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Retorno desesperado a Ramadi

Friedel Taube (ERC/DZC)28 de marzo de 2016

En entrevista con DW, el periodista alemán Uli Gack comparte su percepción de la situación en Irak, donde habló con algunas de las personas que regresan a Ramadi pese a que la ciudad quedó prácticamente inhabitable.

Imagen: picture alliance/AP Photo

Hans-Ulrich Gack, director del estudio de la televisora pública alemana ZDF en El Cairo, viajó a Irak recientemente con miras a hacer un reportaje sobre la situación de los desplazados y los refugiados en ese país, tan golpeado por sus conflictos internos y por los ataques de la organización terrorista que se autoproclama Estado Islámico. El periodista habló con algunas de las personas que regresan a Ramadi a pesar de que la ciudad quedó prácticamente inhabitable. En entrevista con DW, Gack comparte sus impresiones.

Deutsche Welle: ¿Qué nos puede decir de la gente que encontró en Ramadi?

Hans-Ulrich Gack: Se trata de sunitas que o se quedaron en la ciudad a pesar de los ataques de los que fue blanco o regresaron hace poco. Pero, en realidad, Ramadi sigue siendo un pueblo fantasma: está vacía, la ciudad está destruida, no hay infraestructura en pie, no hay agua ni electricidad. La ciudad es inhabitable. No obstante, los sunitas quieren que su gente regrese lo antes posible, quizás en abril mismo.

¿De dónde vienen los que regresan a Ramadi?

Hay grandes concentraciones de desplazados sunitas a las puertas de Bagdad. A ellos se les niega la entrada en la ciudad porque las autoridades chiitas temen que entre los desplazados haya muchos combatientes que cooperan con el Estado Islámico. Muchos de los desplazados quieren regresar para tener un techo sobre sus cabezas. Sin embargo, por lo que vi en Ramadi, sobrevivir allí es casi imposible.

El periodista Hans-Ulrich Gack, director del estudio de la televisora pública alemana ZDF en El Cairo, Egipto.Imagen: ZDF/R. Rossival

¿Qué tan devastada está Ramadi?

La mitad de la ciudad está destruida. Muchos edificios están minados. Líderes sunitas me contaron que habían detonado más de tres mil explosivos en pocos días. Pero es poco probable que hayan desactivado todas las minas plantadas en la ciudad. Muchos de esos dispositivos son concebidos de una manera tan perversa que lo más seguro sería dejar que los edificios exploten en lugar de procurar desactivar las minas.

¿Qué cuentan los testigos de los combates librados en Ramadi?

Ellos nos contaron que el Estado Islámico los usó como escudos humanos. Cuando el Ejército iraquí atacó y el EI emprendió la retirada, muchos civiles fueron obligados a mezclarse entre los terroristas para que el Ejército nacional no los atacara. Sin embargo, muchos civiles murieron y resultaron heridos. Algunos de ellos nos mostraron lesiones espantosas sufridas hasta por niños. El EI no tiene contemplaciones con la población civil.

¿Por qué regresan entonces voluntariamente a Ramadi?

Regresan debido a la desesperanza; ellos no saben donde más ir. No hay centros para refugiados ordenados, sino campamentos caóticos. La capacidad de asistencia de la ONU es muy limitada. De ahí que la gente retorne a sus ciudades de origen. Algunos me han dicho que, a pesar de todo, Ramadi es mucho mejor que los centros de refugiados. Desde luego, muchos se aferran a la ilusión de que sus casas siguen en pie.

¿Cuenta usted con que refugiados iraquíes en Alemania regresen voluntariamente a sus ciudades?

Algunos están tan decepcionados que han terminado por darle la espalda a Alemania. Pero cuando se riegue la voz entre los refugiados iraquíes de que la situación en su patria es catastrófica, lo más probable es que sólo un puñado insista en regresar. En cambio, el número de desplazados dentro del territorio iraquí sí que va a aumentar dramáticamente. De momento se orquestan operaciones para liberar a la ciudad de Mosul del EI.

La ONU cuenta con que 1,2 millones de personas abandonarán sus hogares en Mosul y las adyacencias para evitar ser víctimas de los combates por venir. Esos movimientos humanos van a ejercer una gran presión sobre Turquía, que es el destino recurrente de quienes intentan salir del país para luego encaminarse hacia Alemania. Creo que cabe esperar una nueva ola de refugiados proveniente de Irak.

Representantes de la ONU cuentan que no pueden dormir porque esperan que algo pase en Mosul en cualquier momento; ellos están esperando un desplazamiento de personas sin precedentes en Irak. En Mosul hablamos con personas desesperadas que tienen planeado huir hacia el norte del país, hacia Turquía o incluso hacia Siria. La situación en Mosul es simplemente catastrófica.


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