Roban valiosas coronas de reyes suecos del siglo XVII
1 de agosto de 2018
Dos históricas coronas pertenecientes a reyes suecos del siglo XVII y con un elevado valor han sido sustraídas de la catedral de Strängnäs (sur del Suecia).
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La policía sueca explicó que busca a dos sospechosos, después de que las cámaras de seguridad registraran a dos personas saliendo a mediodía de la iglesia y saltando a una lancha atracada en el lago adyacente de Mälaren. "Estamos buscando en todas direcciones", aseguró el portavoz de la Policía de Estocolmo, Thomas Agnevik.
Las dos coronas forman parte del atuendo funerario del rey Carlos IX -muerto en 1611- y su mujer, la reina Cristina, que falleció 14 años más tarde, y se encontraban en un expositor en la catedral con sistema de seguridad y alarma antirrobo.
Las dos coronas son de oro, aunque la de él es de mayor tamaño y cuenta con adornos en plata, además de joyas y perlas. En 2013 tuvo lugar otro robo de similares características en Suecia, cuando fueron sustraídas de Västeras una corona y un centro del atuendo funerario del rey Johan III.
Estos dos objetos fueron encontrados días después en unas bolsas de basura al borde de una autopista tras un chivatazo a la policía.
JOV (efe)
Una corona por la unidad de Bélgica (23.07.2013)
Felipe I prestó juramento como séptimo rey de Bélgica ante el Parlamento de Bruselas, poco después de que su padre, Alberto II, firmara el acta de abdicación tras casi 20 años de mandato.
Imagen: Dirk Waem/AFP/Getty Images
Tres mundos, un país
La nueva pareja de reyes durante el acto de entronización. "Juro observar la Constitución y las leyes del pueblo belga, preservar la independencia nacional y la integridad del territorio", dijo el nuevo monarca de 53 años en flamenco, francés y alemán, las tres lenguas oficiales del país.
Imagen: Reuters
El primer monarca en dejar el poder voluntariamente
Alberto II, de 79 años, alegó motivos de edad y salud cuando anunció su intención de abdicar, y al firmar el acta se convirtió en el primer monarca que cede voluntariametne en trono en los 182 años de historia de la casa real belga.
Imagen: Reuters
Fiesta en los colores del tricolor nacional: negro, amarillo y rojo
Miles de personas con banderas de Bélgica se congregaron frente al palacio real en este soleado y caluroso día de la fiesta nacional para ver a los nuevos monarcas, Felipe y Matilde, saludar desde el balcón. Junto a ellos estaban también sus hijos. Bélgica, que perteneció tanto a Holanda como a Francia, logró su independencia en 1830.
Imagen: Getty Images
La nueva familia real
Durante la austera pero emotiva ceremonia, la reina Paola y la nueva reina Matilde no pudieron contener las lágrimas. Felipe y Matilde tienen cuatro hijos. La princesa Elizabeth, de 11 años, es la heredera del trono.
Imagen: Getty Images
"A trabajar por la unidad de Bélgica"
En Bélgica, el rey se considera un símbolo para la unidad del país, lastrada por las tensiones entre la comunidad flamenca, de habla neerlandesa, y la valona, francoparlante. Así, en su último discurso Alberto II instó a los miembros del gobierno y altos dignatarios del Estado a "trabajar sin descanso por la unidad de Bélgica".
Imagen: picture-alliance/Fotoreport
Papá intrépido, hijo tímido
Alberto, otrora un "intrépido rompecorazones y loco por los autos", deseó a su hijo mucho éxito y subrayó que el nuevo rey posee "todas las cualidades, de corazón e inteligencia", para servir al país. Al contrario que el carismático Alberto, muy popular pese al reciente escándalo por la aparición de una presunta hija ilegítima, Felipe es una persona tímida.
Imagen: Fox Photos/Getty Images
El rey no concede entrevistas
Según expertos, su timidez quizá no sea un lastre tan grande, pues a partir de ahora sus interacciones públicas estarán mucho más limitadas. El rey "no concede entrevistas, no habla de política en público y no entra en debate con otras figuras públicas", señala la web del gobierno belga.