¡Muéstrame tu celular y te diré quién eres!
31 de agosto de 2017El joven dijo que huyó de Aleppo. En otoño de 2015 llegó a la frontera entre Austria y Baviera. No podía presentar una tarjeta de identidad. La había perdido, dijo. Pero todavía tenía su teléfono móvil. En la fase más fuerte de llegadas de refugiados, los funcionarios fronterizos no tenían mucho tiempo para controlar las identidades. La mayor parte pudo cruzar la frontera sin mayores problemas. ¿Quién podría haber controlado si el joven realmente hablaba el árabe típico de Siria? De hecho, el supuesto refugiado de la guerra civil siria era un marroquí que había cruzado el Mediterráneo para luego mezclarse con los refugiados sirios en la ruta de los Balcanes.
El teléfono móvil sabe más que un pasaporte
Este caso es ficticio, pero sucedió de manera similar miles de veces. La cuestión del origen es muy importante porque decide sobre la posibilidad de solicitar asilo. Los sirios pueden quedarse, los marroquíes no. Marruecos es considerado un país seguro. Relativamente tarde se preguntan los políticos si el teléfono móvil podría ser examinado para comprobar cómo, cuándo y desde dónde una persona llegó a Alemania.
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Durante mucho tiempo, el gobierno federal alemán evitó el tema. Pero ahora, la Oficina Federal para la Migración y los Refugiados (BAMF) tiene el permiso de escanear los datos de los teléfonos móviles para aclarar la identidad. Pero los abogados de los refugiados, los protectores de datos y las organizaciones humanitarias ya advierten sobre los peligros. Para ellos se trata de una intrusión masiva en el derecho a la privacidad. Sin embargo, para Jutta Cordt, jefa de la oficina federal, es algo que ya se debería haber hecho hace mucho tiempo.
Datos personales en una caja fuerte digital
Según Cordt, el teléfono celular se escanea pero luego los datos se guardan en una caja fuerte digital. Sólo en el caso de una duda sobre el origen del solicitante se utilizaría el teléfono como fuente de información.
La Supervisora Federal de Protección de Datos discrepa y considera que ese procedimiento podría violar la Constitución. Según ella, en los teléfonos móviles se encuentran muchos datos personales, por ejemplo sobre personas no involucradas como abogados, dice Andrea Voßhoff.
La jefa de la BAMF argumenta que en una prueba en una oficina de la BAMF, la mayoría de los solicitantes de asilo habían proporcionado voluntariamente sus teléfonos móviles.
Pero aún así, las autoridades no puedan estar seguras. El solicitante podría entregar cualquier móvil que no sea el suyo. Si se produce un engaño, el derecho al asilo puede ser retirado. Sin embargo, eso sucede raras veces. En 2016 sólo se retiraron en menos de 400 casos los derechos de asilo en Alemania.
Autor: Volker Wagener (GG/VT)