La Reserva Federal tomó una acción de emergencia masiva el domingo (15.03.2020) para tratar de ayudar a la economía a resistir el coronavirus, reduciendo su tasa de interés de referencia a casi cero y anunciando la compra de 700.000 millones de dólares en bonos del Tesoro e hipotecarios.

El sorpresivo anuncio de la Reserva Federal señaló su creciente preocupación de que el brote viral deprima el crecimiento económico en los próximos meses, causando probablemente una recesión, y que está dispuesta a hacer todo lo posible para contrarrestar los riesgos. Recortó su tasa clave en un punto porcentual completo a un rango entre cero y 0,25%.

La Reserva Federal comprará al menos 500.000 millones de dólares en valores del Tesoro y al menos 200.000 millones de dólares en valores respaldados por hipotecas. Esto equivale a un esfuerzo por aliviar las perturbaciones del mercado, que han hecho más difícil para los bancos y los grandes inversores vender los títulos del Tesoro, así como mantener bajos los tipos de interés de los préstamos a largo plazo.

Medidas buscan reforzar mercado financiero

En conjunto, las agresivas acciones de la Reserva Federal buscan mantener el funcionamiento de los mercados financieros y el flujo de préstamos a las empresas y los consumidores. De lo contrario, a medida que se agoten los ingresos de innumerables pequeñas empresas que han perdido repentinamente clientes, estos empleadores podrían verse obligados a despedir a los trabajadores o incluso a buscar protección contra la quiebra en algunos casos.

"Este es un momento de ruptura del cristal" para la Reserva Federal, dijo Mark Zandi, economista jefe de Moody's Analytics. "Están poniendo todo su empeño en esto. Mi sensación es que deben estar nerviosos por el mal funcionamiento del sistema crediticio. Están tratando de reforzar la confianza".

Al recortar su tasa de referencia a corto plazo y bombear cientos de miles de millones de dólares al sistema financiero, las medidas de la Reserva Federal del domingo recordaron las medidas de emergencia que tomó en el momento más álgido de la crisis financiera.

A partir de 2008, la Reserva Federal redujo su tasa clave a casi cero y la mantuvo allí durante siete años. El banco central ha devuelto ahora esa tasa -que influye en muchos préstamos al consumidor y a las empresas- a su nivel más bajo jamás alcanzado.

gs (ap, The Washington Post)

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