Reunión de alto nivel en París contra contaminación plástica
28 de mayo de 2023
Los países más ambiciosos contra el uso de plásticos buscan una postura viable ante esta amenaza para la salud y la biodiversidad.
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Las negociaciones sobre un futuro tratado internacional contra la contaminación plástica se reanudarán el lunes en París, donde 175 naciones con distintas ambiciones deben ponerse de acuerdo sobre el primer esbozo de un texto muy esperado, bajo la presión opuesta de la industria y las organizaciones no gubernamentales, informaron el sábado (27.05.2023) fuentes oficiales.
Embalajes, fibras de ropa, material de construcción, instrumentos médicos... el plástico, derivado del petróleo, está por todas partes. Su producción anual, que se duplicó con creces en 20 años hasta los 460 millones de toneladas (Mt), podría triplicarse de aquí a 2060 si no se actúa.
Además, dos tercios son desechados tras uno o algún uso, y menos de 10% de los desechos plásticos se reciclan.
Los residuos terminan en los océanos, el hielo marino, el estómago de pájaros o incluso las cimas de las montañas. Se detectaron microplásticos hasta en la sangre, la leche materna o la placenta.
Ante esta amenaza para la salud y la biodiversidad, la Asamblea para el medioambiente de Naciones Unidas creó en 2022 en Nairobi un "Comité intergubernamental de negociación" (CIN) encargado de elaborar un tratado "jurídicamente vinculante" para 2024.
París reunirá a 175 países
Responsables de medio ambiente de 175 países mantendrán la semana próxima en París la segunda reunión de alto nivel para combatir la contaminación y avanzar en este asunto.
Como preámbulo de la cumbre, que tendrá lugar en la sede de la Organización de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), el Gobierno francés reunió este sábado a medio centenar de ministros del ramo para tratar de encontrar una postura común.
Se trata de los países más ambiciosos en la lucha contra el uso de plásticos, que buscarán medidas que puedan ser aceptadas por otros, menos favorables a su reducción, como Estados Unidos y China.
"Se trata de convencer a los principales productores de plástico", indicó el ministro francés de Ecología, Chirstophe Béchu, uno de los anfitriones del encuentro junto a la de Exteriores, Catherine Colonna.
Entre los presentes había una gran mayoría de representantes europeos, pero también algunos venidos de África, donde países como Ruanda o Kenia están muy movilizados en la lucha contra los plásticos de un solo uso.
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Un acuerdo en 2024 con miras a 2040
El objetivo es que en el último de estos encuentros, previsto en Corea del Sur a finales de año próximo, se pueda alcanzar un acuerdo para ser ratificado en 2024.
"El objetivo es que en 2040 se acabe con la contaminación del plástico", indicó el ministro francés, que consideró que es importante que el tratado que se adopte sea "vinculante", que esté "dotado de medios" financieros, sobre todo para ayudar a los países más desfavorecidos a aplicar las medidas, y que tenga una instancia de expertos para su seguimiento.
Los expertos consideran "urgente" actuar para detener la contaminación ligada a los plásticos, que afecta de forma especial a los mares, pero que también causa estragos en tierra y que, a través de los llamados "micro-plásticos", ha comenzado a infiltrarse en los organismos.
"Si no se hace nada, en 2060 habrá más plástico que peces en los océanos", alertó el ministro francés, que indicó que en el último medio siglo se han lanzado a los mares 7.000 millones de toneladas de plástico y que en menos de 40 años pueden ser los responsables del 10 % de las emisiones de gases contaminantes.
Los científicos han encontrado micro-plásticos en prácticamente todos los organismos vivos, en los suelos y en el agua, una situación "extrema", según la Unesco, que precisa de medidas drásticas y ambiciosas.
jc (efe, afp)
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Contaminación por etapas
La mayoría de las botellas de plástico está hecha a base de tereftalato de polietileno (PET), derivado del petróleo crudo. Por sí sola, la extracción de petróleo genera gases contaminantes y daña el medio ambiente; pero el plástico libera toxinas adicionales. El petróleo es llevado a refinerías como ésta en Colonia (foto), la planta procesadora más grande de Alemania.
Imagen: picture-alliance/dpa
Cuentas de plástico
El petróleo destilado es enviado a las empresas que fabrican pequeñas cuentas de plástico como las de la imagen. Los productores de botellas derriten estas cuentas y les dan formas similares a las de un tubo de ensayo. Las compañías embotelladoras de agua calientan esos tubos y le dan el contorno deseado. Al ser recicladas, las botellas son convertidas de nuevo en pequeñas cuentas de plástico.
Imagen: Fotolia/digitalstock
Producción masiva
En la planta de embotellamiento, a las unidades de plástico preformado se les da el contorno deseado, se les esteriliza y se les llena de agua antes de ser selladas, etiquetadas y empacadas para su distribución. En esta planta de embotellamiento de Sajonia, Alemania, 1,5 millones de litros de agua y refrescos son embotellados todos los días.
Imagen: picture-alliance/dpa
Opciones libres de petróleo
Las botellas también pueden ser fabricadas con plástico biológico, producido a base de plantas como el maíz o la caña de azúcar en lugar del petróleo. Pero, aunque esos plásticos son biodegradables, su producción tiene un aspecto muy negativo: ella demanda grandes cantidades de agua y tierra que podría ser usada para sembrar productos comestibles.
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Oneroso transporte
El transporte del agua embotellada también agota recursos valiosos: en algunos casos, más de un litro de gasolina por botella. Se estima que una de cada cuatro botellas de agua cruza al menos una frontera nacional por barco, tren o camión antes de ser consumida. Todos estos transportes emiten dióxido de carbono y contribuyen al calentamiento global.
Imagen: picture-alliance/dpa
Fuga de recursos
El Pacific Institute calcula que en el proceso para producir una botella de agua de un litro se utilizan tres litros de agua. En las áreas donde están asentadas las plantas embotelladoras, la constante extracción de agua puede conducir a un descenso en la tabla del agua, haciendo que las comunidades locales padezcan la escasez del preciado líquido.
Imagen: picture-alliance/dpa
Embotellando un problema
Algunos estudios estiman que alrededor de 60 millones de botellas de agua fueron recicladas en Europa en 2013. Más de la mitad de todas las botellas usadas. El resto terminó como desecho en depósitos de basura o en las aguas, en donde tardan cientos de años en descomponerse.
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Estimulando el reciclaje
En Alemania, el precio de las botellas plásticas reciclables contienen un aporte retornable. La gente lleva las botellas vacías a los supermercados y las deposita en máquinas como la de la foto para recuperar ese aporte retornable: 25 céntimos de euro por botella o un recibo con constancia de pago para ser canjeado en la caja del supermercado.
Imagen: picture-alliance/dpa
La vida después de la vida de una botella...
Las botellas recicladas son destruidas, derretidas y convertidas en pequeñas cuentas de plástico. Éstas son vendidas a las empresas que fabrican objetos a base de plástico reciclado. De entre los productos derivados del plástico, uno de los más populares es el forro o vellón polar, una tela sintética usada para la elaboración de chaquetas y cobijas.