El diario alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung acota: "A lo mejor es el intento de la Unión Europea de aportar a la estabilización del Oriente Próximo sólo una ilusión. Un proceso de paz que puede ser descrito como el acontecer de una guerra. Un 'mapa de ruta' a la paz por donde circulan tanques de bombardeo no dan más que esa impresión.

El mensaje del embajador de Israel ante la Unión Europea que intenta evitar la bancarrota de la Autoridad Palestina es claro: '¡Váyanse a freír espárragos con la intención de evitar el caos en los territorios palestinos!'. En últimas, significa que este caos, culpable de que los palestinos no presenten un vocero aceptado por Israel, es bienvenido por los israelíes mismos. La Unión Europea, que reclama el reconocimiento de Israel y el cese de la violencia, haría muy bien aclarando que el respeto de los tratados y la disposición al diálogo también valen para Jerusalén".

Israel retiene el dinero de los palestinos

El periódico parisino Le Monde pregunta: "La irrupción violenta de las fuerzas israelíes en Jericó es una nueva etapa en la persistente destrucción de la Autoridad Palestina que ya puede declararse en bancarrota porque Israel le mantiene retenido el dinero que le pertenece para pagar escuelas y hospitales.

Los estadounidenses y europeos no encuentran nada de malo en cortarle el flujo de dinero a los palestinos, corriendo el riesgo de destruir el trabajo construido durante más de una década con considerables sumas de dinero de la Unión Europea. Esto sería agregarle otra crisis a la crisis existente y aumentar, innecesariamente, el odio hacia Occidente".

Libre mercado á la Washington

El rotativo británico Financial Times, de Londres advierte: "El ataque a la cárcel de Jericó le puede traer, a dos semanas de su elecciones algunos votos, de momento, a Ehud Olmert, el presidente israelí en funciones. La situación generado empero, puede desencadenar una espiral incontrolable de violencia.

El Occidente interesado en la estabilidad de Oriente Próximo, no puede subestimar las reacciones contraproducentes originadas en el mundo árabe. Sobre todo el repudio a la legítima elección de Hamás y la, absolutamente legal compra de puertos por parte de Dubai. Mientras Occidente pregona la democracia y el libre mercado, no le quiere reconocer a algunos esas virtudes".