Durante los regímenes nazi y comunista, se perseguía a los artistas y se prohibían sus obras. Con el tiempo, sus nombres cayeron en el olvido. Ahora, un centro erigido en Solingen aspira a mantener viva su memoria.
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En el oeste de Alemania, la villa de Solingen se ha impuesto la tarea de reunir arte y literatura prohibidos, ser un foro para los olvidados por la historia.