"¡Son demasiado tontos para la democracia!". Así o parecidos son muchos de los comentarios en Twitter y Facebook sobre el resultado del referendo turco del domingo pasado (16.4.2017) sobre la reforma constitucional en Turquía. El resultado: el 51,4 por ciento votó "sí”. La indignación en las redes sociales es grande, donde se critica además a los verdaderos objetores turcos a la política de integración alemana. Las responsabilidades se lanzan de un lado para otro. Las emociones se canalizan a través de absurdas exigencias como las "expulsiones en masa a Turquía”.

 

Más información:

Dossier: Turquía, una elección determinante

 

¿De qué estamos hablando? Un par de cifras

-En Alemania viven alrededor de 2,9 millones de personas de procedencia turca. De estas, 1,4 millones tienen derecho a voto.

-De los 1,4 millones de personas con derecho a voto, casi la mitad votó, es decir, casi 700.000 personas.

-El 63 por ciento votó "sí". En cifras absolutas, menos de 450.000 votaron "sí”.

"Los votos a favor de Alemania representan el 0,2 por ciento del resultado total", dice Yunus Ulusoy, investigador de la institución "Centro de Estudios Turcos e Investigación sobre Integración” en Essen.

¿Quiénes votaron "sí"?

"Hombres, sobre todos hombres mayores", cree el sociólogo Detlef Pollack de la Universidad de Münster. Hombres que ven en Recep Tayyip Erdogan a un dirigente que no se doblega ante Occidente. El referendo es, para muchos de los que votaron a favor, una cuestión de pragmatismo político. "El contenido político se vio empañado por el conflicto entre la UE y Turquía, entre la mayoría musulmana y una sociedad cristiana”, dice Pollack. El "sí” es, sobre todo, un "sí” al orgullo nacional, a la identidad turca y a la nacionalidad.

¿Quiénes son los que no votaron?

"Gente que no se interesa por la política en Turquía o la retórica plagada de odio de los últimos meses”, explica Ulusoy. Se trata, sobre todo, de gente joven. ¿Con desinterés por la política turca? "Creo que no", dice el sociólogo Pollack. Los que no votaron, piensa el experto, estaban indecisos y no sabían qué hacer.

¿Están mal integrados los que votaron "sí”?

"No”, subraya Ulusoy, pensar así sería muy simple. Él habla de un vínculo emocional muy fuerte de muchos turco-alemanes hacia su patria. "Muchos se han llevado su georreferencia política a Alemania. Como muchos de los trabajadores proceden de las zonas rurales pobres turcas, significa que muchos son conservadores y religiosos”. El motivo más importante es el mismo Erdogan, piensa Ulsoy. Mientras que en Alemania se cuestiona el deseo y la capacidad de integración de los turcos, Erdogan se dirige a ellos de forma positiva.

Pollack ve en las personas que votaron a favor como una muestra de protesta y señal hacia occidente. "Tómennos en serio y no dejen de lado nuestras necesidades”, explica.

Más de 400.000 personas votaron a favor de un sistema político autoritario en su país. Esta decisión es de por sí muy complicada de entender. "No deberíamos olvidarnos de que muchos turco-alemanes no han seguido a Erdogan, a pesar de sus campañas, intimidaciones y acoso. Deberíamos también pensar en esas personas”, dice Pollack. Se trata de la mayoría de turcos con derecho a voto en Alemania.

Julia Vergin (RMR/DZC)