Se trata principalmente de hondureños y guatemaltecos que intentaban llegar a Estados Unidos y que dos conductores, ahora detenidos, transportaban de forma irregular.
Publicidad
Más de 100 migrantes centroamericanos que viajaban hacinados en la parte trasera de un camión, entre ellos varios niños, fueron hallados el sábado por la Policía mexicana en el estado de Veracruz, en el este del país. Aunque no hay cifra oficial, los medios locales este domingo (20.08.2017) informan de 115 migrantes (algunos medios elevan la cifra a 126) entre hondureños y guatemaltecos, quienes viajaban en el vehículo de forma ilegal con el propósito de llegar a los Estados Unidos. Durante el operativo se detuvo a las dos personas que transportaban a los migrantes, entre los que había 41 niños y 19 mujeres.
El gobernador de Veracruz, Miguel Ángel Yunes, dijo en una conferencia de prensa que su gobierno trabaja en una estrategia de seguridad para hacer frente a al tema migratorio y el aumento de este tipo de hallazgos en el estado. "En los últimos días han sido detenidos varios vehículos en los cuales se detectaron personas que eran trasladadas en condiciones infrahumanas y queremos evitar este hecho delictivo y proteger a quienes se encuentran en este estado", señaló.
Debido a su ubicación, México es un país de tránsito para miles de migrantes provenientes de Centroamérica y Sudamérica que buscan llegar a Estados Unidos, algunos huyendo de la violencia de sus propios países y otros en busca de oportunidades de trabajo. Para cruzar el territorio mexicano, los extranjeros suelen pagar hasta 10.000 dólares a traficantes de personas para llegar hasta la frontera norte. Sin embargo, muchos son abandonados a su suerte o estafados durante el recorrido.
LGC (dpa/Reuters)
Música que cuenta las penurias de la migración
En la Documenta 14, el artista mexicano Guillermo Galindo quiere hacer oír la historia de los migrantes. Para esto recolectó objetos abandonados en las rutas de la migración y los transformó en instrumentos musicales.
Imagen: DW/Carlos Albuquerque
Objetos que hablan
Con su performance "Sonic Borders 2", Guillermo Galindo le cuenta al público parte de la vida de los migrantes. Ha recopilado objetos dejados por ellos en el camino, y los usa para crear música que representa la voz de esa gente. Para esto, cualquier objeto es válido.
Imagen: DW/Carlos Albuquerque
Botellas de agua
Por ejemplo, usa botellas para producir sonidos. Las que Galindo mostró fueron encontradas en una zona de Tejas, Estados Unidos, en la frontera con México. Dijo que podía imaginarse a los migrantes pasando por ahí, sufriendo y bebiendo el agua de esas botellas.
Imagen: DW/Carlos Albuquerque
Objetos con memoria
Su colección también tiene otro tipo de objetos. Entre ellos mostró una cacerola que fue donada por un campo de refugiados en Alemania, un remo de madera y un plato de metal encontrados en la playa en Lesbos, entre otros. Cada pieza guarda una historia personal.
Imagen: DW/C. Albuquerque
Evidencias de un naufragio
También presentó objetos encontrados a orillas de la isla de Lesbos, en Grecia, como estos restos de barcos que al parecer naufragaron. Ha recolectado igualmente un montón de ropa. Dice que lo que encontró en Grecia le recordó a lo que había visto en el desierto de California. Entre los migrantes de aquí y allá hay claras similitudes.
Imagen: DW/Carlos Albuquerque
Estas cuerdas también emiten voces
Esos barcos que naufragaron, Galindo los transformó en instrumentos de cuerdas. Esos sonidos representan para el atista la voz de los migrantes que nos cuentan sus historias y tristes travesías.
Imagen: DW/Carlos Albuquerque
No es arte, es evidencia
El artista no quiere llamarlo arte, solamente quiere mostrar evidencias de una realidad para que el público saque sus propias conclusiones. No quiere imponer ninguna posición política, solamente quiere hacer hablar a esos instrumentos que alguna vez fueron propiedad de quienes se pusieron en marcha, huyendo de la violencia o la pobreza.