Die Presse, de Viena: “La Unión Europea no sólo rescata a Irlanda, sino a los bancos, que guardan grandes cantidades de títulos irlandeses. Sobre todo títulos alemanes y británicos, ya que, de lo contrario, Gran Bretaña, que no es miembro de la UE, no estaría dispuesta a participar del paquete de rescate. En el caso de Grecia, la UE rescató en primer lugar a los bancos, también alemanes y, además, a los franceses. Y la historia continuará hasta el triste final del euro, si no se logra desatar este complicado nudo gordiano. (…) Dicho de otro modo: o encontramos rápidamente un camino que permita que vuelva la sensatez económica al sistema, es decir que, en caso de que un país caiga en bancarrota, los que paguen sean los países acreedores, lo cual obligaría a muchos a disciplinarse económicamente, o el experimento del euro terminará fracasando con enormes pérdidas para todos. No queda mucho tiempo para corregir el rumbo.”

“Caldo de cultivo para protestas populares”

De Volkskrant, de Amsterdam: “Se pudo rescatar a Irlanda con celeridad gracias al paquete de ayuda de la Unión Europea. Pero no se puede esperar que con esto se acaben los problemas. A los griegos y a los irlandeses les esperan largos años de medidas drásticas de ahorro, lo que es un caldo de cultivo para protestas populares. Cuando se producen las protestas, es fácil para los gobiernos culpar sin más de los conflictos sociales a la UE y al Fondo Monetario Internacional. Y, si no lo hacen, los partidos opositores están siempre a la orden para avivar los ánimos antieuropeos.”

“La espiral de la deuda”

Magyar Nemzet, de Budapest: “La política de endeudamiento la paga toda la Unión Europea. A Irlanda hubo que ponerla en cuarentena de lujo por el muy temido ‘efecto dominó'. (...) Varias de las potencias económicas de Occidente se hallan hoy frente al mismo dilema: si se deciden a tomar medidas de ahorro, la deuda decrece, pero esto resulta en mayores cuotas de desempleo y un período de recuperación más largo. En cambio, los programas de reactivación de la economía, que se ponen en marcha imprimiendo dinero sin garantías, hacen caer a los países afectados en una espiral de endeudamiento en la que, al final, los créditos sólo pueden pagarse tomando nuevos créditos.”

“20.000 euros por habitante”

Frankfurter Allgemeine Zeitung, de Fráncfort del Meno: “Cada ciudadano debe tener en cuenta la magnitud del riesgo al que se expone. Para el rescate de Irlanda y sus bancos se está hablando de garantías entre 80 mil y 90 mil millones de euros que, repartidos entre cada irlandés, suman 20.000 euros por cabeza. Esa suma corresponde a la deuda estatal por habitante que Alemania acumula desde los años 60, con la reunificación alemana y la crisis de los bancos inclusive. En Irlanda, a la deuda adquirida, se suman la actual deuda estatal y también los créditos hipotecarios extremadamente altos luego de la explosión de la burbuja inmobiliaria.”

CP/dpa

Editor: Pablo Kummetz