Tímidamente, en el tema de la política medioambiental parece dibujarse una nueva imagen. Ya no es solo negra y desierta, sino que en algún lugar del horizonte comienza a verse la luz. A este resultado llegó el análisis de la organización ecologista Germanwacht: “Las emisiones de CO2 crecen más lento que antes y las energías renovables avanzan notablemente en todo el mundo”, aclara a DW Jan Burck, autor del índice de protección del medio ambiente que se presentó en Lima.

Para realizarlo fueron analizados 58 países y en la cabeza de la lista están los que contribuyen enormemente a la protección del clima. Presumir de los resultados es, precisamente, uno de los objetivos de la organización: “Intentamos que se cree cierta competencia”, continúa Burck: “El índice aparece cada vez más en los discursos de los ministros en las conferencias diciendo: 'Miren, lo hacemos mejor que ustedes'”.

Señales de esperanza en Europa y Marruecos

En la cabeza de la lista, tres países europeos brillan especialmente por sus resultados entre el cuarto y el sexto lugar: Dinamarca, Suecia y Gran Bretaña. Los tres primeros puestos quedaron en esta ocasión otra vez desiertos, puesto que Germanwatch consideró que no había ni un país lo suficientemente comprometido como para ocupar las primeras posiciones. A pesar de eso, la organización es optimista y cree que el año próximo podría cambiar. Por ejemplo, Dinamarca y Suecia consiguieron por primera vez llegar al “Objetivo 2 Grados”, concepto usado para la meta de reducir el calentamiento de la Tierra a menos de dos grados a contar desde el comienzo de la industrialización.

“Dinamarca consiguió reducir enormemente sus emisiones”, aclara Burck. En eso fueron decisivas las ambiciosas medidas políticas para el desarrollo de energías renovables. Dinamarca es un gran ejemplo entre los países industrializados, pero la gran sorpresa fue un país emergente: Marruecos figuró entre los 10 primeros puestos de la clasificación. “El país apuesta fuerte con su inversiones en energías renovables. Sobre todo en energía solar”, aclara el autor del estudio: “Marruecos podría conseguir saltarse la clásica fase del desarrollo caracterizada por el uso de combustibles fósiles y entrar quizás en un consumo energético sostenible”.

Los peores: Arabia Saudita y Australia

Además de los mejores, el índice climático también publica los nombres de los menos comprometidos con el cambio climático. En el último puesto se encuentra Arabia Saudita, un país cuyo alto índice de emisiones permanece inmóvil. Le sigue Australia, que experimentó una baja de 21 puestos respecto al año anterior debido al poco valor que el Gobierno conservador otorga a medidas medioambientales.

En cuanto a Alemania, este año se queda también en mitad de la tabla. “El dilema del cambio energético, es decir, el aumento de la energía producida a base de carbón y, al mismo tiempo, el aumento en energías renovables, hace que Alemania baje en la clasificación”, explica Jan Burck. Si se solucionase este tema de la política energética, Alemania tendría buenas perspectivas para estar arriba en el ranking mundial de la protección del clima.