
Conservando autonomía hasta la Sucesión
En el siglo XIII surgen instituciones como la Diputación del General (Generalitat de Cataluña), las Cortes Generales y administraciones locales, como el Consejo de Ciento de Barcelona. La Corona de Aragón se unió a la Corona de Castilla en 1476, pero conservó sus instituciones autónomas de gobierno hasta el final de la Guerra de Sucesión Española (1714), posterior a la de los Segadores (foto).
Imagen: picture-alliance/Prisma Archivo
Cada 'Diada' se celebra una derrota
Con la caída de Barcelona, el 11 de septiembre de 1714, el rey Felipe rey promulgó el Decreto de Nueva Planta y se abolieron los privilegios nobiliarios, los fueros locales y las instituciones de autogobierno que eran respetadas por la Casa Austria en todos los reinos declarados austracistas. Cada 11 de septiembre (foto) se recuerda la abolición de las instituciones y libertades civiles catalanas.
Imagen: Getty Images/AFP/L. Gene
Falta de apoyo a la figura monárquica
El Sexenio Revolucionario trajo el fin del reinado de Isabel II de España y la restauración de la dinastía borbónica en 1875. Con la redacción de la Constitución de 1869 surgió el problema de en qué figura debía recaer la monarquía española. Amadeo de Saboya fue elegido como Monarca constitucional en 1871. Lo fue hasta el 1873, al abdicar por falta de apoyo y la tercera guerra carlista (foto).
Imagen: picture-alliance/Prisma Archiv
Un federalista al frente de la Primera República Española
Tras la abdicación de Amadeo I, el 10 de febrero de 1873, se proclamó la Primera República Española que apenas duró un año. El republicanismo estaba dividido entre aquellos que querían una República unitaria (con un único gobierno para todo el país) y una federal (en la que los estados autónomos se ponen de acuerdo para crear un Estado de rango superior) como Francisco Pi y Margall (foto).
Imagen: picture-alliance/Prisma Archivo
Intento de creación de un Estado Catalán
La República tuvo que hacer frente a dificultades como las confrontaciones entre los republicanos unitarios y los federalistas, así como el intento de Cataluña de crear un Estado Catalán dentro de la República Federal Española. El pronunciamiento de Martínez Campos en 1874 restableció la Monarquía Española y la dinastía borbónica con el hijo de Isabel II, el rey Alfonso XII de España (foto).
Imagen: picture-alliance/Quagga Illustrations
El catalanismo republicano en lucha
Entre 1923 y 1930, la dictadura del General Primo de Rivera se instauró en España, con el apoyo del rey Alfonso XIII, el Ejército, de la burguesía, los terratenientes y la Iglesia. No obstante, Cataluña se convirtió en uno de los focos más activos de oposición a la dictadura con el crecimiento del catalanismo republicano cuyo líder, Francesc Macià, (foto), fue el luchador más comprometido.
Guerra Civil, consecuencia de poner fin a la Segunda República
En la Segunda República, diputados catalanes elaboraron el Estatuto de Núria que fue aprobado en las Cortes Españolas en 1932. Ese año, Macià fue ratificado como presidente en las elecciones al Parlamento de Cataluña. Luego fue sucedido por Lluís Companys en el cargo hasta el final de la Guerra Civil (1936-1939) que se produjo tras el golpe de Estado de 1936 contra el Gobierno de la II República.
Imagen: picture-alliance/AP Photo
Pérdida de libertades
El franquismo (1939-1975) supuso en Cataluña la anulación de las libertades democráticas, la prohibición y persecución de los partidos políticos no afines al régimen, la supresión del Estatuto de Autonomía (que ya había sido suspendido por el Gobierno de España entre octubre de 1934 y febrero de 1936) y sus instituciones derivadas y la persecución de la lengua y la cultura catalanas.
Imagen: picture alliance/AP Photo
Recuperando autonomía con un nuevo estatuto
Después de las primeras elecciones generales tras el término de la dictadura, en 1977, se restauró provisionalmente la Generalitat con José Tarradellas al frente. Este formó un gobierno de concentración (1977-1980) con doce consejeros para redactar el estatuto de Autonomía de Cataluña de 1979 y convocó elecciones al Parlamento de Cataluña (foto) donde fueron elegidos los primeros 135 diputados.
El nuevo Estatuto de Autonomía de Cataluña, que define a Cataluña como nacionalidad y reconoce el catalán como lengua propia, era superior al de 1932 en aspectos como enseñanza y cultura, pero inferior en otros, como justicia, finanzas y orden público. Tras su promulgación, se celebraron las primeras elecciones catalanas en 1980. Jordi Pujol estuvo al frente de la Generalitat hasta el 2003.
Imagen: Jose Gayarre
El auge de una reivindicación
El independentismo creció en los últimos años debido a los recortes del Tribunal Constitucional al nuevo Estatuto aprobado en 2006 y que establece una nueva
relación prácticamente federal con España, y al rechazo del gobierno de Mariano Rajoy al pacto fiscal, la promesa electoral de Artur Mas, que pretendía acabar con el déficit fiscal que sufre Cataluña con un sistema similar al concierto vasco.
Imagen: Reuters/A.Gea
Primer intento: 9N
Las manifestaciones multitudinarias a favor de la independencia siguieron creciendo en 2013 y 2014 y forzaron a Artur Mas, que firmó un acuerdo de gobernabilidad con ERC, formación política que quedó segunda en escaños por primera vez en la historia posfranquista, a convocar una consulta sobre la independencia en el 2014. La votación se llevó a cabo finalmente el 9 de noviembre de 2014.
Imagen: Reuters/G. Nacarino
Duelo de titanes
En enero de 2016, a raíz del acuerdo entre Juntos por el Sí (formado por Convergencia Democratica de Cataluña y Esquerra Republicana de Cataluña, entre otros) y la CUP, Mas fue sustituido por Carles Puigdemont como presidente de la Generalitat. Puigdemont ha continuado el proceso independentista convocando un nuevo referéndum para el domingo 1 de octubre, rechazado por el gobierno de Rajoy.