El Vaticano se distanció hoy de una comparación que se hizo durante la misa del Viernes Santo con el antisemitismo en relación con con los ataques al Papa y la iglesia por los escándalos de abusos sexuales a menores. La crítica la había desatado el predicador de Casa Pontificia, Raniero Cantalamessa, que el Viernes Santo en presencia del Papa Benedicto XVI dijo citando una carta de un amigo judío: "Los estereotipos y el traslado de responsabilidades personales hacia una culpa colectiva me recuerdan a los peores aspectos del antisemitismo". Según los medios italianos, el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi señaló que "desmentía" de forma rotunda que desde el Vaticano se haya alentado una comparación "no adecuada" entre el antisemitismo y la actual situación de pedofilia. Lo que el predicador personal del Santo Padre citó quiso ser tan sólo una muestra de solidaridad por parte de judío, explicó Lombardi en declaraciones al "New York Times". Esto no tenía que ser de ninguna forma un ataque al mundo judío, añadió a la vez que reconocía que no era "una comparación adecuada". El "New York Times" consultó además al principal rabino de Roma, Riccardo di Segni, quien dijo que la comparación era "increíble". Cantalamessa dijo durante la misa del Viernes Santo que los judíos fueron a lo largo de su historia víctimas de "una violencia colectiva" y citó (sin identificarlo) a un amigo judío, quien dijo que con estaba siguiendo con repulsión los agresivos y concentrados ataques contra el Papa y la Iglesia.

DPA

Editor: Enrique López