En la Unión Europea, Bulgaria está a la vanguardia del reciclaje de residuos de plástico. Es algo sorprendente, sabiendo que Bulgaria es el país más pobre de la UE. ¿A qué se debe ese éxito?
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El hecho es que en los últimos años Bulgaria ha progresado mucho en la separación y el reciclaje de desechos. En 2013 solo se reciclaba el 6 por ciento de la basura. Hoy, 6,4 millones de búlgaros separan los residuos en 183 municipios del país (prácticamente toda la población), dijo el ministro de Medio Ambiente, Neno Dimov, en enero. Según la alcaldesa de Sofía, Yordanka Fandakova, en la capital ya se recicla el 84 por ciento de la basura.
Muy por delante en el reciclaje de residuos plásticos
Con respecto al empaquetado, se puede observar una tendencia similar. En 2012, solo el 29 por ciento del embalaje se recicló en todo el país; hoy ya es el 65 por ciento. Según el ministro Dimov, el 40 por ciento de los residuos de plástico se reciclan actualmente en Bulgaria, 10 puntos más que el promedio de la Unión Europea. El reciclaje de envases de plástico en Bulgaria es incluso de un 62-63 por ciento, con un promedio de la Unión Europea del 40 por ciento. Al mismo tiempo, grandes cantidades de residuos plásticos búlgaros acaban en los vertederos y muy pocos en los incineradores.
¿A qué se debe ese cambio positivo en Bulgaria? En los últimos anos ser invirtió mucho en el reciclaje de residuos en todo el país, también con dinero de la Unión Europea. La planta de procesamiento de residuos más grande se encuentra en Sofía. Aproximadamente 60 plantas similares ya están operando en todo el país, 20 más se están construyendo. Unas 130 empresas búlgaras tienen una licencia oficial para reciclar plástico. Sin embargo, sus capacidades no están agotadas. Por eso están buscando desesperadamente clientes extranjeros. Residuos plásticos de Alemania también son exportados a Bulgaria.
Pero existe además otra razón para el éxito. Bulgaria fue uno de los primeros países de la Unión europea en cobrar una tarifa por las bolsas de plástico en los supermercados. Según las autoridades del país, eso contribuyó a que la mitad de búlgaros ya no use bolsas de plástico.
Recolectores de basura
Y finalmente existe una razón específicamente búlgara que no se suele mencionar en las declaraciones oficiales. Son las personas de bajos ingresos (en su mayoría del pueblo gitano de los romaníes) las que extraen los materiales reciclables de los contenedores de basura y los entregan en los puntos de recogida a cambio de dinero. El volumen de este negocio es difícil de estimar, porque hasta ahora solo algunas ONGs han tratado de investigar ese fenómeno.
Según el diario local "Dnevnik" debe haber entre 4 y 5 mil personas en Sofía (con 2 millones de habitantes) que recolectan el 50 por ciento de los materiales reciclables para su uso posterior. En total, eso equivale a alrededor de 100 mil toneladas al año. Algunos expertos ya proponen que esas personas sean incluidas oficialmente en el sistema de reciclaje. Incluso ya existe un nombre para ese oficio: "recolector de basura de reciclaje".
Autor: Yassen Bojadzhiev (gg)
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Alternativas a los plásticos de usar y tirar
La Comisión Europea planea prohibir productos desechables como las pajitas, los platos o los cubiertos de plástico. Pero eso no significa que tengamos que prescindir totalmente de estos prácticos utensilios.
Deje de aspirar
Cada año, miles de millones de pajitas terminan en los basureros o, peor aun, en nuestros océanos. Esta es la razón por la cual la UE quiere prohibir las pajitas de plástico. Para aquellos que no quieran dejar de usarlas, existen alternativas ecológicas para disfrutar de nuestras bebidas. Y para que Marco Hort rompa su propio récord de 259 pajitas metidas en la boca...
Imagen: AP
Bébaselo, cómaselo
Las pajitas de plástico que acaban en el océano a menudo son comidas por los peces. Para proteger el medio ambiente, ahora puede comerse la pajita usted mismo. La empresa alemana Wisefood ha desarrollado una pajita comestible hecha con los restos de la producción alemana de zumo de manzana. Si no le gusta la idea, también puede usar pajitas reutilizables hechas de metal, bambú o vidrio.
Imagen: Wisefood
Tenedores sabrosos
No hay cifras fiables de la cantidad de cubiertos de plástico que se usan una vez y se desechan. Pero son suficientes para que la UE quiera suprimirlos. Si no puede utilizar cubiertos de metal, puede probar nuevas versiones comestibles. La compañía india Bakey's ofrece tenedores hechos con harina de sorgo. SpudWares, con sede en California, a base de almidón de papa. ¡Qué rico!
Imagen: picture-alliance/dpa/M. Scholz
Sin restos
Ya que hablamos de alternativas comestibles a los cubiertos de plástico, también se puede comer el plato. La compañía polaca Biotrem ha desarrollado unos hechos de salvado de cereales. En caso de que ya esté satisfecho con su comida y no quiera más, no se preocupe. Los platos son orgánicos y se descomponen después de treinta días.
Imagen: picture-alliance/dpa/A. Reszko
Vasos de plástico
Además de prohibir el uso privado de productos desechables, la Comisión Europea también quiere animar a las cadenas de comida rápida, cafeterías y bares para frenar el uso de los vasos de plástico. Quinientos mil millones se consumen cada año. Un solo uso y al vertedero por una eternidad. Varias compañías los ofrecen a base de plantas: parecen vasos de plástico, pero sirven para hacer compost.
Imagen: picture-alliance/empics/D. Thompson
Reutilizar, reutilizar, reutilizar
La forma más fácil de reemplazar los vasos de plástico es usando tazas reutilizables. Pero no siempre tenemos a mano nuestra taza de café cuando estamos en la calle. Un proyecto piloto en Berlín permite a los amantes del café tomar en préstamo una taza reutilizable hecha de bambú a cambio de un pequeño depósito y devolverla en otro café al terminar de beberlo.
Imagen: justswapit
Oídos limpios, océanos sucios
Otro producto de plástico que a la UE le gustaría ver desaparecer son los bastoncillos de algodón. Cuando se tiran al inodoro, van al alcantarillado y terminan en el mar, donde los animales los confunden con comida. Hay alternativas sin plásticos con el palito hecho de bambú o papel. Pero no son necesariamente más ecológicos. Lo mejor es dejar de usarlos por completo, dicen los especialistas.
Imagen: picture alliance/dpa/Wildlife Photographer of the Year /J. Hofman
Más plástico que peces en 2050
De los cerca de 300 millones de toneladas de desechos pláticos que se producen al año en todo el mundo, se calcula que unos ocho millones acaban en el mar. Es un material que no se degrada. Los investigadores advierten de que para 2050 podríamos tener más basura plástica que peces en los océanos.