Tiempo atrás, Rodrigo Rato era considerado el gran perdedor de la política española. Cuando José María Aznar prefirió a Mariano Rajoy como su delfín, el ministro de Economía vio frustradas sus ambiciones de convertirse en candidato a la jefatura de gobierno en Madrid. Pero la vida da muchas vueltas y ahora se perfila como el miembro del gabinete de Aznar que salió mejor parado tras la derrota electoral del Partido Popular. Porque, en la dirección del Fondo Monetario Internacional, se convertirá en una de las figuras más influyentes de la economía mundial. Y todo indica que obtendrá efectivamente el puesto, después de que su nominación como candidato europeo provocara complacidas reacciones en Washington.

El "milagro" español

Según el subsecretario de Finanzas estadounidense, John Taylor, el ex ministro conservador español tiene "excelentes" condiciones para dirigir el FMI y cuenta no sólo con ideas, sino también con experiencia para aplicarlas. Efectivamente, la mejor carta de presentación de Rato es el éxito registrado por la economía de su país bajo su gestión. Cuando asumió como "superministro", en 1996, el déficit presupuestario español superaba el 6% y la tasa de desempleo se empinaba al 22%. Ocho años más tarde, el presupuesto está equilibrado y la desocupación se ha reducido a la mitad.

Según sus detractores, el éxito fue logrado sobre la base del endeudamiento, no del Estado, sino de los particulares. Pero, a fin de cuentas, las cifras son las que valen. Y éstas indican que España se convirtió en niño modelo, cumpliendo cabalmente los criterios monetarios de la Unión Europea. Hay quienes acusan al artífice de tanto "milagro" de cierta prepotencia. Esa imagen se vio confirmada cuando Rato se sintió llamado a dar consejos a los "pecadores" de la eurozona en materia de política fiscal, como Alemania y Francia. Quizá sea por ello que Berlín prefirió, inicialmente, al candidato francés, Jean Lemierre. Pero, en vista de que el asunto se ponía cuesta arriba, éste optó por permanecer al frente del Banco para Europa del Este por un nuevo período.

Visión política

Así las cosas, los europeos lograron llegar a un consenso en torno a Rato, que cuenta ahora también con el apoyo de Alemania y Francia. Uno de los pocos reparos que subsisten en cuanto a su figura obedece a su condición de político. Tradicionalmente la dirección del Fondo Monetario Internacional ha estado en manos de personajes del ámbito financiero, y algunos temen que un político adopte decisiones con otro enfoque, debilitando la influencia de Europa.

Esa característica es, en cambio, la que más agrada a los latinoamericanos, que igualmente brindan su respaldo a la candidatura del español. El ministro del Interior argentino, Aníbal Fernandez, señaló que "la designación de Rato va a ser muy importante", ya que se necesita que el FMI tenga capacidad de discernimiento en cuanto a las posibilidades de crecimiento y la situación política del país. Aún hay otros dos candidatos para la jefatura del Fondo Monetario, pero no parecen tener mayores posibilidades, si Europa y Estados Unidos apoyan a Rato.