El "brexit", la migración y la seguridad fueron algunos de los principales temas del debate televisivo protagonizado por los representantes de los grandes partidos británicos y emitido en la noche de este miércoles (31.5.2017) por la BBC. La primera ministra Theresa May no asistió a la discusión. En el primer duelo de cara a las elecciones del 8 de junio, celebrado en Cambridge, se escucharon críticas a la política de ahorro del Gobierno conservador y a la ausencia de May.

El líder laborista, Jeremy Corbyn, prometió llevar adelante una política que sirva a "la masa, no a unos pocos" y propuso introducir mayores impuestos para los ricos, para financiar el restante 95 por ciento de la población y obtener fondos para salud y educación. Corbyn se sumó a los representantes del Partido Liberal Demócrata, los Verdes, el Partido Nacional Escocés (SNP), el partido galés Plaid Cymru y los euroescépticos del Ukip para atacar la política de ajuste de los tories.

Los opositores estuvieron también de acuerdo en que se necesitan más fondos para la seguridad interna y la policía, sobre todo tras el atentado de Mánchester. La ministra de Interior Amber Rudd, que asistió al debate en representación de la jefa de Gobierno, estuvo en general a la defensiva. Criticó los planes sociales de Corbyn y aseguró que May es la única que podrá obtener el mejor resultado para el Reino Unido en las próximas negociaciones de salida con la Unión Europea (UE).

May había defendido previamente su rechazo a participar en debates televisivos antes de las elecciones. "Creo que los debates en los que los políticos riñen entre ellos no hacen nada por el proceso de campaña electoral", dijo a periodistas mientras realizaba campaña en la ciudad de Bath, al oeste de Londres. "Se trata de salir a hacer cosas, encontrarse con los votantes y escucharlos de manera directa", consideró la primera ministra. Varios líderes de la oposición se burlaron de May por no participar en el debate.

La mayoría de las encuestas le dan entre el 43 y el 45 por ciento de los apoyos a los tories, con una ventaja de 12 puntos sobre los laboristas. La ley electoral británica beneficia al partido mayoritario: sólo el que gana en un distrito obtiene escaño en el Parlamento. En total, en Reino Unido hay 650 distritos electorales. (dpa)