Había muchas expectativas puestas en él y Hassan Rohani ha sabido satisfacerlas. Al menos de cara a lo que esperaba la comunidad internacional: un giro en su política foránea, en comparación con su antecesor, el siempre polémico Mahmud Ahmadinejad. Ahora Rohani mostró sus intenciones de mejorar las relaciones bilaterales con Estados Unidos y otras potencias occidentales.

En un texto publicado este lunes (23.12.2013) en el diario Süddeutsche Zeitung, el mandatario iraní aseguró que “queremos construir y mejorar nuestras relaciones con los países europeos y Estados Unidos sobre la base del respeto mutuo”. Rohani debe mantener el equilibrio entre sus intenciones de relajar las relaciones con el mundo y satisfacer las demandas de los radicales dentro del régimen.

El líder ganó abrumadora e inesperadamente las elecciones en junio de 2013 y asumió en agosto. Su estandarte era una promesa de compromisos con Occidente, que fue bien recibida por una ciudadanía abrumada por los bloqueos a los que se encuentra sometido el país debido a su programa nuclear. Sobre ese tema también Rohani ha negociado, consiguiendo un histórico acuerdo hace pocas semanas.

Reorientarse y mirar al futuro

“Estamos esforzándonos para evitar nuevas cargas en las relaciones entre Irán y Estados Unidos y también para eliminar las tensiones que hemos heredado”, apuntó el mandatario, quien busca reducir el aislamiento en el que recibió Irán de manos de Ahmadinejad y relajar las sanciones que pesan contra su país, que han comprimido la economía y empeorado la calidad de vida de sus ciudadanos.

“Nunca hemos considerado la opción de adquirir armas nucleares”, ha defendido Rohani en el artículo, pero tampoco “nunca abandonaremos nuestro derecho a disfrutar de energía nuclear, pero estamos trabajando para acabar con todas las dudas y responder a todas las cuestiones razonables sobre nuestro programa”, ha añadido. También aclaró que Irán no puede olvidar todo lo que ha afectado las relaciones con Estados Unidos durante los últimos 60 años, pero “ahora debemos concentrarnos en el presente y orientarnos hacia el futuro”.

El pragmatismo diplomático del mandatario ya ha resultado en un progreso significativo. Cuando estuvo en septiembre en Nueva York para la Asamblea General de la ONU, Rohani mantuvo una histórica conversación telefónica con Barack Obama, la primera vez que los presidentes de ambos países hablan en más de tres décadas. Dos meses después, Irán y las potencias mundiales firmaron un acuerdo interino para reducir parte de las actividades nucleares iraníes a cambio de un alivio en las sanciones.

DZC (Reuters, Europa Press)