Once triunfos en trece partidos de Bundesliga es la destacada racha de Marco Rose al frente de los toros rojos del RB Leipzig. El entrenador alemán, que pasara con más pena que gloria dirigiendo al Borussia Dortmund, regresó la temporada pasada a su ciudad natal en el este de Alemania para hacer del equipo de la bebida energética uno con hambre de más. Los resultados lo avalan, el Leipzig es actual campeón de la Copa Alemana y hoy más que nunca sigue alimentando el sueño de su primer título de liga.

Desde su ascenso a la Bundesliga hace siete años, hablamos de un conjunto que es participante habitual de la Champions League, torneo del que fuera semifinalista bajo la dirección de Julian Nagelsmann, hoy seleccionador nacional alemán. No es poco decir que el trofeo de Copa Alemana se ha quedado en Leipzig dos años consecutivos.

Confianza al máximo

Convencidos de que pueden ganar títulos, la confianza parece crecer en el equipo de Rose, que este sábado se medirá ante el Bayern Múnich. De hecho, últimamente los sajones han sabido amargar a los bávaros: tuvieron el atrevimiento de meterse al Allianz Arena de Múnich y vencer al multicampeón en la Supercopa alemana previo al inicio de la liga. El elenco de Rose no ha perdido sus últimos tres partidos cuando de este tipo de encuentros se trata.

A sabiendas de que se juega mucho más que tres puntos en el choque de la jornada seis, el Bayern Múnich buscará cobrarse la fechoría en la Red Bull Arena de Leipzig, pero también reafirmar su autoridad en la liga contra un equipo que en el inicio de temporada ya ha demostrado argumentos para dar pelea en lo más alto.

Tal como revelara el vertiginoso empate entre el Bayern Múnich y el Bayer Leverkusen, lo que suceda en Leipzig podría igualmente dar señales en torno a la definición del campeonato, pues como quedó demostrado en la última tragedia del Borussia Dortmund, dejar escapar puntos al inicio de la liga es suficiente para sentenciar las aspiraciones de ganar la Bundesliga. Es el único título grande que le falta a Rose y los suyos en Alemania.

Del otro lado, para el Bayern, consciente de que la misión es ganar o ganar la liga, está por verse si ha salido fortalecido luego de darse cuenta de que otros equipos desafían su supremacía.

Saber adaptarse al cambio

El último mercado de fichajes significó ver la partida de algunos pilares del equipo. Konrad Laimer viste ahora la camiseta del Bayern Múnich, precisamente. Dominik Szoboszlai, Christopher Nkunku (pichichi la temporada pasada junto a Niclas Füllkrug) y Josko Gvardiol, uno de los mejores defensores jóvenes del mundo, ya continúan su carrera en equipos de clase mundial de la Liga Premier inglesa: Liverpool, Chelsea y Manchester City, respectivamente.

Finalmente, el portugués André Silva, pese a no haber brillado en el ataque como el goleador que enamoró por sus actuaciones en Frankfurt, ahora viste la camiseta de la Real Sociedad de la liga española.

Pero Leipzig no se derrumbó. Las incorporaciones han encajado como anillo al dedo. El mediocampista belga Lois Openda, el defensor central Casello Lukeba, y sobre todo, el extremo por derecha Xavi Simons ya deslumbra con sus tres goles y cuatro asistencias.

"Tuvimos que superar un gran cambio. Pero cuando observas cómo nuestros jóvenes defensas centrales – Simakan y Lukeba – han jugado estos tres partidos, sabemos que estamos muy fuertes ahí”, señaló Rose tras vencer al Borussia Mönchengladbach con gol de Simons, quien desde niño en las filas del Barcelona ya sorprendía por su calidad. Entonces, más de uno señalaba "recuerden ese nombre”.