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ClimaEuropa

Riego con aguas residuales: ¿la solución a la sequía?

Tim Schauenberg
18 de agosto de 2023

El calor extremo y la escasez de agua en Europa provocan cada vez más conflictos. Sin embargo, habría agua suficiente, si se aprovechase de manera más eficiente.

Fresas secas: en el sur de Europa una gran parte de la cosecha se ve afectada por la sequía.
Fresas secas: en el sur de Europa una gran parte de la cosecha se ve afectada por la sequía.Imagen: Marcelo del Pozo/REUTERS

Los enfrentamientos entre activistas ecologistas y agricultores en el sur de Francia, esta primavera boreal, marcaron un nuevo nivel de escalada por la escasez de agua cada vez mayor en Europa.

Varios miles de manifestantes protestaban contra la construcción de una cuenca de captación de aguas pluviales. Esta infraestructura tiene el objetivo de abastecer a los agricultores afectados por la sequía, pero enfrenta oposición debido a preocupaciones ambientales, incluido el posible agotamiento de los acuíferos y daños a ecosistemas. Los enfrentamientos con la Policía dejaron heridos en ambos bandos.

Industria, agricultura y el agua: equilibrio perturbado

Dado que la sequía afecta a grandes zonas de Europa, sobre todo a los países del sur, como Italia, España y Francia, sufren un gran imapcto. En España se ha restringido el uso del agua en algunas partes del país. Según el Ministerio español de Medio Ambiente y Agricultura, las reservas de agua están ahora sólo al 41%.

La industria y la agricultura extraen del suelo, los ríos y los lagos más agua de la que pueden reponer de forma natural. Esto excarbera la sequía y el calor extremo causado por el cambio climático.

Sin embargo, la escasez de agua no está impactando solo en el sector agrícola. En países como Francia y Bulgaria, también el sector energético se ve afectado por la sequía. En 2022, varias centrales nucleares francesas tuvieron que ser cerradas debido a la elevada temperatura del agua en los ríos, algo que podría repetirse este año.

Reciclaje líquido

Para combatir esta crisis, una solución propuesta es la reutilización de aguas residuales de la industria en la agricultura, en vez de desperdiciar el agua potable. El pasado julio, la Unión Europea (UE) estableció unos requisitos mínimos para el reciclado y uso del agua en la agricultura. Ahora, los Estados miembros están obligados a tratar las aguas residuales municipales, y en algunos casos las industriales, de manera que puedan utilizarse en la agricultura. Según la Comisión Europea, de esta manera se podría sustituir potencialmente una quinta parte el riego con aguas subterráneas en España y Portugal. En Francia, Italia y Grecia, la cifra alcanzaría incluso el 45%. En los países con menos superficie agrícola sería posible incluso sustituir el agua de riego con agua residual por completo.

Una planta para tratar el agua en Alemania.Imagen: H. Blossey/blickwinkel/picture alliance

Sin embargo, la eficacia de esta medida depende de la calidad del agua reciclada. Aunque muchas plantas industriales tienen sistemas de tratamiento avanzados, no todas garantizan un agua libre de contaminantes. Además, existe preocupación porque falta tener en cuenta a ciertas sustancias en las regulaciones de la UE sobre agua residual. Otro temor es que el nivel del agua de los ríos siga bajando si no se devuelven a las masas de agua suficientes aguas residuales tratadas procedentes de la industria y las ciudades.

Cambiar la dieta

Según Marc Bierkens, hidrólogo de la Universidad de Utrecht, en la agricultura ya se está trabajando para optimizar el riego. Un ejemplo es el riego por goteo, más eficaz que los aspersores de agua a gran escala. El experto también propone utilizar cultivos menos sedientos, como el trigo de invierno en lugar del arroz en regiones como Italia. También las leguminosas como el mijo, las lentejas y los garbanzos consumen comparativamente poca agua y también pueden soportar bien los periodos secos.

Una solución a menudo pasada por alto es la infraestructura de suministro de agua. Un cuarto del agua potable de la UE se pierde debido a fugas en las tuberías. En países como Bulgaria, la pérdida alcanza hasta el 60%, mientras que en Italia, es del 40%. Para abordar ese problema, la Comisión Europea propone una actualización a la Directiva sobre agua potable, en la que se pide a los países miembros que mejoren el control del derroche de agua y las fugas en las infraestructuras e inviertan más en las medidas correspondientes y en la recogida de datos.

(ies/cp)

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