Reciclaje de aguas residuales: ya es económicamente rentable
31 de octubre de 2006El Premio de Medio Ambiente otorgado por el Ministerio Federal de Medio Ambiente es el mayor dotado de Europa con 500 000 euros. El galardón se entregó el 29 de octubre en Dresden y fue compartido con el ecólogo berlinés Ernst-Detlef Schulze que ha contribuido al entendimiento del cambio climático.
La escasez y la contaminación de agua provocan en muchas partes del mundo consecuencias nefastas. Un estudio del Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo alemán muestra que 1 300 millones de personas no tienen acceso a agua potable. 2 400 millones, más de un tercio de la población mundial, tiene que arreglárselas sin sanitarios ni sistemas de evacuación de aguas residuales. Esta falta de higiene afecta principalmente a los niños. Anualmente, 1 600 niños menores de cinco años mueren como consecuencia de la transmisión de enfermedades (malaria, hepatitis A, cólera) a través de las aguas contaminadas, como revela un informe publicado por UNICEF.
La empresa Hans Huber AG ha desarrollado una técnica moderna que tendrá una utilidad directa en este ámbito, de ahí su importancia. Huber AG se ha especializado en el desarrollo y mejora de sistemas de reciclaje de aguas residuales. Trabajan con las aguas negras como desecho reciclable y se ocupan de la recuperación de las mismas.
En países en vías de desarrollo no se realizan canalizaciones de aguas residuales por los costes que supone. Además, en países donde las temperaturas son muy elevadas, el agua a transportar es muy escasa y las altas temperaturas provocan su rápida evaporación. De forma que el material fecal se queda a mitad de camino.
Contribución a uno de los objetivos del milenio de la ONU
Para hacer frente a este problema, la firma Huber ha encontrado una respuesta prometedora y es por eso que el Ministerio Federal de Medio Ambiente ha decidido premiarla. La empresa ha inventado una tecnología de gran efectividad, y sobretodo pagable, que facilitará el suministro de agua y permitirá el reciclaje de aguas residuales. Esto último es de especial interés para los países en desarrollo. Contribuirá con ello a uno de los objetivos del milenio propuestos por las Naciones Unidas: para 2015 se reducirá a la mitad la cifra de personas que no tienen acceso a agua potable.
La técnica consiste en un sistema descentralizado y sostenible, costeable económicamente y adaptable a las circunstancias. La empresa ve las aguas residuales no como basura sino como material reciclable. En la práctica, se ocupa de separar los diferentes materiales que proceden de las aguas: en un primer paso, materiales más pesados como vidrio, papel y plásticos; y por último materia ligera y disuelta, como la orgánica. Las primeras separaciones se realizan a través de mecanismos físicos, mientras que los materiales orgánicos se separan mediante procesos biológicos con bacterias.
Ecología y economía se dan la mano
La filosofía de la empresa Hans G. Huber es la recuperación de aguas residuales con rentabilidad económica. Una vez depuradas las aguas residuales, se obtiene por un lado, abono; y por otro, agua limpia y reutilizable que se puede usar para el regadío en la agricultura.
Huber podrá actuar como modelo para muchas empresas que trabajan en este sector. El sistema por ellos ideado, será sin duda de valiosa utilidad para los problemas de abastecimiento de agua, que no sólo incluye a países en desarrollo. Además, la empresa lleva a cabo cooperaciones con universidades que favorecen la innovación en la producción de la misma y asegura la continuidad de su desarrollo.
Una empresa con miras internacionales
Hans Huber AG era en sus inicios una empresa familiar de la región de Baviera. En la actualidad, reúne a 470 trabajadores en Alemania (750 fuera de Alemania) y alcanza un volumen de negocios de 77 millones de euros (a nivel mundial 108 millones). Huber y su empresa consiguieron en los últimos años, la Medalla de Medio Ambiente otorgada por el Ministerio de Medio Ambiente del Estado de Baviera, en 2002; y el Premio de Calidad Bávaro en 1999. En 2003 el empresario fue nombrado ciudadano honorario de la ciudad bávara de Berching. Desde 2004 es titular de la cruz del mérito federal.