Revuelta de refugiados en Grecia
11 de agosto de 2013Las condiciones de vida son tan duras tanto al norte como al sur del Sahara que ni la crisis financiera de Europa ni el auge de la xenofobia en sus países consiguen desalentar a los africanos de emigrar hacia el Viejo Continente. Aspirando a que se les permita trabajar y disfrutar de los estándares de bienestar que el bloque comunitario ofrece, muchos de estos aventureros protagonizan odiseas que no terminan cuando alcanzan las playas sureuropeas.
En la mañana de este sábado (10.8.2013), seis personas se ahogaron poco antes de llegar a la costa de Sicilia; la barca que los transportaba a ellos y a otros 114 inmigrantes encalló a unos cuarenta metros de la orilla. Horas más tarde, en Grecia, los reclusos de un centro de detención para inmigrantes indocumentados prendieron fuego a las instalaciones al enterarse de que las autoridades habían decidido extender la duración máxima del encarcelamiento de 12 a 18 meses.
La revuelta tuvo lugar en el campamento de Amygdaleza –en Attika, al norte de Atenas–, en donde los inmigrantes irregulares son retenidos hasta que llegue el momento de su repatriación. Los ánimos ya estaban caldeados debido a la interrupción del servicio eléctrico: el verano europeo ha sido particularmente caliente este año y el aire acondicionado no funcionaba en los contenedores donde residen los reclusos en condiciones de hacinamiento.
Revuelta en Amygdaleza
En el inhóspito campamento, que tiene capacidad para 820 personas, hay unos 1.700 inmigrantes. Los internos lanzaron piedras y otros objetos contra los guardias. Poco después de la medianoche se consiguió controlar la situación, mientras la policía peinaba los alrededores del campamento para buscar a posibles evadidos. Al menos diez agentes policiales resultaron heridos durante los tumultos. Todavía se desconoce el número de inmigrantes heridos en Amygdaleza.
Amygdaleza fue inaugurado en abril de 2012 y fue el primer centro de detención de inmigrantes de su tipo en Grecia. Desde entonces es objeto de severas críticas por parte de diversas organizaciones de derechos humanos. Éstas sostienen que a los internos se les somete a tratos abusivos y se les niega la atención sanitaria apropiada. En julio, el grupo KEERFA denunció la muerte de un inmigrante afgano a causa de una infección pulmonar que había sido ignorada durante meses.
Y la semana pasada, la misma organización acusó a los guardias de Amygdaleza de agredir físicamente a los internos de confesión musulmana cuando rezan. Grecia e Italia son puertas de entrada a Europa para muchos refugiados e inmigrantes que huyen de la guerra y la pobreza en África, el Medio Oriente y el subcontinente indio. La ONU estima que unas 8.000 personas que buscaban asilarse o radicarse en Europa arribaron a las costas del sur de Italia en la primera mitad del año 2013.
La gran mayoría procedía del Magreb –sobre todo de Libia–, en donde la inestabilidad política que siguió a las revueltas populares de 2011 ha hecho que se intensifiquen las penurias de buena parte de la población. Miles de inmigrantes tratan de llegar a Italia cada verano, cuando las aguas del mar Mediterráneo se aquietan y favorecen la navegación de barcas pequeñas.
ERC ( dpa / AFP / Reuters )