Esta reapertura en Noruega, que pone fin a cinco semanas de semi-confinamiento para los más pequeños, fue justificada por cuestiones sanitarias -los niños parecen no verse tan afectados por el COVID-19- y debería facilitar el regreso al trabajo de los padres.

De todos modos, algunos de ellos manifestaron sus temores y lanzaron en Facebook una campaña bajo el título "Mi niño no debe ser un conejillo de indias de la COVID-19", así como una petición en línea que ya había recibido más de 28.000 firmas el lunes por la mañana.

"No hay peligro en ir a la guardería", afirmó, por su parte la ministra de Educación, Guri Melby, este lunes (20.04.2020)..

La reapertura de las guarderías se efectúa con precauciones, ya que los niños menores de tres años tienen, por ejemplo, que ser colocados bajo la responsabilidad de un adulto en grupos de tres, y aquellos de tres a seis años en grupos de seis, sin mezclarse con los otros.

Junto con Austria y Dinamarca, Noruega es uno de los primeros países en flexibilizar sus restricciones tomadas en la mayoría de los casos el 12 de marzo. (CP/AFP).

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