Los cambios en la cúpula del constructor alemán Opel, que se gestaban desde hace varios meses, coinciden con una ofensiva de nuevos modelos que se prolongará hasta 2006 y que ha comenzado con la tercera generación del Astra. Esta ofensiva es el legado de su presidente, Carl-Peter Forster, que pasa a presidir las operaciones de la casa matriz General Motors Europa, a las órdenes de Fritz Henderson en el cuartel general de Zürich, anunció hoy el consorcio. Opel, cuyo presidente será Hans Demant, según la reestructuración hecha por la dirección de Opel y General Motors en Europa, ha puesto sus esperanzas en el nuevo Corsa, actualmente fabricado en exclusiva en la planta de Figueruelas (Zaragoza, España), que podrá verse en los escaparates a mediados de 2006. Este compacto compartirá la plataforma con el sucesor del Fiat Punto italiano, que ya estará en el mercado a mediados de 2005, dentro del programa de cooperación Powertrain, concertado entre la casa italiana y General Motors. Powertrain es una empresa mixta con unos 20.000 empleados y una producción anual de unos 5 millones de motores y otros 5 millones de cajas de cambio, cuyo centro de desarrollo está en Rüsselsheim. La producción se reparte entre esta fábrica, Bochum y Kaiserslautern.