A ambos lados del Atlántico las mujeres luchan por sus derechos y por la igualdad de género, pero si lo hacen de manera coordinada, intercambiando experiencias y saberes, tanto mejor.

Y si, además, los objetivos de la lucha quedan oficialmente consignados como la política exterior del país, mejor todavía.

Así nació la Red Unidas, creada por el Ministerio de Relaciones Exteriores alemán, para “poner en contacto a las mujeres de América Latina, el Caribe y Alemania”, con el objetivo de “promover la participación igualitaria de las mujeres en diferentes ámbitos, como la política, la sociedad, la cultura, los medios de comunicación, la ciencia y la economía”, dice a DW Johanna Pieper, referente de la Red por el lado alemán.

"Las luchas feministas se construyen y se potencian en el trabajo colectivo”, destaca, por su parte, la argentina Natalia Gherardi, directora ejecutiva de ELA, Equipo Latinoamericano de Justicia y Género, integrante de la Red, en diálogo con este medio.

"En los últimos anos, la gran visibilidad que adquirió el trabajo de los feminismos en materia de lucha contra las violencias y en el acceso al aborto legal, permiten ver la importancia de apoyarnos en los logros y aprendizajes de otros países y regiones”, saluda, asimismo, la iniciativa.

Política exterior feminista

"Unidas es una importante contribución a una política exterior feminista”, define Pieper, al tiempo que apunta que "la ministra de Relaciones Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, es la madrina de la red de mujeres”.

"Es importante que el espacio de la cooperación se afirme con una perspectiva feminista”, asegura, al respecto, Liz Meléndez, directora del Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán, en diálogo con DW. "Y mucho más, que la política exterior se defina como feminista”, agrega la experta, cuya organización figura entre las asociadas a la red, "ya que esto tiene varias implicancias”, analiza.

Y enumera: "Primero, se colocan como un eje fundamental las luchas por la igualdad de género y la justicia de género para la construcción de toda democracia. Segundo, se reconoce el aporte histórico del movimiento feminista al mundo y su vigencia como actor social y político. Y tercero, se plantea que no se pueden dar retrocesos frente a los derechos de las mujeres y las diversidades, que hay límites que los Estados no deben cruzar”, compendia.

Otro modo de entender la seguridad

Efectivamente, una política exterior feminista va incluso más allá de la defensa de la igualdad de género. Y sus propulsoras sostienen que debería incluso tener en cuenta otra forma de concebir la seguridad de un país.

"La política exterior clásica sigue un determinado concepto de seguridad, haciendo hincapié sobre todo en los aspectos militares y policiales”, compara al respecto la brasileña Renata Gianini, también integrante de la Red.

"Pero si se pregunta a cualquier mujer pobre de Río, probablemente tendrá una idea totalmente distinta de lo que significa la seguridad real. Hablará de tener comida para sus hijos, un hogar seguro, etc. Este concepto de seguridad es mucho más holístico”, sostiene la experta en la publicación Akzente, de la Sociedad Alemana para la Cooperación Internacional, GIZ.

"La política exterior feminista debería centrarse más en la seguridad humana que en el concepto clásico”, concluye.

¿Se respetan los derechos de las mujeres en el continente?

Todo indica que aún hay mucho por hacer en la materia. "Latinoamérica tuvo muchos avances en materia de igualdad formal y hoy puede presentar un marco jurídico y normativo que sirve para la exigibilidad de derechos. Sin embargo, no se ha logrado dar el mismo avance en materia de igualdad sustantiva, en consolidar cambios socioculturales sostenibles en el tiempo”, analiza Meléndez desde la capital peruana.

"A esto se suma que el modelo económico profundizado en esta región tiende a incrementar los individualismos, los autoritarismos y el miedo al otro. En este escenario, los derechos de las mujeres y de las diversidades se encuentran bajo amenaza”, advierte la líder feminista.

"Las agendas de igualdad y conquistas de derechos enfrentan desafíos y cuestionamientos que parecían superados. No hay conquista que pueda considerarse definitiva”, afirma en el mismo sentido la abogada argentina Gherardi. "Por eso, es importante mostrar el vínculo entre los derechos de las mujeres y la calidad de la democracia: no hay democracia sin derechos para las mujeres y sin igualdad de género”, amplía.

El próximo día 28 de mayo la Red cumplirá 4 años de funcionamiento, con casi 300 miembros y organizaciones integradas, y una serie de reuniones nacionales y suprarregionales, talleres, eventos y financiación de proyectos en su haber.

La próxima "Semana Unidas”, en la que se reunirá toda la Red, tendrá lugar en junio en la colombiana ciudad de Cali.