Juan Pablo II logró una vez más movilizar a las masas. Varias miles de personas acudieron este domingo a la Plaza de San Pedro, en el Vaticano, a la misa en su primer aniversario de muerte. Un mar de banderas polacas y también de fotografías del difunto cubrió el área.

Benedicto XVI recuerda a su antecesor

Benedicto XVI dedicó su misa al difunto Juan Pablo II. Recordó la última bendición Urbi-et-Orbi de Juan Pablo en Pascuas, misa en la que se le veía ya muy debilitado por la enfermedad y que sólo pudo impartir en un susurro.

Juan Pablo II falleció el 2 de abril del año pasado, y su última aparición pública se produjo exactamente hace un año, cuando se asomó a la ventana de su despacho en el Palacio Apostólico vaticano y saludó y bendijo en silencio a los fieles congregados en la Plaza de San Pedro. Esa imagen quedó como testimonio del sufrimiento de sus últimos días.

Benedicto XVI indicó que jamás olvidará esas imágenes. Dijo que Juan Pablo II murió como vivió: "confiando en Dios y entregándose a la Virgen María". "Su herencia es inmensa. El mensaje de su largo pontificado se deja resumir con las palabras con las que lo comenzó: `abran las puertas a Cristo´".

Miles se dan cita en Roma

Las autoridades italianas estiman que cerca de medio millón de peregrinos viajaron a Roma para recordar al difunto. Entre las masas humanas reunidas en la Plaza de San Pedro se encontraban muchos jóvenes. Karol Wojtyla logró durante su pontificado acercar la Iglesia a la juventud con los que tuvo una relación estrecha.

Se calcula que por lo menos cincuenta mil polacos aprovecharon el aniversario para rendir homenaje al Papa en la Plaza de San Pedro y en las proximidades del Vaticano. Pero también del resto de Europa y de todo el mundo acudieron creyentes para participar en la ceremonia en recuerdo del anterior pontífice.

Ceremonias religiosas en Polonia

El papa Juan Pablo II será recordado en toda Polonia, su tierra natal. En todas las parroquias del país se celebrarán misas especiales en memoria del Papa Wojtyla.

Se celebrarán ceremonias religiosas particularmente solemnes en Cracovia, la ciudad donde fue metropolitano durante muchos años, y Varsovia, donde dijo las memorables palabras: "Que descienda el Espíritu Santo y cambie la tierra, esta tierra", consideradas el comienzo de los procesos que provocaron la caída del comunismo.

También en Wadowice, la ciudad natal de Juan Pablo II y en los santuarios marianos de Jasna Gora, en Czestochowa y de Lagiewniki, habrá eventos especiales.