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PolíticaBolivia

Rodrigo Paz, ante complicado acto de equilibrio en Bolivia

20 de octubre de 2025

Bolivia optó por la vía democrática para enfrentar las múltiples crisis que la aquejan, y ha dado un voto de confianza al presidente electo, Rodrigo Paz. ¿Qué le espera al país con el mandatario centrista?

Rodrigo Paz celebra su victoria tras los resultados preliminares de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales.
Rodrigo Paz obtuvo más de un 54 por ciento de los votos e hizo un llamado a la unidad política tras su victoria.Imagen: Jorge Mateo Romay Salinas/Anadolu/picture alliance

"Quiero destacar la participación democrática de las bolivianas y los bolivianos", dice la politóloga Daniela Osorio Michel, investigadora del Instituto Alemán de Estudios Globales y Regionales (GIGA, por sus siglas en inglés).

"A pesar de la grave crisis económica", prosigue en declaraciones para DW, "la ciudadanía no optó por la protesta en las calles, sino que decidió expresar su voluntad a través del voto, depositando su confianza en el proceso electoral democrático. La jornada electoral se desarrolló en paz, lo cual es fundamental para la estabilidad del país en esta nueva etapa".

El apoyo de la izquierda

En un histórico balotaje en Bolivia, este 19 de octubre, el centrista Rodrigo Paz Pereira, del Partido Demócrata Cristiano (PDC), fue electo presidente con más del 54 por ciento de los votos.

Tras casi 20 años de Gobiernos del partido izquierdista MAS, el próximo 8 de noviembre, Paz heredará un país debilitado por una fuerte crisis económica, marcada por la escasez de combustibles y de divisas extranjeras.

Las zonas rurales y los sectores populares votaron en su mayoría por Rodrigo Paz y su vicepresidente, Edman Lara, observa la Dra. Osorio. Si bien la propuesta del presidente electo logró convencer a una parte de los votantes que tradicionalmente se identifican con la izquierda, "también jugó un rol fundamental el partidismo negativo, un voto motivado más por el rechazo a la alternativa que por un respaldo pleno al binomio Paz-Lara", agrega.

Las misiones de observación de la Unión Europea y de la Organización de Estados Americanos destacaron que la jornada electoral transcurrió con normalidad.Imagen: Juan Karita/AP Photo/picture alliance

Estabilización económica

La estabilización económica será el desafío más urgente del presidente electo, asegura la experta del GIGA: "Su primera acción debe ser garantizar el suministro de gasolina y diésel, dado que prometió resolver de manera inmediata el desabastecimiento. Cumplir con este compromiso será fundamental, para no dañar la confianza ciudadana, que será indispensable para afrontar las medidas económicas de ajuste que vendrán".

La politóloga boliviana añade que el nuevo Gobierno deberá asegurar, de forma paralela, la disponibilidad de divisas extranjeras en el país, "condición necesaria para sostener las importaciones, estabilizar el tipo de cambio y dar certidumbre a los mercados".

En opinión del periodista Rafael Archondo, doctor en Investigación Social con especialización en Ciencia Política, otro desafío inminente consistirá en "encontrar un recurso exportable que reemplace al gas natural, cuyas reservas están a punto de agotarse".

En diálogo con DW, explica que "Bolivia exportaba gas a Argentina y todavía lo hace a Brasil. La era del gas está terminando. El presidente electo necesita encontrar pronto una salida económica a dicha carencia".

Crisis de institucionalidad

Asimismo, a juicio de Gonzalo Rojas Ortuste, coordinador del Doctorado Multidisciplinario en Política, Sociedad y Cultura, de la Universidad Mayor de San Andrés, en La Paz, otro gran pendiente en Bolivia es la "institucionalidad, corroída por el prebendalismo y la corrupción".

La administración de la Justicia, "que fue absolutamente subordinada al Poder Ejecutivo", sería el ejemplo más evidente de ello. Sin embargo, también "en el resto de las instituciones estatales, la negligencia y corrupción son evidentes", apunta en entrevista con DW.

El académico, doctor en Ciencias del Desarrollo, insiste en la necesidad de "reordenar la política económica acorde a la crisis, que la administración saliente no reconoció, porque implicaba reconocer el fracaso de un modelo económico fuertemente estatista y rentista, disociado de la realidad en los últimos años".

El candidato presidencial de dercha, Jorge "Tuto" Quiroga, obtuvo un 45 por ciento de los votos, y aceptó su derrota tras conocer los resultados preliminares. Imagen: Jorge Mateo Romay Salinas/Anadolu/picture alliance

"Sensibilidad política"

Ante este escenario de múltiples crisis, la investigadora Daniela Osorio está convencida de que a Paz le espera un delicado acto de equilibro: "Su Gobierno no solo debe aplicar medidas técnicas de corrección macroeconómica, sino también demostrar sensibilidad política para evitar que los ajustes generen una percepción de exclusión o castigo a las mayorías".

De ahí que "cualquier iniciativa de estabilización económica deberá ir acompañada de mecanismos de protección social para los sectores más vulnerables", apunta.

Finalmente, la politóloga destaca que muchas de las promesas realizadas durante la campaña, como el incremento a los bonos sociales o la implementación de un nuevo pacto fiscal, no podrán materializarse en los primeros meses de Gobierno. El presidente electo "deberá comunicar de manera transparente qué medidas son viables y en qué plazos, para evitar generar falsas esperanzas que podrían derivar en frustración social", sostiene.

Alianzas y oposición

Para lograr los cambios profundos y las reformas constitucionales necesarias, el nuevo Gobierno necesitará contar con un respaldo de dos tercios del Congreso, explica el periodista boliviano Archondo. "Eso solo se consigue si Rodrigo Paz y Jorge "Tuto" Quiroga, el segundo más votado, hacen un acuerdo y forman una coalición. No hay alternativa", aclara.

El expresidente Evo Morales, por su parte, sería en cualquier escenario la cabeza de la oposición, prosigue el experto: "El MAS tiene una fuerza que hoy no sobrepasa el 27 por ciento. Sin embargo, dado que Evo carece de un partido con registro, ese segmento no está representado en el Congreso. Será una oposición extraparlamentaria, lo cual permite pensar que se hará desde las calles. Su rol se irá clarificando a medida que el nuevo Gobierno enfrente la crisis económica".

(el)

 

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