Recuerdan en Río a la concejal asesinada Marielle Franco
15 de octubre de 2018
Restituyen la placa de homenaje a la activista, que había sido destruida por diputados del partido de Jair Bolsonaro a principios de mes.
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Unas dos mil personas se manifestaron en Río de Janeiro, la segunda ciudad más grande de Brasil, para honrar la memoria de la concejala y activista de derechos humanos Marielle Franco, que, junto a su conductor, Anderson Pedro Gomes, fue asesinada en la ciudad el 14 de marzo cuando regresaban de un evento centrado en empoderar a las jóvenes de raza negra.
Un total de mil placas conmemorativas de la concejala se repartiron el sábado (14.10.2018) en la Plaza Cinelandia de Río de Janeiro, donde se colocó una nueva señal con el nombre de la activista. Esta reemplaza a otra que fue retirada a principios de mes por simpatizantes del congresista y candidato a la presidencia del país Jair Bolsonaro. Los diputados del PSL Daniel Silveira y Rodrigo Amorim rompieron en público hace dos semanas la placa en recuerdo de Franco, de lo que se jactaron en sus redes sociales.
La activista Mónica Benicio, viuda de la exconcejala de Río de Janeiro y organizadora del acto, afirmó a Efe que fue una respuesta "a un acto vandálico, antidemocrático y bárbaro que perseguía herir la memoria de Marielle", de unos "candidatos que ya han sido electos" en la primera vuelta de las elecciones del pasado 7 de octubre.
"Hemos hecho una recolecta de dinero por internet que tenía el propósito de hacer 100 placas iguales a la que fue destruida y conseguimos dinero para la construcción de 1.000", explicó Benicio. Dado el clima electoral que vive Brasil, marcado por una fuerte polarización de la población, que el 28 de octubre tendrá que elegir entre Bolsonaro y el progresista Fernando Haddad, la concentración tuvo un fuerte tono político donde el "Ele nao" (Él no), "Dictadura nunca mais" (Dictadura nunca más) y "Haddad sim" (Haddad sí) fueron la banda sonora.
LGC (AFP/EFE)
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Brasil: los capítulos de una elección polarizada
Trece candidatos se presentaron en la disputa por el Planalto, en las elecciones que ganó, en segunda vuelta, el ultraderechista Jair Bolsonaro. Vea aquí los principales episodios de esta disputa.
Imagen: Agencia Brasil/R. Rosa
Entra en escena el financiamiento de las campañas
Ante la prohibición a las donaciones hechas por empresas, el Congreso creó en octubre de 2017 un nuevo fondo de 1,7 mil millones de reales para financiar candidaturas políticas. El 60 por ciento de fondo quedó en las manos de seis partidos: MDB, PT, PSDB, PP, PSB Y PR, dejando a los candidatos independientes con menos recursos.
Imagen: Reuters/A. Machado
Lula es condenado y arrestado
Cuando anunció, en 2016, su intención de disputar la elección presidencial, Lula se convirtió en el líder en las encuestas. En enero, sin embargo, su situación se complicó tras una condena en segunda instancia que lo dejó virtualmente inelegible. En abril, fue arrestado, con la posibilidad de que su candidatura fuera anulada. El PT comenzó a tener dificultades para formar alianzas.
Imagen: Reuters/L. Benassatto
Los "outsiders" salen de la escena
La posibilidad de que Lula quedara fuera y el sentimiento antipolítico entre la población, indicaban que ésta sería la elección de los "outsiders". El exministro del Supremo Joaquim Barbosa y el presentador Luciano Huck llegaron a aparecer en las encuestas. El empresario Flávio Rocha anunció su candidatura. Sin embargo, en julio todos habían desistido.
Imagen: Imago/ZUMA Press/M. Chello
Candidaturas descartadas
La elección de 2018 parecía destinada a superar el número de candidatos de 1989, cuando 22 aspirantes disputaron la Presidencia. En abril había 23 nombres interesados en aparecer en la papeleta, entre ellos el presidente Michel Temer, el presidente de la Cámara, Rodrigo Maia, y el expresidente Fernando Collor. Pero pronto desistieron. En agosto se llegó al número de 13 candidatos en carrera.
Imagen: Marcelo Camargo/Agência Brasil
Los candidatos aislados
La jugada de Alckmin con el "centrón" acabó aislando a otros candidatos. Jair Bolsonaro (PSL) intentó negociar con el PR, pero tuvo que contentarse con el PRTB. Ciro Gomes (PDT) también vio naufragar sus intentos de coalición. Los tres terminaron la fase de convenciones con poco apoyo y tiempo de TV.
La novela de los vices
La fase de convenciones comenzó a finales de julio sin que la mayoría de los precandidatos tuviera un compañero de fórmula. Bolsonaro recibió tres rechazos hasta cerrar con el general Mourão (PRTB). Henrique Meirelles (MDB) y Ciro Gomes (PDT) se contentaron con nombres del propio partido. Alckmin fue rechazado por el empresario Josué Alencar antes de optar por Ana Amélia (PR).
Imagen: Agência Brasil/F.Frazão
El "plan B" del PT
Con Lula virtualmente inelegible, la elección de su vicepresidente pasó a ser un trampolín para el candidato sustituto. A principios de agosto, el PT acabó eligiendo a Fernando Haddad, que desde el inicio del año era visto como "plan B". Manuela D'Ávila (PCdoB) quedó con la curiosa posición no oficial de "vice del vice", asumiendo la posición una vez que se supiera si Lula era candidato o no.
Imagen: Agência Brasil/F.Rodrigues Pozzebom
Ataque a Bolsonaro
El candidato del PSL, Jair Bolsonaro, fue apuñalado durante un acto de campaña en Juiz de Fora. Sus adversarios condenaron la agresión, y algunos llegaron a cambiar el tono de la campaña. Pero no hubo un impacto decisivo en el electorado, pues sigue liderando las encuestas aunque casi con el mismo porcentaje, mientras que el rechazo hacia él aumentó.
Imagen: picture-alliance/dpa/Agencia O Globo/A. Scorza
El intercambio de Lula por Haddad
Después de meses de suspenso y con el aval de Lula, Fernando Haddad fue oficializado candidato a la Presidencia por el PT el 11 de septiembre, a menos de un mes de la primera vuelta, lo que ocurrió una vez que se agotaron todas las posibilidades de que el expresidente participara en la carrera presidencial. El desafío desde entonces fue transferir los votos de Lula a Haddad.