No todo lo bueno tiene que ser nuevo. Y así como la industria convencional experimenta un auge, el mercado para máquinas y plantas de fabricación usadas quiere elevar su atracción y participar también del impulso económico. Para eso está concebida la RESALE, feria de máquinas usadas más grande del mundo que abrió sus puertas este 18 de abril en Karlsruhe, en el sur alemán.

Hasta este viernes 526 expositores ofrecen maquinaria de segunda mano. El evento espera la visita de unas 10.000 personas provenientes de más de cien países. Los organizadores son optimistas y confían en superar los 170 millones de euros en ventas logrados en 2006.

“Si la economía marcha bien, la demanda de máquinas sube”, dice Jens Nagel, gerente de la Asociación alemana para el Comercio de Exportación ((BDEx), por su sigla en alemán. “Las máquinas de segunda mano son solicitadas, sobre todo, en los países emergentes”, agrega Nagel.

Mercado de pulgas de maquinaria pesada

Las esperanzas del sector alemán que ofrece maquinaria usada están puestas en Asia, en donde las economías experimentan un repunte, sobre todo las integrantes del grupo de naciones del sureste asiático reunidas en ASEAN, (Association Of Southeast Asian Nations).

Pero no sólo los asiáticos aprovechan “el mercado de las pulgas para maquinaria pesada”. También los árabes y los nuevos países del Este europeo que recién adhirieron a la Unión Europea aprovechan la oferta de máquinas en buen estado pero a precios más bajos.

El sector es mucho más activo de lo que se presume. El mercado mundial de maquinaria usada mueve anualmente alrededor de 100 mil millones de euros. No en vano los visitantes de RESALE no son curiosos sino comerciantes o industriales con fines concretos de compra.

“Máquinas de segunda bajan costos”

Muchos son los fundadores de empresas de países en desarrollo que aprovechan la feria internacional de maquinaria usada para empezar con la producción. Pero también algunas organizaciones de ayuda al desarrollo e incluso empresas de los países industrializados se abastecen con máquinas de segunda mano.

Algunos encuentran en la feria RESALE una solución rápida al daño súbito de máquinas o la suplencia temporal de nuevas máquinas pedidas pero que se demoran en ser entregadas o instaladas. Pero también hay industriales de todos los países que prefieren utilizar máquinas usadas en sectores en donde la producción no amerita más altos costos.

Compradores del exterior

En muchas partes del mundo hay gran interés por RESALE. Por lo que no sorprende que el 70 por ciento de los compradores provengan del exterior. En la antesala de la edición 2007 de RESALE entre los países que están más interesados en adquirir maquinarias de segunda mano en Alemania se cuentan Irán, Turquía, China, Sir Lanka, Egipto y Argelia. Pero también Rusia, Polonia, Bielorrusia y Serbia, como dice Florian Hess, organizador de dicha feria.

En venta desde máquinas para producir yogurt hasta robots

Las máquinas pesadas y plantas de fabricación en venta no son sólo de origen alemán. Francia e Italia están representados por 36 expositores cada uno. Suiza, Gran Bretaña y Holanda le siguen.

Entre los tipos de máquinas de segunda mano ofrecidas en Karlsruhe el mayor número es para la producción o tratamiento de metales. El resto de máquinas usadas es para la producción de plásticos y alimentos y el tratamiento de maderas. También hay plantas completas de medición y control de productos, así como para los sistemas de basuras y reciclaje. Y en venta hay hasta robots pensionados pero activos.