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Revive debate sobre uso de energía nuclear en Alemania

13 de marzo de 2011

Mientras los japoneses luchan por controlar lo que algunos expertos consideran “incontrolable”, en Alemania revive el debate en torno a la energía nuclear.

Energía atómica: fuente de daños irreparables.Imagen: fotolia/Wamsler

Alemania es uno de los países en el mundo en donde los frentes pro y contra el uso comercial de la energía atómica han chocado más fuerte. Por eso no extraña que sea justamente aquí en donde el debate se libre con más ahínco. No se trata de establecer si la energía atómica es o no favorable, si no de cuándo el país “se baja” de la locomotora sin frenos. En otras palabras, en Alemania la pregunta es cuándo va a dejar Alemania, definitivamente, a un lado la producción de energía con base en uranio.

El gobierno cristianodemócrata-liberal de Angela Merkel extendió en 2010 la vida útil de 17 de sus plantas nucleares, en contra del paulatino apagón atómico prometido por el ex canciller socialdemócrata, Gerhard Schröder. El nuevo acuerdo prevé que la más antigua de las 17 centrales siga operando ocho años más a partir de 2021, mientras que las más modernas lo harán otros 14 años.

Nunca es tarde para cambiar de opinión

Imagen: picture-alliance/dpa

La emergencia sin precedentes en el Japón parece empezar a hacer cambiar algunas posturas. "Lo ocurrido en Japón es un punto de inflexión para el mundo", dijo la canciller alemana Angela Merkel este fin de semana en Berlín, refiriéndose a la mayor emergencia nuclear que se haya registrado en el Este de Asia.

"Si en un país tan desarrollado y con los estándares de seguridad más exigentes puede ocurrir un accidente de magnitudes aún imposibles de calcular, Alemania no puede simplemente pasar al orden del día", añadió. Alemania revisará sus estándares de seguridad nuclear y sus centrales atómicas, anunció la canciller quien agregó que “nuestras centrales son seguras”.

Sin embargo, acotó la física nuclear y canciller, “hay que preguntarse qué podemos aprender de un incidente como éste". La canciller no tiene que convencer de ello a los miles de personas que el sábado 12 de marzo salieron a protestar contra la energía atómica.

45 kilómetros de protesta

Como simbólica reapertura del debate público, que realmente nunca se ha cerrado desde los años 70, unas 60.000 personas -20.000 más de las esperadas por los organizadores- formaron una inmensa cadena humana de 45 kilómetros para reclamar que Alemania renuncie de inmediato al uso del uranio como fuente de energía. La fila se extendió desde la sede del gobierno de Baden Württemberg, en Stuttgart, hasta la central nuclear de Neckarwestheim.

Mientras se desarrollaba la manifestación contra la energía nuclear en el sureste alemán, el ministro germano del Medio Ambiente Norbert Röttgen, sostenía que “no se justifica conectar la emergencia en Japón con un debate en Alemania”.

En el mismo tenor habló el vicecanciller, el liberal Guido Westerwelle. Éste dijo advirtiendo que “la respuesta a la muerte de miles de personas en Japón, no puede ser un debate público, sólo porque pronto habrá elecciones (regionales) en Alemania”.

¿Temor al voto de los electores?

¿Todo bajo control? El ministro alemán de Medio Ambiente, Norbert Röttgen.Imagen: picture-alliance/dpa

En Alemania se efectuarán en lo que queda de 2011, once jornadas electorales decisivas, no sólo para la estabilidad de la coalición nacional sino para la política energética del futuro. Las próximas serán este 20 de marzo en Sajonia Anhalt.

Pero el debate sobre el tópico en Alemania parece tan imparable como la catástrofe atómica en el Japón.

Japón tendrá grandes efectos en la política energética de Alemania. Los Länder liderados por los socialdemócratas han apelado ante la Corte Constitucional “el incumplimiento, por parte del Gobierno de Merkel, del plan de abandono de la energía nuclear”.

Más de mitad de los alemanes contra uso de energía nuclear

Asociaciones ecológicas advierten que, aunque en Alemania hay una actividad sísmica menor, hay plantas en zonas de riesgo de movimientos telúricos como las del oeste del país. Dichas organizaciones llaman además la atención sobre el peligro de que “las siete plantas nucleares más antiguas no están suficientemente protegidas ante eventualidades como la caída de un avión”.

La líder de los Verdes, Renate Künast, antigua ministra de Agricultura, destaca que la pregunta que hoy se hace el mundo es “existencial”. Una pregunta y una respuesta que Los Verdes, pioneros en las luchas contra la energía atómica, comparten, según encuestas, con el 60% de la población alemana: "¿Energía nuclear? – No, gracias!"

Autor: José Ospina-Valencia

Editora: Claudia Herrera Pahl

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