Mientras los esfuerzos de paz parecen estancarse, la guerra civil que desangra Siria desde marzo de 2011 sigue desarrollándose sobre el terreno. Los rebeldes sirios se refugiaron en las afueras de la capital, Damasco, donde tienen dificultades para enfrentar el lento, pero sostenido, avance de las tropas leales al régimen de Bashar al-Assad.

Los combatientes opositores cifran sus esperanzas en el flujo de armas que debería llegarles desde la frontera con Jordania, aunque lo cierto es que quienes alguna vez pusieron en jaque al gobierno hoy están a la defensiva, sin muchas opciones de volver a hacer tambalear al Ejército de Siria, que combate reforzado por milicianos de Hizbollah.

“El objetivo del régimen es desangrarnos lentamente hasta que nos veamos obligados a rendirnos. Están avanzando para preservar su fuerza de lucha”, dijo Amran, un activista que habló por Skype con la agencia Reuters desde los suburbios conocidos como Ghouta Oriental. “Podemos sobrevivir un largo tiempo, porque nuestros combatientes conocen el terreno, pero hasta que no recibamos armas no podemos repeler el avance”, dijo Amran.

Líbano quiere fuera a Hizbollah

Mientras los insurgentes esperan que lleguen armas de Estados Unidos y Arabia Saudita, la cumbre de esta semana del G8 no mostró mayores acercamientos entre Moscú y Washington. El gobierno de Obama pide la salida de Al-Assad para instaurar una transición que Rusia no está dispuesta a apoyar.

Por su parte, el presidente de El Líbano, Michel Suleiman, instó al movimiento Hizbollah a retirar a sus milicianos de Siria, donde ya combatieron en la batalla de Al Kusair y aparentemente también pretenden participar en las refriegas por recuperar Alepo. “Si participan en Alepo, eso llevaría a una mayor desestabilización en El Líbano”, dijo Suleiman en una entrevista con el diario Al Safir.

El mandatario añade que siempre se pondrá del lado de Hizbollah porque ejerce resistencia “ante el enemigo Israel”. Pero "quiero protegerla también de sí misma”, asegura. En Damasco, este jueves los milicianos de Hizbollah combatieron con los rebeldes en las afueras de la capital, donde algunos de ellos habrían sido detenidos por los soldados del Ejército Libre de Siria.

DZC (dpa, Reuters)