El plan de Angela Merkel de reducir el número de refugiados tiene muchos puntos flojos. En el plano internacional, entre otras cosas, se deben llevar a cabo las conversaciones sobre Siria, además es necesario firmar un acuerdo con Turquía y adelantar el diálogo bilateral con los países del norte de África para combatir las causas de la emigración. Todo esto es muy complejo y lleva tiempo.

En el plano europeo, Merkel quiere asegurar las fronteras exteriores, establecer puntos de registro y acordar con los socios de la UE un sistema de distribución. Pero hay una resistencia masiva de los socios de la UE. Por lo menos, Merkel logró una corrección de las leyes de asilo en Alemanis y unificar el registro nacional. Pero un segundo paquete de reformas está estancado en el Parlamento desde mediados de noviembre.

Actualmente siguen llegando unos 2.000 solicitantes de asilo al día, sobretodo a la frontera bávara con Austria. Mientras Austria ha impuesto un límite anual, Merkel insiste en una "solución paneuropea", sin límites. Un punto que pertenece a su "Plan A".

Mensaje comprendido

En esta brecha se ubica la propuesta de Julia Klöckner con su llamado "Plan A2". La directora del partido cristiano-demócrata (CDU) de Renania-Palatinado propone, entre otras cosas, "centros fronterizos de acogida" y cuotas diarias de refugiados. Una vieja propuesta de sus colegas bávaros en cuyas "zonas de tránsito" los refugiados que tienen pocas posibilidades de recibir asilo en Alemania serían internados por corto tiempo y luego devueltos a sus países de origen.

El proyecto de Klöckner no es una propuesta real contra la política de refugiados de Merkel. Su relación con la canciller es demasiado estrecha como para hacerlo, ya que sería una traición. La propuesta de Klöckner debe verse en el contexto de la actual campaña electoral. Y aunque aún lidera en las encuestas, la victoria no está asegurada en las elecciones regionales en siete semanas en Renania-Palatinado.

Una propuesta así busca aumentar su presencia en los medios de comunicación. Klöckner misma dice apoyar firmemente la política de Merkel, "pero no debemos depender del consentimiento de todos los miembros de la UE, si no que hay que considerar qué podemos hacer a nivel nacional”, aseguró Klöckner.

Un mejor registro

El portavoz del Ministerio del Interior dio a entender algo importante a la prensa este lunes: en términos de organización, podrían ser registrados actualmente en la frontera bávara hasta 3.500 refugiados. Así se acabaría con la "inmigración descontrolada" a Alemania, al menos en teoría.

Sin embargo, todavía hay un número no preciso de entradas ilegales por la frontera verde que no son registrados. Los refugiados registrados permanecerían en campamentos especiales, hasta poder ser distribuidos a todo el país.