La subasta para indemnizar a chilenos que fueron abusados sexualmente siendo niños es la primera reparación obtenida del patrimonio del enclave alemán. Un gran avance en justicia, aseguran víctimas y abogados a DW.
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"El dinero no borra los recuerdos, pero sí nos va a ayudar a tratar de olvidar y terminar esta lucha de tantos años. Estamos felices porque es un gran paso, algo histórico", dice con emoción Johan Cisternas. Él es uno de los beneficiarios del remate de terrenos de la ex Colonia Dignidad , con que se pagarán indemnizaciones a un grupo de chilenos que, de niños, fueron abusados por Paul Schäfer, el líder de la secta alemana en Chile.
Han pasado 26 años desde que, junto a sus familias, presentaron las primeras denuncias por abuso sexual, violación y secuestro. En 2013, la Corte Suprema confirmó las condenas contra Schäfer y otros jerarcas. Como parte de una demanda civil presentada por 11 víctimas, la justicia ordenó a Villa Baviera, como se conoce actualmente la colonia, pagar una indemnización equivalente hoy a más de un millón cuatrocientos mil euros.
Durante estos años, la administración no cumplió con el pago y además realizó numerosas acciones legales para dilatar y suspender la subasta de cuatro propiedades, correspondientes a unas 3.700 hectáreas, que son parte de un acuerdo que firmó con el fisco chileno para hacer frente a las indemnizaciones.
La primera parcela, de 1.025 hectáreas, fue subastada en 897 millones de pesos (casi un millón de euros), el viernes pasado (10.06.2022), en un tribunal de Parral, jurisdicción donde se ubica la colonia. Esta es la primera vez que se indemniza a víctimas de Colonia Dignidad recurriendo al patrimonio de la excolonia. Es un hecho histórico y no solamente es satisfactorio en cuanto a las sumas que se pagan sino también al hecho simbólico de tocar la base material de la colonia", dice Winfried Hempel, abogado de un grupo de víctimas y también excolono.
"Estamos tranquilos y satisfechos porque, por fin, se concretó algo. Es un cierre de ciclo", señala Cristóbal Parada, también víctima. Durante esta larga batalla judicial, dos de las víctimas fallecieron. Demandantes y familiares formaron la Agrupación de ex Niños Víctimas de Colonia Dignidad, que estuvo presente en el juzgado de Parral junto a Hempel y al abogado Hernán Fernández, quien los representó en las causas penales.
Fernández destaca la acción de estas familias: "Es una larga lucha de más de veinte años, que logró terminar con la impunidad de Colonia Dignidad. Los niños y sus familias hicieron lo que dos Estados Chile y Alemania— nunca habían logrado. Con este remate, se reparan los daños y se hace justicia con esa lucha que implicó valor y valentía".
Una infancia marcada por los abusos
En la década de 1990 la colonia comenzó a invitar a actividades recreativas y educativas a niños de familias pobres de la zona. Al principio, iban los fines de semana, pero pronto se fueron quedando por temporadas más largas e ingresaron al "internado permanente" para chicos de entre 7 y 12 años.
Colonia Dignidad: crónica de una secta
Durante más de cuatro décadas, un asentamiento alemán en el sur de Chile fue escenario de brutales crímenes, sin que este país ni Alemania intervinieran para detenerlos. Esta es la historia de Colonia Dignidad.
Imagen: Picture alliance/dpa/M. Hernandez
El líder, Paul Schäfer
Todo comenzó en Siegburg con la Misión Social Privada, una obra benéfica surgida en la Alemania de post guerra. Su líder espiritual, Paul Schäfer (1921-2010), atrajo a cientos de seguidores. Huyendo de acusaciones de pedofilia, abandonó Alemania en 1961. Lo acompañaron más de 200 personas, entre ellas varios niños cuyos padres fueron engañados para autorizar el viaje.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/N. Pisarenko
Una colonia alemana en el sur de Chile
El grupo viajó a Chile, donde compró un terreno cerca de Parral, unos 300 km al sur de Santiago, y fundó la Sociedad Benefactora y Educacional Dignidad. Así nacía Colonia Dignidad, una comunidad dedicada a labores agrícolas, que construyó casas, una escuela, un hospital y también cercos y un férreo sistema de vigilancia para impedir el contacto con el exterior.
Imagen: Picture alliance/dpa/M. Hernandez
Vida de secta
Pronto se sumaron nuevos seguidores llegados de Alemania, atraídos por el sueño de una tierra próspera donde comenzar una nueva vida. La colonia llegó a tener unos 300 miembros. Allí las familias eran separadas: hombres, mujeres y niños vivían en casas diferentes. Se trataba de un sistema altamente jerárquico y dominador, en que cualquier disidencia era castigada.
Imagen: picture-alliance /dpa/Villa Baviera
Riqueza construida con trabajo esclavo
La vida estaba dedicada al trabajo, sin derecho a sueldo, descanso ni vacaciones. Los colonos sufrían castigos físicos y sicológicos, y quienes se rebelaban eran drogados para que se mantuvieran sumisos. Con las ganancias, Schäfer y sus cercanos compraron más propiedades, maquinaria y sofisticados sistemas de seguridad. El patrimonio incluía 16 mil hectáreas y cuentas en el extranjero.
Imagen: picture-alliance/dpa/EPA/EFE/M. Ruiz
Abuso sexual
Para los chilenos, la colonia representaba el ideal del alemán esforzado y trabajador. Al interior de la secta, en tanto, Schäfer instauró un macabro sistema para dominar las voluntades y abusar sexualmente de niños. Cuando los alemanes crecieron, comenzó a invitar al internado o actividades de fin de semana a niños chilenos de familias pobres de la zona, de quienes continuó abusando.
Imagen: picture-alliance/dpa/O. Schmid
Prisión infranqueable
Escapar de Colonia Dignidad era casi imposible. Implicaba superar altas rejas, el río, los perros y férreos sistemas de vigilancia. Además, los colonos habían entregado sus pasaportes, no sabían español ni conocían la zona. Quienes lograban llegar a la embajada alemana en Santiago, eran devueltos a la colonia. Algunos se retractaban bajo engaños o amenazas, o se les atribuían problemas mentales.
Imagen: picture-alliance/dpa/epa/M. Ruiz
Wolfgang Kneese, el primer fugado
El primero en lograr huir de la secta, después de tres intentos que le valieron torturas y persecución judicial, fue el joven Wolfgang Kneese. En 1967 regresó a Alemania, donde denunció los crímenes que se cometían en la colonia. En 2008 recibió la Cruz Federal al Mérito (Bundesverdienstkreuz) por su infatigable búsqueda de justicia y respeto a los derechos humanos de las víctimas de la secta.
Imagen: picture-alliance/dpa/J.Carstensen
Fachada idílica
A pesar de las tempranas denuncias y del revuelo en la prensa, las autoridades de Chile y Alemania no reaccionaron. La colonia proyectaba una idílica imagen con su hospital benéfico, el coro y el restaurant externo en la localidad de Bulnes, con cecinas y pastelería alemana. Al interior, los crímenes continuaron y se agregaron nuevos, como la fabricación y el tráfico de armas.
Imagen: Archivo Villa Baviera
Adopciones irregulares
Con engaños como darlos por muertos ante sus padres, unos 20 niños chilenos fueron adoptados en forma irregular. Recibieron nombres alemanes, aprendieron el idioma de los colonos y debieron trabajar como esclavos. A la izquierda, Rafael Labrín, quien creció como Dieter Scholz. Junto a él otras víctimas: la ex colona Astrid Tymm y Johan Cisternas, quien de niño asistía a actividades en la colonia.
Imagen: FDCL/J. Stehle
Colaboración con la dictadura
Colonia Dignidad cooperó con la DINA, la policía secreta de la dictadura de Augusto Pinochet, de varias formas. Según consta en expedientes judiciales, aquí fueron detenidos, torturados y asesinados prisioneros políticos. Se calcula que los cuerpos de unas 100 personas habrían sido enterrados en fosas, luego exhumados y hechos desaparecer definitivamente. Los familiares continúan la búsqueda.
Imagen: AFDD Talca
El fin de Schäfer
Con la vuelta a la democracia, en 1991 el presidente Aylwin le quitó la personalidad jurídica a Colonia Dignidad, la que comenzó a llamarse Villa Baviera. Vinieron denuncias de abuso sexual de chilenos contra Schäfer y se destaparon los crímenes. Varios jerarcas fueron condenados; Schäfer huyó en 1997 y se escondió en Argentina. Fue detenido en 2005, condenado en Chile y murió en prisión en 2010.
Imagen: picture-alliance/dpa
El médico de la colonia
Mano derecha de Schäfer, el Dr. Hartmut Hopp era el ministro de relaciones exteriores de la colonia. Un privilegiado que fue enviado a estudiar a Estados Unidos y dirigía el hospital. Condenado como cómplice de abuso de menores, huyó a Alemania y vive libremente en Krefeld. La justicia alemana rechazó ejecutar la condena chilena y cerró investigaciones propias por no encontrar prueba de delito.
Imagen: picture-alliance/dpa/M. Agost
Culpas, castigos y compensaciones
Junto con reconocer su responsabilidad moral, Alemania ha ofrecido un fondo de ayuda de hasta 10 mil euros para cada ex colono afectado, lo que las víctimas consideran insuficiente. En Chile, donde sí ha habido condenas a victimarios, un grupo de afectados anunció una demanda contra el Estado en la que exige cada uno un millón de dólares de reparación.
Imagen: FDCL e.V.
El futuro y la memoria
Después de la partida de Schäfer comenzó un proceso de apertura. Unos 200 miembros abandonaron el enclave; algunos se quedaron en Chile y muchos regresaron a Alemania. Junto con justicia y reparación, los afectados exigen que Villa Baviera deje de ser un centro turístico, con hotel y restorán, y se convierta en sitio de memoria, donde se conozca la verdad y se honre a las víctimas.
Imagen: Winfried Hempel
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Allí permanecían incomunicados viviendo con los alemanes. Muy pronto, estuvo claro que se trataba de un régimen de esclavitud y abuso. "Estudiábamos solo un par de horas y el resto del día teníamos que salir a trabajar como el resto de los alemanes, recolectando frutos o trasladando tubos de regadío en verano… eran jornadas laborales de 13, 14 horas o más", relata Jaime Parra. Recuerda que eran medicados con drogas que los mantenían sometidos y tranquilos.
Se convertían en "Sprinter" de Schäfer, como eran llamados sus ayudantes cercanos. Los abusos se realizaban con la complicidad de colaboradores del líder, que le llevaban a los niños a sus dependencias. Cuando las madres querían recuperar a sus hijos, la colonia se negaba, inventaba excusas o los escondían y los llevaban a otras zonas del país. Solo con acciones legales y de la Policía lograron recuperarlos, y aun así sufrieron amenazas y amedrentamientos.
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¿Se abre la puerta para nuevas indemnizaciones?
En su época de mayor auge, la colonia llegó a tener 17 mil hectáreas, además de varias empresas. "Con los años, ha vendido e hipotecado buena parte para hacer frente a deudas y hoy cuenta con entre siete mil y ocho mil hectáreas. Con este remate, que se adjudicó una empresa forestal, pierde más de un 15 por ciento de sus propiedades", señala Hempel.
Es un golpe para Villa Baviera, hoy dedicada a negocios agrícolas, forestales y de turismo y hotelería. Todavía hay otras tres propiedades destinadas a indemnizaciones que se irán subastando sucesivamente hasta cubrir la deuda total. "La colonia pecó de soberbia. Ahora estos terrenos están saliendo a precio de remate y si hubiera pagado las indemnizaciones no los hubiera perdido", afirma el abogado.
Las parcelas destinadas a remate no incluyen sectores habitados o de actividad comercial, por lo que no afectarían directamente la vida y los negocios en Villa Baviera, aunque verá mermado su patrimonio. Este es un tema sensible para otros grupos de víctimas que tienen la esperanza de recibir reparaciones, como los colonos y excolonos alemanes que trabajaron como esclavos durante décadas, sin recibir sueldo ni jubilación. "Ahora les toca a los niños víctimas de la violencia sexual de Schäfer y mañana les tocará a otras víctimas", espera Hempel.
En el asentamiento fundado en 1961 se cometieron numerosos crímenes por varias décadas, sin que los estados de Chile y Alemania los detuvieran. Entre otros, abuso sexual de menores, trabajo esclavo, medicación forzada, tráfico de armas, desalojo de campesinos de la zona, y tortura, asesinato y desaparición de prisioneros políticos de la dictadura.
El pago de esta primera indemnización es un acto de justicia para quienes, con sus denuncias y acciones judiciales, permitieron la liberación de las víctimas de la secta, y forzaron la huida de Schäfer y su posterior detención en Argentina. Cisternas confía en que su lucha lleve a otros a seguir este camino: "Como agrupación, queremos seguir ayudando a otros que viven lo mismo y no se atreven a hablar. Y también en la colonia hay muchos que son víctimas y no se atreven a decirlo".
Las reparaciones no cambian el pasado, pero pueden ayudar a enfrentar el futuro, dice Jaime Parra: "Fue tan horrible todo lo que vivimos en la colonia, que es imposible olvidarlo. La herida sigue abierta, los recuerdos siguen vivos, es un trauma que no se supera. Esta indemnización significa un empujón más para salir adelante".
Las próximas subastas se realizarán en una fecha próxima en forma sucesiva, hasta completar el pago total de la indemnización adeudada. Cada víctima recibirá aproximadamente unos cien millones de pesos, es decir, poco más de cien mil euros. Junto con ello, indica Fernández, "queda pendiente la reparación de las demás victimas que también fueron dañadas por la colonia y por la ineficacia de los Estados". (rml)
Colonia Dignidad: Luchadores por la verdad, la justicia y la memoria
Desde diferentes frentes, muchas personas, algunas anónimas, han trabajado y lo siguen haciendo por esclarecer lo ocurrido, perseguir a los culpables, proteger a las víctimas y elaborar la memoria histórica.
Imagen: Margarita Maino
Amnistía Internacional y las primeras denuncias
En 1977, la sección alemana de Amnistía Internacional (AI) publicó un folleto que denunciaba por primera vez que Colonia Dignidad era un campo de detención y tortura de la dictadura y recogía testimonios de las víctimas. En una maniobra habitual, la secta demandó a AI y consiguió que no se informara sobre el tema. Entre los autores de la publicación estaban Dieter Maier y Jürgen Karwelat.
Imagen: Archiv FDCL
Prisioneros políticos
El folleto de AI recogió testimonios de Adriana Bórquez, Erick Zott y Luis Peebles, quienes estuvieron detenidos en el enclave alemán y sufrieron horribles vejámenes y torturas. La secta colaboró estrechamente con la DINA, la policía secreta de la dictadura. En la imagen, Adriana Bórquez (abajo, izquierda) junto a miembros de la Asociación por la Memoria Colonia Dignidad.
Imagen: Asociación por la Memoria y los Derechos Humanos Colonia Dignidad
Dieter Maier, investigador
A partir del activismo y la publicación del folleto de Amnistía Internacional en los 70, el alemán Dieter Maier se ha dedicado a investigar y ha escrito varios libros sobre Colonia Dignidad. Es uno de sus grandes conocedores de este caso y con su divulgación ha ayudado a comprenderlo mejor, denunciar sus horrores y destacar el valor de las víctimas.
Imagen: MMDH
Wolfgang Kneese
Como primer fugado de Colonia Dignidad, tras varios intentos y enfrentando peligros, en 1966 dio la alarma sobre los crímenes que allí ocurrían, pero fue atacado por la secta y muchas veces sus denuncias fueron desacreditadas. Desde Alemania ha luchado por dar a conocer la verdad sobre la secta y ha revelado la complicidad de ésta con grupos poderosos.
Imagen: picture-alliance/dpa/J.Carstensen
Los niños y las madres que cambiaron la historia
En 1996, un grupo de madres de familias humildes de la zona de Colonia Dignidad se atrevió a denunciar a Paul Schäfer en la justicia por abuso sexual y secuestro de sus hijos. El jerarca debió esconderse y luego huir de Chile, al tiempo que era buscado por la policía. El valor de los niños y las familias permitió liberar a muchas víctimas y comenzar un proceso de apertura.
Imagen: Archivo Villa Baviera
Luis Henríquez, el detective que persiguió a Schäfer
Como jefe de una unidad de la Policía de Investigaciones (PDI), el detective Luis Henríquez recibió las primeras denuncias por abuso sexual de menores en la década de 1990. Junto a los detectives Marisol Villanueva y Sandro Gaete dirigió las pesquisas y encabezó allanamientos en Villa Baviera, como se llama actualmente, en búsqueda del líder de la secta, Paul Schäfer.
Imagen: Asociación por la Memoria y los Derechos Humanos Colonia Dignidad
En la justicia chilena
El primero que dictó una orden de detención contra el líder de Colonia Dignidad, Paul Schäfer, fue el juez de Parral, Jorge Norambuena. Gerardo Bernales, de Talca, estuvo a cargo del proceso por torturas de prisioneros políticos. Actualmente la ministra en visita Paola Plaza (foto), de la Corte de Apelaciones de Santiago, está a cargo de las causas por violaciones a los derechos humanos.
Imagen: Poder Judicial - Chile
Hernán Fernández, abogado
En 1996 fue contactado por primera vez por una de las madres de los niños chilenos abusados en Colonia Dignidad por Paul Schäfer. Pronto se convirtió en el representante de un numeroso grupo de familias y ex colonos víctimas de la secta, por quienes ha luchado los últimos 25 años en búsqueda de justicia y reparación. En 2008, el gobierno alemán le otorgó la Cruz Federal al Mérito.
Imagen: Victoria Dannemann/DW
El golpe periodístico
Tras 15 meses de investigación, un equipo del programa Contacto de Canal 13, encabezado por la periodista Carola Fuentes, logró encontrar al prófugo más buscado de Chile. Paul Schäfer había escapado en 1997 y se había refugiado en una finca en las afueras de Buenos Aires, donde fue detenido por el comisario Salvador Bellusci y un grupo de la policía argentina en 2005.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/N. Pisarenko
Iván Cáceres, arqueólogo
Como parte de las investigaciones judiciales, el arqueólogo Iván Cáceres desarrolla trabajos de prospección arqueológica, sondeos y excavaciones desde 2005 en los terrenos de la ex Colonia Dignidad. Junto su equipo, busca información sobre el destino final de los desaparecidos en este lugar. Para ello, también han realizado numerosas entrevistas a ex jerarcas y colonos.
Imagen: Iván Cáceres
Winfried Hempel, ex colono y abogado
Nació y vivió hasta los 20 años en Colonia Dignidad y fue uno de los primeros que tuvieron la oportunidad de salir a estudiar fuera del enclave. Hoy, como abogado, representa a ex colonos y otras víctimas y exige el esclarecimiento de los crímenes. Encabeza una millonaria demanda contra el Estado de Chile por su responsabilidad en no haber protegido a los habitantes de la colonia.
Imagen: AFDD Talca
Abogados en Alemania: Petra Schlagenhauf y Andreas Schüller
Petra Schlagenhauf representa a familiares de detenidos desaparecidos y a ex colonos como Gudrun Müller y su marido Wolfgang (ya fallecido), los primeros en acusar en Alemania al ex médico Hartmut Hopp por medicación forzada y lesiones corporales graves. El Centro Europeo de Derechos Constitucionales y Humanos (ECCHR), con Andreas Schüller, también se ha hecho parte en acciones legales.
Imagen: DW/E. Usi
Mariela Santana, abogada
La abogada chilena Mariela Santana representa a víctimas de violaciones de los derechos humanos y a familiares de detenidos desaparecidos en Colonia Dignidad. De acuerdo con testimonios, en el enclave alemán habrían sido asesinados y hechos desaparecer unos cien opositores a la dictadura. Santana trabaja junto a las víctimas para que la verdad sea conocida y los culpables, condenados.
Imagen: Hugo Catalán Flores
Myrna Troncoso y la AFDD
Como coordinadora de las Agrupaciones de Familiares de Detenidos Desaparecidos del Maule (AFDD), región donde se encuentra Colonia Dignidad, Myrna Troncoso ha denunciado la ineficiencia de la justicia chilena y alemana y exigido avances en la búsqueda de sus seres queridos. Su hermano Ricardo fue secuestrado y desapareció en 1974.
Imagen: FDCL e.V.
La búsqueda de la familia Maino
Junto a su familia, Margarita Maino (foto) no ha descansado desde la detención y desaparición de su hermano Juan. Su rastro se pierde, junto con el de Elizabeth Rekas y Antonio Elizondo, en Colonia Dignidad. Aquí se encontró enterrado el motor del auto de Maino. Fueron condenados por homicidio calificado miembros de la DINA y jerarcas de Colonia Dignidad.
Imagen: Margarita Maino
Asociación por la Memoria y los Derechos Humanos Colonia Dignidad
La Asociación, que se formó en 2014 y preside Margarita Romero, reúne a ex prisioneros políticos, familiares de detenidos desaparecidos, investigadores, activistas y abogados de causas de violaciones a los derechos humanos. Una de sus iniciativas, con la Universidad de Chile, es un archivo de testimonios audiovisuales de víctimas y personas relacionadas con la colonia.
Imagen: Asociación por la Memoria y los Derechos Humanos Colonia Dignidad
Evelyn Hevia y el hospital de la colonia
Desde el Instituto de Estudios Latinoamericanos (ILA) de la Universidad Libre de Berlín, la psicóloga e historiadora chilena Evelyn Hevia estudia la historia del hospital de Colonia Dignidad. Es la primera vez que se investiga este espacio en particular, lugar de crímenes, pero también factor de integración en la sociedad. Su revisión ayuda a comprender mejor esta organización.
Imagen: Evelyn Hevia Jordán
Oral History Archiv Colonia Dignidad
Un equipo de investigadores de la Universidad Libre de Berlín está desarrollando la plataforma de entrevistas “Colonia Dignidad. Un archivo de historia oral chileno-alemán”, financiado por el Ministerio de Exteriores alemán. Los 60 testimonios son un aporte al establecimiento de una política de memoria sobre la secta.
Imagen: FU Berlin
Jan Stehle, investigador
Por medio de la investigación de la historia y los crímenes de Colonia Dignidad, el alemán Jan Stehle ha evidenciado las fallas de la diplomacia y la justicia alemanas. Su libro “Der Fall Colonia Dignidad” explica el caso y plantea la necesidad de políticas de esclarecimiento, justicia y reparación en Chile y Alemania.
Imagen: privat
Colonia Dignidad Public History Blog (CDPHB)
La investigadora alemana Meike Dreckmann-Nielen creó y mantiene el Blog de Historia Pública Colonia Dignidad (CDPHB), una plataforma de información, creación de redes y discusión. A través de entrevistas y análisis con los protagonistas de esta historia, víctimas y estudiosos, acerca la investigación en torno a la cultura de la memoria y la historia de la secta. https://colonia-dignidad.com/
Imagen: Meike Dreckmann-Nielen/CDPHB
Por un sitio de memoria en Colonia Dignidad
Encomendados por la Comisión Chile-Alemania Colonia Dignidad, un equipo binacional de expertos, formado por Elke Gryglewski, Jens-Christian Wagner (ambos en la foto), Elizabeth Lira y Diego Matte elaboraron un concepto de sitio de memoria en el enclave, que representa a los diversos grupos de víctimas. Ahora los gobiernos deben impulsar las acciones para llevarlo a cabo.