Reino Unido suspende el "fracking" por miedo a sismos
2 de noviembre de 2019
El Gobierno británico anunció que pone fin de momento a su apoyo a la fracturación hidráulica ("fracking") para la extracción de gas o petróleo por la imposibilidad de predecir los seísmos que pueda ocasionar.
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El Gobierno británico anunció el sábado (2.11.2019) una moratoria sobre la fracturación hidráulica ("fracking"), una técnica para extraer gas de esquisto del subsuelo, debido al riesgo de temblores sísmicos. La ministra de Empresa y Energía, Andrea Leadsom, dijo haber tomado la decisión a raíz de un informe del regulador del sector, la Autoridad de Petróleo y Gas (OGA), que investigaba la actividad sísmica reciente cerca de Preston New Road, en la región de Lancashire, un lugar donde se practica la fracturación hidráulica.
"Tras examinar el informe de la OGA (...), está claro que no podemos excluir más consecuencias inaceptables para la población local", declaró Leadsom en un comunicado. "Por esta razón, he concluido que deberíamos instaurar una moratoria sobre la fracturación hidráulica en Inglaterra con efecto inmediato", agregó. El Gobierno dijo que no dará luz verde a nuevos proyectos de "fracking" "a no ser que se proporcionen nuevas pruebas convincentes".
El proceso de fracturación hidráulica consiste en crear fisuras subterráneas e infiltrar en ellas una mezcla de agua, arena y productos químicos para permitir la extracción de gas o petróleo del interior de la roca. Una técnica polémica por su impacto ambiental que ha provocado protestas de las poblaciones afectadas y de los ecologistas. La asociación Greenpeace ha expresado su satisfacción por el anuncio del Gobierno, realizado al comienzo de la campaña para las elecciones legislativas del 12 de diciembre, y ha elogiado "el gran mérito de los activistas de base en todo el país". El Reino Unido había apoyado esta técnica con la esperanza de reducir su dependencia del gas, importado principalmente de Noruega y de Catar.
MS (afp/efe)
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Los últimos glaciares sudamericanos
¿Cuánto hielo han perdido en los últimos años? Un estudio de investigadores alemanes y latinoamericanos da cuenta de la gravedad del proceso, que se comprueba en un recorrido por algunos glaciares de la región.
Imagen: FAU/David Farías
Sobreviviendo al cambio climático
El hielo se derrite y el agua se acumula en la superficie del glaciar. La imagen del Perito Moreno, en Argentina, se repite en otros glaciares sudamericanos. Altas temperaturas y bajas precipitaciones, entre otros factores, han acelerado el retroceso. Un estudio de glaciólogos alemanes y latinoamericanos determinó cuánta masa han perdido en los últimos años.
Imagen: FAU/Matthias Braun
Glaciares bajo la lupa
En la Patagonia argentina, las grietas llenas de agua en el glaciar Upsala, el tercero más grande de Sudamérica, dan cuenta de la situación. Para calcular el balance de masa, esto es cuánto perdió o ganó el glaciar en determinado período, los investigadores compararon imágenes generadas por satélites de radar entre 2010-2015 de todas las masas de hielo, desde Venezuela a Tierra del Fuego.
Imagen: FAU/Pedro Skvarca
Campos de Hielo, Patagonia
La mayor pérdida de masa de glaciares sudamericanos se registró en las más grandes extensiones heladas, en la Patagonia: Campo de Hielo Norte, de 4.000 kilómetros cuadrados de superficie, y Campo de Hielo Sur, de 13.000. En el período analizado, la masa se redujo alrededor de 19,3 kilómetros cúbicos de hielo por año. El monte Fitz Roy, en el límite entre Argentina y Chile, es testigo.
Imagen: FAU/Christian Sommer
Perito Moreno, Argentina
El majestuoso glaciar Perito Moreno es uno de los mayores atractivos turísticos de la Patagonia, en Campos de Hielo Sur. La pérdida media de los glaciares de esta zona así como de Campos de Hielo Norte, en el período analizado, equivale a un adelgazamiento glaciar promedio de 85 centímetros por año.
Imagen: FAU/Matthias Braun
Glaciar Grey, Chile
La causa de la gran pérdida de hielo en la Patagonia no sólo se debe a factores climáticos, sino también a adaptaciones dinámicas de posición. El glaciar Grey, en Campos de Hielo Sur, alimenta el lago del mismo nombre, en el parque Torres del Paine.
Imagen: FAU/Matthias Braun
Agonizantes en los Andes tropicales
Si bien los glaciares del norte de Sudamérica se encuentran seriamente amenazados y varios ya han desaparecido, el estudio mostró que en el período analizado han perdido algo menos de masa de lo que se pronosticaba. Con todo, en las cumbres de la Sierra de Mérida en Venezuela (foto), el último glaciar del país desaparecerá dentro de los próximos años.
Imagen: public domain
Cotopaxi, Ecuador
El Cotopaxi, ubicado en el volcán del mismo nombre, es uno de los glaciares tropicales que todavía sobreviven. El estudio dirigido por Matthias Braun, de la Universidad de Erlangen-Núremberg, mostró que en el período evaluado los hielos de los Andes tropicales tuvieron un adelgazamiento glaciar promedio de 40 centímetros por año, esto es menos de lo que se había pensado.
Imagen: FAU/Matthias Braun
Cordillera Blanca, Perú
En Perú, la Cordillera Blanca se vio menos afectada que otras zonas, como la Cordillera Real en Bolivia. Al ser realizado con la misma metodología, el estudio de balance de masa de todos los glaciares sudamericanos permite análisis más consistentes. Para los científicos es importante conocer estos valores, no sólo la superficie del glaciar, que es algo más fácil de medir.
Imagen: FAU/Matthias Braun
Tocllaraju, Perú
Similar es el análisis para el glaciar Tocllaraju, de 6000 metros de altura, en la Cordillera Blanca de los Andes, en Perú. Aunque menos de los esperado, el estudio confirma el retroceso que vienen sufriendo los glaciares tropicales en forma continua. Datos preocupantes si se considera el aporte que representan en riego y agua potable para los poblados vecinos.
Imagen: FAU/Matthias Braun
Volcanes vecinos
En primer plano, el volcán chileno Parinacota, de 6300 metros de altura, y más atrás, el Sajama, de 6500, en Bolivia. Glaciólogos pronostican que los hielos ubicados a grandes alturas, si bien seguirán perdiendo masa, debieran mantenerse por lo menos durante los próximos cien años.
Imagen: FAU/Matthias Braun
Coropuna, Perú
A pesar de su altura por sobre los 6300 metros, los nevados en torno al volcán Coropuna, en la región de Arequipa, siguen disminuyendo. Sobre todo en períodos secos, los glaciares son una fuente de irrigación fundamental para las comunidades vecinas. Si desaparecen, también se acaba esta reserva de agua.
Imagen: FAU/Matthias Braun
Andes centrales
Esta perspectiva aérea de los Andes centrales, zona fronteriza de Chile y Argentina, muestra un complejo panorama. El estudio mostró un adelgazamiento glaciar promedio en los Andes centrales de 10 centímetros por año. Aunque el valor no es muy alto, en comparación con otras regiones, confirma la preocupante tendencia. Entre las consecuencias está, además, el riesgo de aluviones.
Imagen: FAU/Matthias Braun
El Morado, Chile
Junto al glaciar El Morado, cercano a Santiago de Chile, la laguna proglaciar se incrementó en un cien por ciento durante el último período seco, de 2010 a 2015, debido al derretimiento del hielo. Los glaciares son sensibles indicadores del cambio climático y sus consecuencias.
Imagen: FAU/David Farías
Glaciar Mocho, Chile
Más al sur, en las masas de hielo ubicadas entre la zona central de los Andes y la Patagonia, como el glaciar Mocho, en la región de Los Ríos, se registraron menos cambios en el período medido. Algo similar ocurrió en Tierra del Fuego, donde incluso algunos hielos mostraron avances.