Vuelve a Afganistán mulá Baradar, posible próximo presidente
17 de agosto de 2021
Baradar Akhund, jefe talibán en Catar, que había salido de la prisión en Pakistán, gracias a Trump, llegó a Afganistán tras declarar el fin de la guerra y la victoria. Baradar se perfila como posible presidente talibán.
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Mulá Abdul Ghani Baradar, también llamado Baradar Akhund, llegó a Afganistán proveniente de Doha, en donde estaba al frente de una delegación de alto nivel de los talibanes. "Llegó a última hora de la tarde al aeropuerto de Kandahar en Afganistán", aseguró el portavoz político insurgente, Naeem Wardak, en Twitter. El jefe de la oficina política de los insurgentes en Catar fue recibido en Kandahar por "unidades especiales de protocolo", según había adelantado un miembro de la sección de medios de los talibanes, Muhammad Jalal, mientras la misma oficina aclaró que la delegación viajará luego a Kabul.
Esta sería aparentemente la primera vez desde la caída del régimen talibán con la invasión estadounidense en 2001, que una delegación de tan alto nivel de los talibanes viaja a Afganistán, y es muy significativo que su primer destino no sea Kabul, sino la meridional Kandahar, cuna del movimiento talibán.
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Baradar: "...debemos mostrar humildad ante Alá"
Este viaje se produce solo un día después de que el propio mulá Baradar declarase en un discurso el fin de la guerra de Afganistán con la victoria de los insurgentes, un logro inesperado por su rapidez y que se completó el domingo con la huida del presidente afgano, Ashraf Ghani, y la toma incruenta de Kabul.
"Hemos alcanzado una victoria que no se esperaba (...) debemos mostrar humildad ante Alá", dijo entonces en un mensaje en vídeo el ex número dos del movimiento insurgente en la primera declaración pública de un líder talibán tras la conquista del país.
Baradar se refirió a este momento histórico tras la victoria insurgente como "el momento de la prueba. Ahora se trata de cómo servimos y protegemos a nuestra gente, y de cómo aseguramos su futuro, para ofrecer una buena vida lo mejor que podamos", añadió.
Trump presionó a Pakistán para que sacara de la cárcel a Baradar
Tras la detención de Baradar en Pakistán en 2010, Estados Unidos presionó para su liberación en 2018. Según el enviado especial de Trump, Zalmay Khalilzad, la administración estadounidense pidió entonces a Pakistán que liberara a Baradar porque supuestamente tenía fama de "ser más abierto y más propenso a defender soluciones de paz”.
Portavoz talibán: "La guerra terminó, todo el mundo queda perdonado"
Los talibanes anunciaron el martes que la guerra terminó en Afganistán y decretaron un perdón general, en su primera rueda de prensa tras haber tomado el control de Kabul.
"La guerra terminó (el líder de los talibanes) perdonó a todo el mundo", declaró el portavoz de los rebeldes, Zabihullah Mujahid. "Nos comprometemos a dejar trabajar a las mujeres de acuerdo con el respeto de los principios del islam", añadió.
Los talibanes de nuevo en el palacio presidencial
Los talibanes tomaron el domingo el control de Kabul después de que sus combatientes entraran en la capital sin encontrar resistencia, y con casi todas las provincias bajo su control. Desde entonces los talibanes han tratado de demostrar que nadie debe temer su llegada al poder, y han insistido en que han perdonado a todos aquellos afganos que trabajaron del lado de los "invasores" o el Gobierno afgano durante estos veinte años de guerra.
En el segundo día hoy de Kabul bajo control insurgente, la ciudad empezó a despertar tímidamente, volviendo la vida a la capital con el tráfico y la apertura de algunas tiendas, mientras la población aún desconfía de la intención final de los insurgentes.
Incluso las mujeres, aunque con vestimenta mucho más conservadora que de costumbre, empezaron a salir a las calles, e incluso se pudo ver a una presentadora de televisión entrevistar a un talibán, algo imposible durante el régimen insurgente entre 1996 y 2001, cuando relegaron a las mujeres al interior del hogar.
El colapso del país ocurrió en cuestión de semanas, después de que en mayo las fuerzas de Estados Unidos y de la OTAN comenzaran la fase final de la retirada, entregando todas sus bases militares a los afganos.
jov (efe, n-tv)
Las numerosas prohibiciones que los talibanes imponen a las mujeres
Durante el primer gobierno talibán, mostrar los tobillos, reírse o salir solas de casa eran motivo suficiente para que las mujeres fueran castigadas. Los matrimonios forzados son un peligro latente para las niñas.
Imagen: Paula Bronstein/Getty Images
Combatientes talibanes en Afganistán
RAWA (Revolutionary Association of the Women of Afghanistan) es una organización fundada en 1977 para promover los derechos de las mujeres en Afganistán. Su papel cobra especial importancia ahora que los talibanes volvieron al poder. Estos reducen el rol de las mujeres hasta casi convertirlas en meros objetos. RAWA recopiló algunas de las prohibiciones impuestas por los radicales.
Imagen: Mohammad Asif Khan/dpa/AP/picture alliance
Borradas de la esfera pública
Esta fotografía se ha convertido en un símbolo del cambio de gobierno. Para los talibanes, las mujeres no juegan ningún rol en la esfera pública. Si bien hoy se presentan como moderados ante los ojos del mundo, la represión contra estudiantes y trabajadoras ha comenzado en algunas provincias. Una de las prohibiciones impuestas es que no puede haber imágenes de mujeres ni en revistas ni en tiendas.
Imagen: Kyodo/dpa/picture alliance
Las mujeres no se educan
En mayo de 2012, los talibanes tirotearon a Malala Yousafzai en Pakistán por pelear por el derecho de las niñas a recibir educación. A estos integristas les parece innecesario que las mujeres se eduquen, y a partir de los 10 años tienen prohibido ir a la escuela. No hablemos ya de la universidad. Durante el primer gobierno talibán (1996-2001), muchas escuelas se convirtieron en seminarios.
Imagen: Paula Bronstein/Getty Images
¿Modelos? Ni soñarlo
Los pantalones acampanados o los zapatos con taco alto están vedados, porque un varón no debe oír los pasos de una mujer. Las mujeres tampoco pueden usar vestimentas coloridas, porque para los talibanes los tonos vistosos son "sexualmente atractivos". Es decir, una escena como la de la foto, de un desfile de modas en Kabul en agosto de 2017, sería imposible hoy por hoy en Afganistán.
Imagen: picture-alliance/Photoshot
Nada de uñas pintadas ni maquillaje
Según RAWA, durante el primer gobierno talibán hubo reportes de mujeres a las que les fueron amputados los dedos por haberse pintado las uñas. Ellas tampoco pueden maquillarse o usar cosméticos, y si no se atienen a las estrictas normas de vestir de los talibanes, corren el riesgo de ser azotadas en público, como ocurrió ya en el pasado y como muchas temen que vuelva a ocurrir.
Imagen: Getty Images/AFP/R. Conway
Nada de TV y nada de tobillos
Todas las prohibiciones descritas fueron impuestas por los talibanes entre 1996 y 2001, y nada hace pensar que eso no volverá a suceder. Según el criterio de los radicales, las mujeres no tienen derecho a tener presencia en radio, TV ni en reuniones públicas. De hecho, no pueden siquiera escuchar música. En la foto, la presentadora Karishma Naz, que comete otro pecado: muestra los tobillos.
Imagen: picture-alliance/AP/R. Maqbool
Adiós a las bicicletas
En el primer régimen talibán, las mujeres tenían prohibido montar en bicicleta o en motocicleta. Si querían viajar en bus, debía ser en buses solo para ellas, pues no tenían permitido mezclarse con varones en el transporte público. Y si por alguna razón necesitaban un taxi, debían tomarlo en compañía de su mahram, una suerte de cuidador que debe ser un familiar cercano (padre, hermano o esposo).
Imagen: DW/A. Akramy
A los talibanes no les gustan las deportistas
Por cierto, las mujeres tampoco tienen derecho a participar en actividades deportivas o pertenecer a un club. Incluso hubo épocas durante el régimen talibán en que las castigaban por asomarse a la ventana o salir al balcón. Actividades como el montañismo practicado por Fatima Sultani (en la foto) probablemente dejarán de ser posibles ahora en Afganistán.
Imagen: Mohammad Ismail/Reuters
¿Podrán seguir trabajando fuera de casa?
Salvo algunas doctoras para atender a mujeres (pues ellas no pueden ser tratadas por médicos varones), los talibanes prefieren no ver a nadie del sexo femenino trabajando. Y si bien el 17 de agosto de 2021 llamaron a las funcionarias a presentarse en sus puestos, está por verse cuántos derechos les van a reconocer en ese campo. En la foto, la periodista Anisa Shaheed.
Imagen: Mortaza Behboudi/DW
Reducidas a la invisibilidad
La lista de prohibiciones es larga y los castigos son palizas públicas. Las mujeres deben usar un velo que las cubra completamente, no pueden salir solas ni estrechar la mano a un varón. Las lapidaciones por adulterio eran pan de cada día. Las mujeres incluso tenían vedado reír fuerte o ser fotografiadas. Además, muchas veces eran forzadas a casarse, incluso siendo niñas.
Imagen: Mary Evans Arichive/imago images
Mujeres de armas tomar
A la luz de la vida miserable a la que se vieron sometidas por los talibanes, muchas mujeres tomaron las armas para enfrentarlos. En la provincia de Ghor se montó una milicia femenina para frenar a los integristas, mientras que en Charkint, la gobernadora (una de las tres de Afganistán) Salima Mazari formó milicias que contuvieron a los talibanes hasta después de la caída de Kabul.
Imagen: Presseabteilung des Gouverneurs der Provinz Ghor