Decenas de miles de consultas de todo el país permanecieron cerradas este miércoles porque miles de médicos alemanes se dieron cita en la capital alemana para protestar contra sus menguantes ingresos y la creciente burocratización de su actividad profesional.

"Primero cierran consultas, luego mueren pacientes"

Las protestas de los médicos se dirigen contra los recortes de prestaciones de la reforma sanitaria del anterior gobierno de Gerhard Schröder, que ha conllevado recortes de sus ingresos y facturación al seguro de enfermedad.

Los médicos, algunos de ellos en bata blanca, aunque la mayoría en abrigo y bufanda, desfilaron a temperaturas bajo cero por el nevado Berlín con pancartas con frases como "Sí: nosotros también trabajamos por dinero".

La reforma, que entró en vigor en 2005, obliga al contribuyente a pagar una tasa única de diez euros trimestrales por sus visitas a las consultas y suprimió prestaciones como prótesis dentales y gafas, entre otras.

Hasta entonces, el ciudadano podía acudir libremente a cualquier especialista de su elección sin pasar por el médico de cabecera ni desembolsar aportación alguna, fuera de su seguro sanitario. El ministerio de Sanidad pretendía con ello frenar los altísimos costes derivados de esa práctica.

Argumentos exagerados

Los médicos se quejan de que, para abrir su consulta, deben realizar una fuerte inversión y que tienen además fuertes gastos, tanto de equipamiento como de personal auxiliar para cuestiones burocráticas y de facturación.

La ministra de Sanidad, Ulla Schmidt, que ya era titular del departamento bajo Schröder y por tanto responsable de la reforma sanitaria, calificó de exagerados algunos de los argumentos de los médicos.

Según sus cálculos, los ingresos medios de un médico con consulta, descontados ya los gastos de personal y equipo, se sitúan en los 84.000 euros anuales brutos, mientras que los del contribuyente medio estarían en los 33.000.

Los colegios profesionales rebaten estas cifras y afirman que un tercio de los médicos -especialmente en el ámbito rural- cobran entre 1.600 y 2.000 euros netos mensuales, otro tercio están entre los 2.100 y 3.500 y únicamente un resto de 'privilegiados' se encontrarían entre los 3.600 y 6.000 euros mensuales.