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Robert Enke: las lecciones de una muerte

9 de noviembre de 2010

Este miércoles se cumple el primer aniversario del suicidio del arquero del Hannover y la selección alemana de fútbol Robert Enke, que sucumbió a las depresiones que acompañaron su carrera profesional.

Teresa (izq.), viuda de Robert Enke, durante la inhumación de los restos mortales de su marido.Imagen: AP

La conmemoración de la fecha, por petición de los seres cercanos a Enke, se llevará a cabo con la presencia de un reducido círculo de personalidades entre las que se cuentan el presidente de la Federación Alemana de Fútbol (DFB), Theo Zwanziger; el entrenador nacional Joachim Löw; las directivas del Hannover; y la viuda del portero, Teresa Enke. La DFB le solicitó a los medios de comunicación "tener piedad" absteniéndose de ir al cementerio donde se pondrán ofrendas florales en la tumba.

Lucha contra la depresión

El suicidio cometido por Robert Enke desencadenó en Alemania una conciencia en torno a la difícil situación en la que viven aquellas personas que sufren de depresiones y tienen que constantemente entregar un rendimiento al máximo en sus profesiones. Tal vez por esa razón, aprovechando la atención pública y cumpliendo con un deseo formulado por el arquero mucho antes de su muerte, la viuda Teresa Enke dedicó su primer año de luto al trabajo de formar una fundación; ella inicia formalmente operaciones esta semana bajo la dirección del ministro de Salud alemán Philipp Rösler.

Robert EnkeImagen: picture-alliance/ dpa

La Fundación Robert Enke se dedica exclusivamente al tema de la depresión y con soporte financiero de diversas entidades, entre ellas la DFB, la Bundesliga y el club de fútbol Hannover 96, es punto de encuentro tanto para pacientes de la enfermedad como para instituciones de distinta índole dedicadas al tratamiento y/o la investigación. Uno de los primeros logros de la fundación es la creación del departamento de psiquiatría deportiva en la Sociedad Alemana de Psiquiatría y Terapia Psiquiátrica, el organismo más importante en el país en su campo.

La viuda explicó que de esta forma "se cumple el deseo de Robert de luchar por eliminar el tabú que rodea la depresión como enfermedad". Ese deseo también lo expresó el arquero en la biografía póstuma que recientemente se publicó en Alemania y cuyo autor, el periodista Ronald Reng, ya había planeado en vida del arquero por expresa petición de éste. En el libro (cuyo título es "Una vida muy corta"), que Robert Enke pensaba escribir junto a Reng hacía el año 2015 al final de su carrera, se relata la lucha del jugador contra los golpes del destino, origen de las depresiones que le agobiaban.

¿Ha cambiado el fútbol?

En Alemania se registra con optimismo la aparente nueva percepción sobre las depresiones en el fútbol y se resaltan historias como las del ex jugador profesional Andreas Biermann, del St. Pauli, quien al escuchar las crudas y sinceras palabras de la viuda de Robert Enke sobre la enfermedad de su esposo, tras conocerse su muerte, decidió someterse a un tratamiento psiquiátrico aceptando públicamente sus problemas de salud.

Sin embargo hay otras voces que extrañan en el fútbol el aprendizaje de una lección más profunda: "la gente paga semana tras semana mucho dinero por vernos luchar, aquí no hay lugar para débiles, aquí no hay grises, todo es o blanco o negro y el que es hoy es el Mesías mañana es un fracasado. No, no ha cambiado nada; a los futbolistas les llaman "gladiadores modernos", creo que eso tiene algo de verdad y lo lamento mucho" se quejó en la televisión alemana Rene Adler, portero del Leverkusen y compañero de Robert Enke en la selección nacional, decepcionado porque en su opinión el suicidio de su colega produjo más ruido que cambios reales.

Y aunque Adler tiene razón, pues en la práctica las cosas siguen siendo como antes, también es cierto que una enfermedad como la depresión ya no puede seguir siendo ignorada en el fútbol, que ésta ahora se toma con seriedad, y que ningún entrenador o jugador está en condiciones de bromear o desestimar las consecuencias que produce. En ese aspecto Alemania ha dado un importante paso adelante, uno que le costó la vida a Robert Enke, pero uno que también se puede considerar su herencia.

Autor: Daniel Martínez
Editor: Pablo Kummetz

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