Rebeldes niegan despliegue de fuerzas rusas en Damasco
24 de julio de 2017
El Ejército Libre Sirio desmintió a Moscú, que horas antes aseguró haber desplegado a efectivos de su Policía Militar en Guta Oriental, para monitorear un cese de las hostilidades.
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Pese a los anuncios realizados por Moscú, el opositor Ejército Libre Sirio (ELS) negó este lunes (24.07.2017) que haya un despliegue de tropas rusas en la región de Guta Oriental, el principal feudo rebelde de la periferia de Damasco. "No ha habido ningún despliegue ni hay ninguna presencia de fuerzas rusas en Guta", dijo a EFE por internet el comandante de la sala de operaciones del ELS en Damasco y su periferia, Abu Zuheir al Shami.
El oficial insurgente señaló que los bombardeos se han detenido en Guta Oriental, pero subrayó que "los ataques siguen en Deraa (sur) y en Guta Occidental, si hay tranquilidad es la del luto" por los muertos. Al Shami subrayó que "los revolucionarios no aprueban ningún despliegue ruso en Guta Oriental", algo que habría sucedido esta misma jornada en la llamada "zona de distensión” creada según acuerdo de todas las partes en conflicto.
Pocas horas antes que la declaración rebelde, el jefe de operaciones del Estado Mayor ruso, general Serguei Rudskoi, había dicho que "conforme a los acuerdos alcanzados, la policía militar rusa ha establecido en esta zona dos puntos de control y acceso y cuatro puestos de observación”. Rudskoi agregó que "de este modo, gracias a los esfuerzos desplegados por Rusia se ha conseguido cesar la actividad armada en dos importantes regiones de Siria”. Esto, pues antes las fuerzas rusas se habían desplegado en el suroeste del país.
Siguen bombardeos
Se trata del primer despliegue oficial de tropas extranjeras en territorio sirio con el objetivo declarado de establecer zonas donde no haya enfrentamientos. Esto forma parte del plan ruso para pacificar Siria luego de su intervención militar que consiguió dar un giro en el conflicto y ayudar al régimen de Bashar al Assad a recuperar el terreno que habían perdido ante las fuerzas insurgentes.
A comienzos de julio, Rusia, Jordania y Estados Unidos habían acordado fijar los límites de la zona de distensión e imponer un alto al fuego en la zona. Si bien el Ejército de Siria había anunciado el fin de semana que detendría los ataques en Guta Oriental, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos aseguró que los bombardeos aéreos continuaron en las afueras de la capital, justamente en las zonas controladas por los rebeldes "moderados”.
DZC (EFE, AFP)
La cruenta batalla de Alepo
La ciudad, antaño eje comercial sirio, se ha convertido en un descampado donde aún habitan miles de personas sometidas a los avatares de una guerra sanguinaria.
Imagen: Getty Images/AFP/G. Ourfalian
Al comienzo fueron protestas pacíficas
Como en muchas otras ciudades de Siria, en Alepo el malestar ciudadano por la conducción del país estalló a comienzos de 2011. Numerosas protestas contra el régimen de Bashar al Assad y las violaciones a los derechos humanos, además del desgaste de un liderazgo cuestionado, propiciaron el escenario perfecto para un alzamiento popular.
Imagen: dapd
Primeros ataques armados
Esta imagen de la localidad de Homs muestra los efectos de los primeros ataques contra las fuerzas del Gobierno en el país. En Alepo, a comienzos de febrero de 2012, 28 personas perdieron la vida en escaramuzas con artillería entre fuerzas rebeldes, aún mal organizadas, y las tropas del Ejército de Siria.
Imagen: Reuters
La metamorfosis
En esta imagen, civiles y uniformados protestan contra Al Assad. Los uniformados son miembros del Ejército Libre de Siria, agrupación rebelde conformada por soldados desertores del Ejército sirio. Las banderas que flamean no son las del país, sino las de la oposición. Lentamente se monta el escenario para la dura guerra civil que marcará al país por los próximos años.
Imagen: Reuters
Surgen las armas
Soldados del Ejército Libre de Siria patrullan en el barrio de Salahadin, uno de los primeros de Alepo en caer en manos de las fuerzas rebeldes. La imagen es de agosto de 2012. Lentamente el Gobierno de Al Assad comenzaba a perder el control sobre el territorio de la mayor ciudad de Siria. Al mismo tiempo, los insurgentes lanzaban ofensivas contra Damasco.
Imagen: Reuters
Ayuda internacional
Apremiado por la situación interna, el presidente Bashar al Assad comenzó a buscar ayuda en el exterior. Los primeros en acudir a su lado fueron los iraníes. En la imagen, el entonces ministro de Exteriores persa, Ali Akbar Salehi, saluda al mandatario sirio en Damasco. Irán ha aportado tropas y asesores militares, vitales para la recuperación del Ejército de Siria.
Imagen: Reuters
Momento de tranquilidad
Desde el comienzo oficial de la llamada "Batalla de Alepo", el 19 de julio de 2012 tras una ofensiva rebelde, ha habido sucesivos remansos de paz. Como éste, declarado por un día de celebración musulmán a fines de octubre de 2012, aprovechado por la gente para comprar comida en el norte de la ciudad.
Imagen: AFP/Getty Images
Cascos blancos recuerdan a sus colegas
Ante la falta de organizaciones "oficiales", Alepo ha debido reconstruir sus instituciones. Una de las más conocidas es la de los "cascos blancos", voluntarios que rescatan a las víctimas de los bombardeos y cuyo nombre llegó a sonar como candidato al Premio Nobel de la Paz. En la imagen, recuerdan a sus miembros caídos en cumplimiento del deber.
Imagen: Reuters
Caos, terreno fértil
El caos en el que se ha visto sumido el país, especialmente Alepo, ha sido caldo de cultivo para que tomen fuerza distintos grupos armados. El más conocido es Estado Islámico, que lucha contra el Ejército de Siria y contra los rebeldes. Otros grupos son el Ejército Libre de Siria, el Frente al Nusra y las fuerzas kurdas.
Imagen: picture alliance/ZUMA Press/M. Dairieh
Víctimas inocentes
Como siempre en la guerra, los niños son los más afectados. Los bombardeos incesantes, primero de la aviación siria y luego de la rusa, han reducido la ciudad a escombros, muchas veces con sus habitantes dentro. Esta imagen, icónica por lo cruda, es la del niño Omran Daqneesh, de cinco años, herido tras un ataque ruso.
Imagen: picture-alliance/AA/M. Rslan
Con una ayuda de mis amigos
Rusia apoya desde septiembre de 2015 a las tropas de Al Assad, marcando un giro en la guerra. Desde entonces, el Ejército avanza sobre las zonas rebeldes. Esos triunfos han sido a costa de la ciudad y sus vecinos, que ahora viven en un cementerio de edificios. Pero, pese a la adversidad, siempre habrá un minuto de inocencia, para tomarse un respiro y jugar. Aunque sea en medio de la destrucción.