Seis años después del inicio de la invasión de Irak, el Ejército del Reino Unido puso hoy fin a su misión en la base militar de Basora, en el sur del país, con el traspaso de las tareas a las tropas estadounidenses un mes antes de lo previsto.

Entre tanto, en Londres, el primer ministro británico, Gordon Brown, y el jefe de gobierno iraquí, Nuri al Maliki, presidieron una conferencia para atraer inversiones en Irak. Ambos mandatarios suscribieron para ello una "Declaración de Amistad, Asociación y Cooperación". Irak y Reino Unido iniciarán una nueva "asociación entre iguales", dijo Brown.

La retirada de los 3.700 soldados británicos arrancará en los próximos días y concluirá el 31 de julio. Luego sólo quedarán en el país 400 uniformados que entrenarán a las fuerzas de seguridad iraquíes. La misión no siempre fue fácil, explicó Brown, pero hoy Irak es "una historia de éxito y eso también se lo debemos a los esfuerzos de las tropas británicas".

En la guerra de Irak murieron 179 soldados británicos desde que comenzó la ofensiva, en marzo de 2003.

DPA