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Rohani, el Papa y la política exterior

Kersten Knipp (ER/VT)13 de noviembre de 2015

Del encuentro del presidente iraní con el Papa se esperan sobre todo señales en materia de política exterior. Pero no se puede prever en qué dirección apuntarán.

Imagen: Getty Images/AFP/A. Kenare

El papel de Irán en la política internacional sigue siendo controvertido, pese a la firma del acuerdo con Occidente sobre el programa nuclear iraní. El viaje del presidente Hassan Rohani a Italia, durante el cual se reunirá también con el Papa Francisco, tiene por ello relevancia desde el punto de vista de la política exterior. A juicio de Jamsheed Faroughi, jefe de la redacción farsi de DW, Teherán quiere salir de su aislamiento y mostrar un nuevo rostro: “Irán quiere demostrar que ha cambiado y desea normalizar sus relaciones con otros países”.

¿Estabilidad o expansionismo?

Está por verse si lo conseguirá. Porque actualmente circulan las más diversas interpretaciones sobre la política exterior iraní. La agencia de noticias nacional Tasnim News sostiene que el país busca la estabilidad en la región. En cambio, el periódico Gulf News, con sede en Dubai, replica que Irán tiene una estrategia expansionista. El hecho es que sus vecinos árabes se han puesto nerviosos, a lo que contribuyó también esta semana la noticia de que Teherán cuenta con un pronto despacho de misiles antiaéreos rusos.

Pero lo que más preocupación causa es la intervención iraní en Siria. La República Islámica ha organizado allí un ejército de unos 200.000 combatientes, en su mayoría voluntarios alauitas. Estas tropas serían entretanto más fuertes que el ejército regular sirio, según planteó Saheb Sadeghi en el portal de Internet Al-Monitor. Este experto en Irán agregó que dichos combatientes no reciben órdenes de Damasco, sino de Teherán.

También Faroughi afirma que no se puede hablar de un cambio de la política exterior iraní. “La guerra subsidiaria entre Irán y Arabia Saudita no solo continúa, sino que se ha vuelto más intensa y por ende más peligrosa”, indica. La gran potencia chiíta y la sunita no solo se enfrentan en Siria, Irak, el Líbano y Yemen. También Baréin y Afganistán son escenarios en los que miden sus fuerzas.

Rohani y Putin: intereses compartidos en Siria.Imagen: tabnak

El factor israelí

En Siria, Irán mantiene una estrecha alianza con Rusia. Ambos quieren aniquilar a la organización terrorista Estado Islámico (EI). Sin embargo, a largo plazo tiene intereses diferentes, escribe Saheb Sadeghi. En su opinión, “para Irán es decisivo que el futuro sistema político sirio tenga una postura anti-israelí y siga sirviendo de puente entre Teherán y las fuerzas de Hezbolá en el Líbano”. Pero eso no va en el interés de Rusia.

El gobierno de Moscú mantiene estrecho contacto con Israel y ambas partes quieren evitar tensiones. A Rusia le preocupa, por otro lado, que Teherán pueda seguir acercándose a Occidente a largo plazo, con lo cual perdería un aliado en la región.

La situación de Irán es compleja en materia de política exterior. Con Rusia, Estados Unidos y los demás países occidentales, comparte el interés por acabar con el extremismo sunita al estilo del EI, Al Qaeda y grupos similares. Pero Teherán está aislado en lo que respecta a su política anti-israelí. A la larga, el país tendrá que decidir qué le interesa más: mantener la hostilidad frente a Israel o sostener buenas relaciones con Estados Unidos y Rusia.


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