Los extranjeros que lleguen a República Checa a partir de mañana lunes tendrán que presentar un test PCR reciente, a no ser que hayan recibido ya la dosis de refuerzo contra el COVID-19.

La medida, que busca limitar la expansión de la variante ómicron del coronavirus, no afecta a los propios checos, a los residentes en el país, temporales o permanentes, ni a los los menores de 18 años, para los que basta si tienen la pauta completa de inmunización.

La obligación se aplica a las llegadas desde todos los países, informó este domingo (26.12.2021) Radio Praga. Quien no esté vacunado deberá presentar un segundo test PCR a más tardar siete días después de haber entrado en el país. La información se puede consultar en el sitio web del Ministerio de Exteriores checo.

El Gobierno también ha decidido que entre el 29 de diciembre y 2 de enero no podrán reunirse más de 50 personas en celebraciones o reuniones y que sólo cuatro personas, sanadas o vacunadas contra el COVID-19, podrán sentarse en la misma mesa en los restaurantes si no son de la misma familia. (efe/radio.cz)