Revelan primer mapa detallado de estructura interna de Marte
23 de julio de 2021
El módulo de aterrizaje en Marte InSight de la NASA acaba de ofrecer a los científicos una visión sin precedentes de las entrañas del planeta rojo. Así es como se comparan con las de la Tierra.
Los hallazgos revelados el jueves arrojan luz sobre lo que había sido una estructura interna poco conocida del vecino más pequeño de la Tierra y proporcionan algunas sorpresas, así como la confirmación de que el centro del Planeta Rojo está fundido.
Los estudios, de una colaboración internacional con participación del español Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), suponen un paso importante para comprender la formación y evolución del planeta.
Señales sísmicas de "martemotos"
Las investigaciones se basan en las señales sísmicas de una decena de "martemotos" recogidas por el sismómetro SEIS de la misión InSight de la agencia estadounidense NASA, un módulo de aterrizaje llegado a Marte en 2018 para perforar su superficie.
Se trata de la primera exploración mediante sismología de la estructura interna de un planeta telúrico distinto de la Tierra y la primera vez que se consiguen mediciones directas, explica a Efe Martin Schimmel, investigador del Geociencias Barcelona (GEO3BCN-CSIC) que participó en dos de los estudios.
Estas mediciones directas –precisa– son fundamentales para determinar su estructura interna y su evolución geológica y geoquímica. Además, sirven para acotar la gran cantidad de modelos existentes que explican la evolución de Marte hasta su estado actual y puede ayudar a comprender la de la Tierra y el Sistema Solar.
Estructura marciana
Marte, según los nuevos datos, tendría un núcleo líquido con un radio estimado de entre 1.790 y 1.870 kilómetros, un tamaño que sugiere la presencia de elementos ligeros, como azufre, oxígeno o hidrógeno, en su interior, el cual estaría constituido principalmente por hierro y níquel.
El tamaño del núcleo y la estructura interior del planeta es también importante en los procesos de convección del manto que se manifiestan en superficie, como la actividad volcánica y tectónica.
El grosor y estructura de la corteza es objeto del segundo estudio, coordinado por el Instituto de Física del Globo de París (IPGP), con el que Schimmel colabora, en el que se analiza el comportamiento de las ondas sísmicas y el ruido sísmico ambiental debajo del lugar de aterrizaje de InSight.
En este punto, la corteza presenta dos estratos o discontinuidades, la primera a unos diez kilómetros de profundidad y bajo esta una de veinte kilómetros, donde "se supone que está la base de la corteza", explica el experto.
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Posible tercera capa
Además, podría existir una tercera capa, menos definida, a 39 kilómetros, aunque para esta los datos no son concluyentes, indica Schimmel.
"Las ondas sísmicas de un terremoto son como el eco que generamos al gritar en la montaña. Y son los ecos de estas ondas, que se generan cuando se reflejan en el núcleo o en límite entre este y el manto, lo que buscamos en las señales gracias a su similitud con las ondas directas del martemoto", explica Philippe Lognonné, del IPGP, en un comunicado.
Sismómetro SEIS
El despliegue a principios de 2019 del sismómetro SEIS sobre la superficie de Marte permitió "escuchar" cientos de eventos sísmicos, algunos de los cuales se produjeron a miles de kilómetros. Una decena de ellos contenían información sobre la estructura profunda del planeta.
Schimmel agrega que el estudio de esos datos fue "un desafío, pero también fascinante", entre otros motivos porque los martemotos registrados hasta ahora son de menor intensidad que en la Tierra.
"No hemos tenido sismos de magnitudes superiores a cuatro grados" y no siempre se podía establecer con claridad la dirección en que llegaban las ondas.
Además, solo se podía contar con un sismógrafo y tuvieron que aprender a diferenciar todo lo que registraba el aparato para limpiar y filtrar el ruido generado por el viento en superficie o las deformaciones vinculadas a los cambios bruscos de temperatura que se dan en el planeta.
El experto destaca la importancia que para eso tuvo la estación meteorológica Twins, a bordo del InSight, construida y operada por el español Centro de Astrobiología (INTA-CSIC).
"Cuando vemos señales muy débiles hay que estar seguros que no ha sido por un golpe de viento que haya movido partes del aterrizador", para lo que es muy útil conocer las condiciones meteorológicas, porque "generan buena parte del ruido sísmico ambiental".
Hasta ahora, la estructura interna de Marte era poco conocida, pues los modelos se basaban en datos tomados por satélites en órbita y análisis de su superficie, los cuales apuntaban a que el radio del núcleo era de entre 1.400 y 2.000 kilómetros y que la corteza tenía un grosor de entre 30 y 100 kilómetros.
FEW (EFE, Reuters)
Estas son las tareas que tendrá Perseverance en Marte
El rover Perseverance de la NASA es más grande y pesado que sus predecesores. Los expertos esperan que llegue al Planeta Rojo el 18 de febrero de 2021.
Imagen: NASA/JPL-Caltech
Un nuevo rover para el Planeta Rojo
El vehículo de la NASA "Mars 2020 Perseverance" (que se ve en esta ilustración artística) es el rover más sofisticado que la agencia estadounidense ha enviado a Marte. Ingenuity,un verdadero experimento tecnológico, será la primera aeronave que intentará realizar un vuelo controlado en otro planeta. Perseverance amartizará en el cráter Jezero con Ingenuity atado al cinto.
Imagen: NASA/JPL-Caltech
Todo preparado
Los ingenieros de la NASA cargaron el Perseverance en el cohete Atlas V en julio de 2020. El cohete fue lanzado al espacio el 30 de ese mismo mes desde Cabo Cañaveral, en Florida (EE.UU.). Se espera que el rover llegue a Marte en febrero de 2021.
Imagen: NASA
Presentación al público
Así se veía el Perseverance cuando fue presentado al público en 2019. Su misión será apoyar al Curiosity, actualmente en funcionamiento, en su trabajo en el Planeta Rojo. El nuevo rover pesa un poco más de 1 tonelada y es, por lo tanto, 100 kg más pesado que su predecesor. Con 3 metros de longitud, también es 10 centímetros más largo, puede cargar más aparatos y su brazo es más fuerte.
Imagen: NASA/JPL-Caltech
Un pequeño dron
Perseverance lleva consigo un helicóptero, algo nunca antes probado en una misión planetaria. Se trata de un desafío totalmente nuevo para los investigadores. Será la primera vez que experimenten y recojan datos desde un vuelo en condiciones atmosféricas distintas a las de la Tierra, y con una gravedad que es un tercio de la nuestra.
Imagen: NASA/Cory Huston
El robot gigante
Curiosity es el predecesor de "Marte 2020" y, hasta el momento, el mayor y más moderno de todos los exploradores de Marte, en donde ya ha recorrido más de 21 kilómetros y sigue activo, gracias a una batería de isótopo radiactivo. Su energía es prácticamente inagotable. Curiosity es un laboratorio sobre ruedas.
Curiosity tiene un espectrómetro especial que puede analizar muestras con rayos láser desde la distancia. Una estación meteorológica integrada mide la temperatura, la presión atmosférica, la humedad, la radiación y la velocidad del viento. Además, el robot tiene una unidad de análisis para la determinación de compuestos orgánicos, con la búsqueda de vida extraterrestre como meta.
Imagen: NASA/JPL-Caltech/MSSS
Más que arañar la superficie
Curiosity ha demostrado que, en teoría, es posible que exista vida en Marte. Pero no la ha descubierto... todavía. El brazo del robot está equipado con un taladro de máxima potencia. Aquí, por ejemplo, se lo ve tomando muestras en Yellowknife Bay, dentro de cráter Gale.
Imagen: NASA/JPL-Caltech
Sistema de filtro
Toda muestra de suelo pasa por un sistema de filtro. Las partículas son luego ordenadas por vibración en diferentes tamaños de grano y distribuidas a los numerosos dispositivos de análisis.
Imagen: picture alliance/AP Photo/NASA
Pequeño predecesor
Los predecesores de Curiosity eran mucho más chicos. El 4 de julio de 1997 el pequeño rover marciano Sojourner dejó sus primeras huellas de neumáticos en la arena del Planeta Rojo. Era la primera vez que un robot móvil era dejado allí con sus propios equipos, como un espectómetro de rayos x para realizar análisis químicos, además de cámaras ópticas.
Imagen: NASA/JPL
Tamaños comparados
Tres generaciones de rover. El más pequeño es Sojourner. Con sus 10,6 kilos, no es mucho más grande que un automóvil de juguete. Su máxima velocidad: 1 centímetro por segundo. Opportunity pesa 185 kilos, casi como una silla de ruedas eléctrica. Curiosity, con sus 900 kilos, es como un auto pequeño. Los dos más grandes avanzan hasta 5 centímetros por segundo.
Imagen: NASA/JPL-Caltech
Casi cuatro meses de servicio
Sojourner avanzó unos 100 metros durante su vida y entregó información y fotografías hasta el 27 de septiembre de 1997. Esta es una de sus últimas imágenes, tomada nueve días antes de que la conexión radial se perdiera. Sojourner probablemente murió porque la batería no pudo soportar las gélidas noches marcianas.
Imagen: NASA/JPL
Tecnología de punta
Sin la experiencia de Sojourner, las siguientes tres misiones en Marte hubieran sido impensables. La NASA envió en 2014 dos robots idénticos, Spirit y Opportunity. Spirit logró recorrer 7,7 km en seis años. Este robot subió montañas, tomó muestras de suelo y sobrevivió al invierno y tormentas de arena. Opportunity sigue operando.
Imagen: picture alliance/dpa
Muchos refinamientos técnicos
Opportunity hizo un maratón de 42 kilómetros en 2015 y, a la fecha, ha recorrido mucho màs que Curiosity. Este robot tiene tres espectrómetros diferentes y cámaras 3D. En este momento se encuentra en el Valle de la Perseverancia. El mismo robot, después de más de 13 años de trabajo, ha demostrado ser perseverante, pues incluso sobrevivió a una tormenta de arena.
Imagen: picture-alliance/dpa
Paisajes marcianos similares a los terrestres
Esta imagen fue obtenida con una de las cámaras de Curiosity, un rover que -se espera- siga operando unos cinco años más, e incluso puede ser que más tiempo. La superficie de Marte no se ve tan inusual, pues trae a la memoria los desiertos de nuestro propio planeta. Quizás sea tiempo de ir personalmente hasta allá, ¿o mejor dejamos Marte alos robots?