El informe de un grupo de trabajo bipartidista dio decenas de recomendaciones, incluyendo la creación de una instancia de reacción rápida para evitar los genocidios, además de un nuevo consejo de derechos humanos. Por otra parte, se opuso a la creación de una fuerza militar permanente de la ONU.

"La necesidad de reforma interna nunca ha sido tan apremiante", dijo el informe.

"Si queremos que las Naciones Unidas se recuperen de sus dificultades presentes, el liderazgo de Estados Unidos será indispensable para concretar el cambio", agregó.

El reporte se conoce después de una serie de escándalos en las Naciones Unidas, que abarcaron desde abusos sexuales por parte de las fuerzas de paz, hasta denuncias de corrupción en el programa de petróleo por alimentos para Irak, que es objeto de muchas investigaciones.

El documento no llegó a respaldar la legislación propuesta por los republicanos para vincular las reformas de la ONU con el dinero que debe girar Estados Unidos al organismo mundial.

Pero dijo que sin reformas profundas en las Naciones Unidas, serán aún mayores los desafíos para la seguridad internacional y el desarrollo.