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Redescubren después de 60 años a mamífero que pone huevos

15 de noviembre de 2023

Estos animales han poblado la Tierra desde hace 160 millones de años, antes de la aparición del "Tyrannosaurus rex".

Equidna de pico largo de Attenborough en las montañas Cyclops de la provincia indonesia de Papúa.
Equidna de pico largo de Attenborough en las montañas Cyclops de la provincia indonesia de Papúa. Imagen: Handout/EXPEDITION CYCLOPS/AFP

Una expedición internacional ha "redescubierto" y fotografiado al zagloso de Sir David, un estrambótico mamífero con púas y pico alargado que pone huevos, después de 60 años sin poder localizarlo en la provincia indonesia de Papúa, informó la Universidad de Oxford. 

El zagloso de Sir David o equidna de hocico largo de Attenborough (Zaglossus attenboroughi), bautizado en honor del explorador David Attenborough y declarado en peligro crítico de extinción, fue capturado en foto y vídeo por cámaras automáticas en las frondosas e inhóspitas junglas de las montañas Cíclopes. 

Los equidnas, que incluyen cuatro especies, son los únicos mamíferos que ponen huevos junto con el ornitorrinco y tienen un pelo frondoso del que sobresalen púas como los erizos y también tienen picos largos similares a los del oso hormiguero. 

Estos animales han poblado la Tierra desde hace 160 millones de años, antes de la aparición del Tyrannosaurus rex. 

Zagloso de Sir David: descubierto en 1961 

El zagloso de Sir David fue descubierto en 1961, durante la época colonial holandesa en lo que hoy es Indonesia, y solo había una fotografía de un espécimen, sin que se hubiera visto otra vez hasta hoy día. 

En la expedición, que tuvo lugar entre finales de junio y finales de julio, participaron científicos de la Universidad de Oxford, así como miembros de la ONG indonesia YAPPENDA, la Universidad Cenderawasih, la agencia de conservación Papua BBKSDA y la Agencia Nacional de Investigación e Innovación de Indonesia. 

Los expedicionarios colocaron 80 cámaras tras ascender unos 11.000 metros, una altura superior al monte Everest, para poder fotografiar al zagloso de Sir David, además otros animales, como un pájaro mielero no visto desde 2008, una gamba que vive en árboles y numerosos insectos nunca detectados antes. 

Un artículo científico sobre el "redescubrimiento" será publicado pronto en el archivo científico en línea bioRxiv. 

Colaboración con la comunidad local  

"El equidna de Attenborough de pico largo tiene espinas como los erizos, el hocico como el de un oso hormiguero y los pies de un topo. Por su apariencia híbrida, comparte nombre con la criatura mítica griega que es medio humana y medio serpiente", afirmó James Kempton, biólogo de la Universidad de Oxford. 

Kempton indicó que la expedición ha sido posible gracias al contacto y colaboración durante años, con ayuda de la ONG local YAPPENDA, con la comunidad de Yongsu Sapari en la costa al norte de las montañas Cíclopes. 

"Compartieron con nosotros el conocimiento para movernos por estas montañas traicioneras, e incluso nos permitieron explorar tierras que no habían sido pisadas antes por humanos", precisó el biólogo. 

Sir David Attenborough posa para una foto tras ser nombrado Caballero Gran Cruz de la Orden de San Miguel y San Jorge tras una ceremonia de investidura en el Castillo de Windsor.Imagen: Jonathan Brady/Pool via AP/picture alliance

Exploración peligrosa 

Los expedicionarios han sufrido las duras condiciones del terreno, la humedad, malaria y el peligro de los animales venenosos, al tiempo que un miembro del equipo se rompió el brazo y otro tuvo una sanguijuela en el ojo durante un día y medio. 

"Aunque algunos llaman a las Cíclopes el 'Infierno Verde', yo creo que es un paisaje mágico, a la vez encantador y peligroso, como algo sacado de un libro de Tolkien", dijo Kempton. 

El zagloso tiene una significación especial para la comunidad de Yongsu Sapari, ya que cuando tenían conflictos entre dos grupos, en lugar de pelear uno de ellos partía en busca de este mamífero en la montaña y otro en busca de un pez marlín en el océano. 

Los animales eran tan difíciles de atrapar que a veces pasaban décadas o incluso una generación y, una vez los encontraban, los ejemplares simbolizaban la paz. 

FEW (EFE, Universidad de Oxford, Reuters)

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