República Dominicana da nacionalidad a cientos de apátridas
10 de agosto de 2020
Un decreto del presidente Danilo Medina superó una sentencia con la que se afectó directamente a decenas de miles de hijas e hijos de personas haitianas, que nacieron en República Dominicana, pero que quedaron apátridas.
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El Gobierno dominicano concedió la nacionalidad a 750 descendientes de personas haitianas, en el primer proceso de naturalización de personas que habían sido desnacionalizadas por medio de una polémica sentencia promulgada en 2013, según trascendió este domingo (09.08.2020).
La concesión de la nacionalidad se materializó vía un decreto firmado por el presidente Danilo Medina, el pasado 16 de julio y que no había sido dado a conocer hasta este domingo, cuando fue publicado por medios locales. La polémica se remonta a 2013, cuando el Tribunal Constitucional decidió que las hijas e hijos de personas extranjeras indocumentadas que nacieron en el país no son dominicanos, lo que provocó el rechazo de gran parte de la comunidad internacional y dividió a la opinión publica nacional.
La sentencia se aplicó de forma retroactiva a quienes hayan nacido después de 1929 y afectó directamente a decenas de miles de hijas e hijos de haitianos, muchos de los cuales se quedaron apátridas en ese momento, puesto que nunca habían solicitado la nacionalidad haitiana.
Las críticas internacionales suscitadas por la resolución llevaron a las autoridades dominicanas a elaborar una ley en 2014 con la que ofrecieron la nacionalidad a una minoría de afectados, los que ya tenían documentos de identidad dominicanos. En ese grupo se inscriben las 750 personas beneficiadas por el decreto dado a conocer este domingo. Sin embargo, la activista Ana María Belique, de la ONG Reconoci.do, dijo que "más de 8.000 personas" solicitaron recuperar la nacionalidad, por lo que "muchos siguen esperando".
En tanto, la ley de 2014 estableció una segunda categoría: la de las hijas e hijos de personas extranjeras que nunca han tenido documentos dominicanos. Para este grupo, se creó un plan de regularización de extranjeros, que les abre las puertas a solicitar un permiso de residencia en el país y obtener una cédula que les reconoce como haitianos.
El Gobierno de Medina consideró la cuestión migratoria zanjada con la ley de 2014 y desde entonces considera que ya no hay apátridas en el país. No obstante, el tema ha enfrentado al país con la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH), que ha condenado a Santo Domingo por deportar a dominicanos de ascendencia haitiana y ha fallado a favor de dos niños desnacionalizados. Sin embargo, las autoridades dominicanas han rechazado aplicar esas sentencias, negando que la CorteIDH tenga competencia en casos derecho a nacionalidad.
ama (efe, Diario Libre, El Pregonero)
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Haití, entre el caos y los intentos de resurgir
Tras el devastador terremoto de Haití en enero de 2010, las donaciones fluyeron en miles de millones. Diez años después, la pobreza y la corrupción dominan los titulares del Estado caribeño. Pero hay esperanza de cambio.
12 de enero de 2010, poco antes de las 5 de la tarde: La tierra tiembla en el pequeño país que comparte la isla con República Dominicana. Intesidad de 7.0 en la escala de Richter. En algunos lugares se derrumbó el 90% de los edificios. Al menos 200.000 personas mueren y más de un millón se quedan sin hogar. Con 6.600 millones de dólares, los daños superan el producto interno bruto del país.
Imagen: AP
Catástrofe en el país de las crisis
Enero de 2011: Cruces en una fosa común cerca de la capital Puerto Príncipe. El terremoto golpeó a un país ya de por sí en crisis: en 2010, Haití era -y sigue siendo- el país más pobre del hemisferio occidental, sufriendo de sobrepoblación y corrupción. Los desastres naturales no son raros. Una epidemia de cólera que siguió al terremoto mató a miles de personas más.
Imagen: A.Shelley/Getty Images
Solidaridad global
Un momento de diversión en un campamento para víctimas del terremoto, construido en 2010 con la ayuda de la ONU, ONGs y particulares: el dinero fluyó desde todo el mundo para la reconstrucción. A nivel local, muchas organizaciones de ayuda han hecho un trabajo eficaz, construyendo casas, por ejemplo, dice a DW Bert Hoffmann, politólogo del Instituto Leibniz de Estudios Globales (GIGA).
Imagen: AP
Ayuda que destruye
Las donaciones de alimentos de Estados Unidos ayudaron a los afectados a corto plazo, explica Hoffmann. "Pero a largo plazo, el arroz gratis de EE.UU. ha llevado a los productores de arroz de Haití a una masiva bancarrota. Este tipo de ayuda no ha creado estructuras sostenibles para el país y ha aumentado la dependencia".
Imagen: AP
La crisis después de la crisis
Esperando trabajo: diez años después del terremoto, la calidad de vida de la mayoría de los haitianos ha empeorado. Más de la mitad de la población vive por debajo del umbral de pobreza de 2 dólares estadounidenses al día. Según la ONG alemana “Welthungerhilfe”, el 35% depende de las donaciones de alimentos. La ONG Médicos sin Fronteras demanda una atención médica básica adecuada.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/R. Blackwell
Protestas mortales
El desempleo masivo, la inflación, el crimen y el nepotismo han llevado a los haitianos a las calles durante el último año y medio, como aquí en noviembre de 2019, donde los enfrentamientos entre la policía y los manifestantes cobraron muchas vidas. "El peligro de una guerra civil está creciendo en Haití", advierte Pirmin Spiegel, director general de Misereor, una organización alemana.
Imagen: imago images/Agencia EFE/J. M. Herve
El presidente Moïse no quiere irse
Jovenel Moïse (centro), ocupa el cargo desde febrero de 2017. Entre otras cosas, se le acusa de haber malversado miles de millones de un fondo de solidaridad venezolano. Pero él se niega a renunciar. Cuando el parlamento se reúna de nuevo este 13 de enero, el mandato de la mayoría de los miembros habrá expirado, y Moïse podría teóricamente gobernar por decreto.
La oposición está fragmentada, pero los activistas quieren seguir luchando por el cambio. "Necesitamos un gobierno que responda a nuestras necesidades", dice Rese Domini (foto), de 31 años, de la organización MONEGAF. La activista Velina Charlier, de 39 años, le dijo a DW en diciembre que pidió "la renuncia de Moïse, un proceso anticorrupción y un cambio radical del sistema".
Imagen: Reuters/V. Baeriswyl
"Europa calla "
Mientras tanto, las organizaciones de ayuda humanitaria hacen un llamamiento a la comunidad internacional para que actúe. La ayuda alimentaria debe dar prioridad a los productos locales "para impulsar la economía nacional", declaró Welthungerhilfe en noviembre. Alemania y la Unión Europea también deben trabajar por un cambio político en Haití, exigió el director de Misereor.
Diciembre 2019, Puerto Príncipe: Dos amigos en la playa. La crisis actual no debe ocultar el hecho de que hay "muchas estructuras familiares y locales en Haití que funcionan", dice el politólogo Hoffmann. El Estado caribeño no es "un infierno en la tierra". Es un país muy pobre, pero generalmente pacífico y con una gran cultura. (jov/eal)