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Reacción a elecciones de Nicaragua: ¿cuestión de ideología?

12 de noviembre de 2021

El espaldarazo de Rusia a Daniel Ortega tras las elecciones contrasta con la cautela de China. ¿Qué móviles tienen los países que respaldan al gobierno nicaragüense?

Vladimir Putin y Daniel Ortega.

No hubo mayores novedades en las pasadas elecciones nicaragüenses. Ni en cuanto a los resultados, ni en lo tocante a las reacciones internacionales, tras un proceso electoral calificado de farsa por sus detractores y aplaudido por los amigos de Daniel Ortega.

No parece ser solo cuestión de ideología. Tiziano Breda, analista para América Central del International Crisis Group, hace notar que "hay razones políticas, algunas veces ideológicas, y, en ciertos casos particulares, geopolíticas”, tras el reconocimiento brindado por algunos países al gobierno de Nicaragua.

En la primera categoría se inscriben países como Cuba y Venezuela, pero también otros más lejanos, como Irán. Tienen en común el verse enfrentados a una situación de denuncia internacional y a un régimen de sanciones por parte de Estados Unidos. "Para contrarrestar eso, intentan crear un eje de países que rechazan esa presión internacional y construyen esta relación política, con el objetivo de evitar el aislamiento progresivo”, apunta el experto. Claro está que también entre ellos hay diferencias. Porque con Cuba y Venezuela hay estrechos lazos en materia de inteligencia y relaciones comerciales de interés, mientras con Irán el intercambio comercial no tiene mayor relevancia.

Más marcadamente ideológico sería, a su juicio, el apoyo de Bolivia. Pero la ideología tampoco lo es todo, como lo demuestra la reacción de Perú, cuya cancillería afirmó que los comicios nicaragüenses "no cumplen los criterios mínimos de elecciones libres, justas y transparentes que establece la Carta Democrática Interamericana”. Un golpe duro para Daniel Ortega, que aplaudió la llegada al poder de Pedro Castillo, y una clara evidencia de las tensiones internas imperantes en Lima.

El ministro de RR.EE. ruso, Serguéi Lavrov, consideró que las elecciones nicaragüenses se celebraron en un marco de "respeto de la ley".Imagen: Yuri Kochetkov/AP Photo/picture alliance

El factor estratégico

Rusia es un caso aparte. Ahí entra a jugar de lleno el factor geoestratégico. "Nicaragua es importante para Rusia, para mantener una presencia estratégica en una región que es sensible para Estados Unidos. Y basa su relación esencialmente en una colaboración muy estrecha en el ámbito militar, de seguridad y de inteligencia”, sostiene Breda.

A nivel internacional, también la posición china es relevante para Managua. "China ha tenido un papel, al votar en contra de que se discutiera la situación de Nicaragua en el Consejo de Seguridad de la ONU, por ejemplo”, recuerda Tiziano Breda. Pero ahora Pekín mantiene cautela en cuanto a las elecciones. "No ha habido un respaldo inmediato, fuerte y evidente como ha sido el de Rusia”, apunta. "Creo que eso refleja el hecho de que después del fracaso de la iniciativa del canal interoceánico, probablemente China no tenga a Nicaragua entre sus prioridades en la región. Entonces, está guardando una cierta distancia”, explica. 

El presidente de Nicaragua y el jefe de la empresa china HK presentan el acuerdo para construir un canal interoceánico, en 2013.Imagen: Getty Images/AFP

George Henríquez Cayasso, líder costeño afrodescendiente que fue precandidato presidencial en Nicaragua, considera por su parte que los países que siguen apoyando a Ortega lo hacen "por un romanticismo nostálgico de lo que fue la izquierda socialista de hace 4 o 5 décadas”. A su juicio, las elecciones celebradas en Nicaragua lograron desenmascarar al régimen. "Muchos países ya han tomado una posición clara con respecto a que no las van a reconocer. El mundo ya tiene experiencia trabajando con dictadores en todos los continentes”, dice, y se pregunta "qué van a hacer, en base a esa experiencia, para retomar el orden democrático en Nicaragua y evitar que esto se expanda a otros países de la región”.

Nicaragüenses en el exilio protestan contra las elecciones en Nicaragua. (7.11.2021).Imagen: Mayela Lopez/REUTERS

Medidas internacionales

De todos modos, resulta claro que el gobierno de Daniel Ortega se está viendo cada vez más aislado. Y eso tendrá repercusiones, más allá de las medidas que puedan adoptar Estados Unidos, la Unión Europea y otros países, tras estas elecciones, marcadas por el encarcelamiento de los principales rivales políticos de Ortega y la represión de periodistas y opositores. "Un gobierno que es desconocido por muchos países tendrá también cada vez más dificultades para acceder a recursos internacionales y atraer inversión extranjera. Entonces, a mediano plazo, es de prever que la situación económica se siga deteriorando, a pesar de la recuperación parcial que tuvo este año. Y la combinación de la situación económica precaria y la represión política impulsará a cada vez más nicaragüenses a dejar el país. No solo rumbo a Costa Rica, sino también a México y Estados Unidos”, dice el analista del International Crisis Group. Pero ese aspecto, a su juicio, hace que Estados Unidos tenga menos disposición a imponer contra Nicaragua medidas más fuertes, como un embargo, que tendría un gran impacto humanitario.

En Nicaragua hay mucha incertidumbre en cuanto a lo que ocurrirá en los próximos meses, dice George Henríquez Cayasso. Y plantea: "Si el mundo no puede ayudar a un país tan pequeño como Nicaragua, que no tiene un poder militar, ni un poder económico ni una posición geográfica de influencia, a retomar el orden democrático, ¿cómo lo va a hacer con países mucho más grandes, más fuertes económicamente, que tienen petróleo, que tienen poder militar y que tienen mayor influencia a nivel mundial?”

(cp)

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