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Refugiados: la redistribución no es la solución

3 de julio de 2017

Italia está sobrecargada y llamó a otros países de la UE a aceptar más refugiados del Mediterráneo. Desde el punto de vista de Roma es comprensible, pero no es la solución al problema, opina Christoph Hasselbach.

Mittelmeer Flüchtlingsboot
Imagen: Getty Images/AFP/A. Solaro

Todo el que exija una distribución equitativa de los refugiados entre los estados miembros de la UE seguro que cuenta con el apoyo de la política y de la canciller alemana. Sin embargo, también contribuiría a agravar el problema, puesto que el flujo de refugiados de África a Europa aumentaría todavía más.

Actualmente, pocos de los africanos que llegan a Europa son deportados, incluso aunque no tengan derecho de asilo. Los países de origen no cooperan con las autoridades porque no tienen interés en que vuelvan sus ciudadanos. A partir de una estancia "tolerada”, en algún momento podrán conseguir la residencia permanente. El derecho de asilo no estaba pensado para eso, pero la realidad es que, quien consigue llegar a Europa, tiene oportunidades para quedarse y aprovechar las prestaciones estatales que ofrece este rico continente.

Política de compasión insuficiente

¿Se podría considerar la huida como algo reprobable por esas razones? Por supuesto que no. Es absolutamente comprensible que la gente salga hacia Europa aunque solo sea por escapar de la miseria económica. Sin embargo, la compasión no puede ser la base de la acción política. Más bien habría que tener en cuenta las cifras y prever cómo se desarrollará la migración en las próximas décadas.

Christoph Hasselbach, de DW. Imagen: DW/M.Müller

También habría que entender las recientes declaraciones del ministro de Población de Nigeria, Rakiatou Kaffa-Jackou, con motivo de la cumbre de la Unión Africana: "El objetivo no es reducir la tasa de natalidad”. Una tasa que, en su país, está en más de siete niños por mujer.

Actualmente, la población africana tiene pobres perspectivas económicas. Según los pronósticos de la ONU, su número de habitantes casi se cuadruplicará hasta llegar a los 4.500 millones de personas a finales de siglo. En comparación, la UE solo tiene 500 millones de habitantes y con tendencia a la baja.

Aumenta la radicalización política

Alemania registró la llegada de más de un millón de personas durante la actual crisis de los refugiados. En otros países de la UE  fueron cientos de miles. Esta cifra parece baja si la comparamos con el aumento de la presión demográfica en África. Pero la xenofobia ha aumentado enormemente en toda Europa y en todas partes han subido los partidos de derecha. Por ahora, parece que se han estancado, pero solo porque el éxodo de refugiados de 2015/16 también se ha calmado.

Sin embargo, la migración incontrolada sigue llegando e incluso aumenta. Esta vez, a través del Mediterráneo.  Si fuese por las organizaciones de ayuda, se prestarían a aumentar sus intervenciones de salvamento (aunque realmente no es una salvación, sino una parte del ciclo del contrabando de personas). Si se distribuyen los refugiados por toda Europa, bajaría la presión para poder pensar en cómo proceder.

Europa debe retomar la iniciativa

¿Hay alguien que se detenga  a pensar en lo que supondría otra ola masiva de inmigración no deseada en vista de la radicalización política y las tensiones sociales?  ¿Alguien piensa qué nos quedaría de una Unión Europea, que ya está de por sí está dividida ante esta pregunta?  Hasta la misma Angela Merkel prometió que 2015 no podría ni se volvería a repetir. ¿Pero también se pregunta cómo garantizar eso mientras se opone a que se levanten las fronteras?

Europa tiene que volver a recuperar la iniciativa en este tema. La decisión de quién puede vivir aquí no debería recaer en manos de traficantes de personas. Por eso, los migrantes que cruzan el Mediterráneo no deberían ser traídos automáticamente a Europa. Si la ruta del Mediterráneo estuviese bloqueada podríamos detenernos a pensar sobre un reparto equitativo dentro de la Unión Europea.

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