El ministro de Relaciones Exteriores de Rumania, Teodor Melescanu, renunció este martes (18.11.2014) tras sólo una semana en el cargo, y asumió así la responsabilidad por los problemas registrados para votar en los consulados del exterior en las elecciones presidenciales del domingo 16 de noviembre.

El presidente electo, Klaus Iohannis, cuestionó al jefe de la diplomacia por los disturbios registrados en algunos países. En París y Turín la policía utilizó gases lacrimógenos para reprimir a los rumanos que exigían ingresar al consulado en esas ciudades europeas para depositar su voto.

Malescanu, de 74 años, había asumido el cargo tras la renuncia de su antecesor, Titus Corlatea, que dejó el puesto por los problemas registrados en la primera vuelta. Miles de rumanos no pudieron votar en la primera vuelta de los comicios el 2 de noviembre, porque los consulados no fueron capaces de gestionar la avalancha de votantes.

Los opositores acusan al gobierno socialista de haber dificultado a propósito la votación porque la mayoría de los rumanos en el exterior no apoyaba a la izquierda. Unos cuatro millones de rumanos viven en el exterior, la mayoría de ellos en Italia y España. (dpa)