El Partido Socialdemócrata (SPD) y Los Verdes, buscarán este viernes, en una reunión de la coalición, una salida al conflicto en el Gobierno alemán surgido por el rechazo de los ecopacifistas a seguir negociando con la oposición la ley de inmigración, tras cuatro años en busca de un consenso. Los Verdes, socio minoritario en el Ejecutivo, considera que no hay acuerdo posible con la Unión Cristianodemócrata (CDU), tras las concesiones hechas en materia de seguridad y aceleración de los procesos de expulsión de extremistas islámicos. La ley de inmigración, elaborada en la anterior legislatura, quedó en suspenso en el 2002 por el bloqueo de la oposición en la cámara alta (Bundesrat), donde es mayoritaria, y desde entonces se encuentra en la comisión mediadora interparlamentaria. El propósito inicial del proyecto era canalizar el flujo de inmigrantes en función de las necesidades laborales y sociales del país, pero entretanto se incorporaron artículos relativos a la seguridad interna y expulsión de presuntos extremistas.

Los Verdes quieren desligar del bloque algunos capítulos, como el asilo humanitario o por razones sexuales -es decir, a mujeres procedentes de países donde se practica la ablación-. Estos apartados, así como la concesión de permiso de residencia a estudiantes extranjeros una vez concluida su formación, no precisarían de ratificación del Bundesrat, a juicio de Los Verdes. Al contrario, el ministro del Interior, el socialdemócrata Otto Schily, coincide con la oposición en cuanto a la posibilidad de agilizar las expulsiones de extremistas, cuestión en la que se siente más cercano a los conservadores que a Los Verdes.