Rohani llega a Bagdad en primer viaje oficial a Irak
11 de marzo de 2019
Este encuentro marca el acercamiento entre Irán e Irak, pese a los esfuerzos de Estados Unidos para que haya un distanciamiento entre ambos países.
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El presidente iraní, Hasan Rohani, llegó hoy (11.03.2019) a Bagdad en su primera visita al país vecino con el objetivo de afianzar la relación política con Irak ante las presiones de Estados Unidos para que se distancien.
Antes de emprender el viaje, Rohani declaró en el aeropuerto de Teherán que no podía compararse la relación de Irán con Irak a la de Estados Unidos con Bagdad. Irán, segundo proveedor de Irak en productos que van desde gas y vehículos hasta frutas y verduras, pasando por electrodomésticos, sufre duramente el restablecimiento de las sanciones estadounidenses consecutivo al retiro del acuerdo nuclear firmado hace tres años.
Durante su visita, Rohani se entrevistará con el primer ministro Adel Abdel Mahdi y con el presidente Barham Saleh. Rohani visitará durante su estadía las ciudades santas chiitas de Kerbala et Nayaf, al sur de Bagdad.
El ministro iraní de Asuntos Exteriores, Mohamad Yavad Zarif, quien llegó a Bagdad dos días antes que Rohani , destacó que la visita del presidente es "histórica y una buena oportunidad para lograr serios memorandos de entendimiento".
Según la agencia iraní Fars, Rohani se dirigió nada más aterrizar a Bagdad a la ciudad de Al Kadhimiya, situada al norte de la capital iraquí, para visitar las tumbas de los imanes chiíes Musa bin Yafar y Moahmed al Yawad.
Memorandos de entendimiento
Está previsto que ambos países firmen varios memorandos de entendimiento en los sectores del petróleo, el gas y la electricidad, y para llevar a cabo proyectos ferroviarios y facilitar los procesos de emisión de visados.
Teherán y Bagdad buscan aumentar su volumen comercial anual hasta los 20.000 millones de dólares en los próximos dos años, según han asegurado los dirigentes de ambos países.
En la actualidad, las exportaciones iraníes a Irak, que depende del gas y la electricidad de su vecino, alcanzan los 13.000 millones de dólares, de los cuales más de 7.000 millones son no petroleras.
FEW (EFE, AFP)
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Historia de la Revolución Islámica (02.2018)
A comienzos de 1979 fue derrocado el último shá de Persia, Mohammad Reza Pahlevi. Los invitamos a recordar ese suceso en esta galería de imágenes.
Imagen: akairan.com
Regreso a Teherán
El 1º de febrero de 1979, el Ayatolá Jomeini volvió de su exilio parisino hacia Teherán y fue recibido con júbilo por la gente. Durante años, criticó al sha de Persia y a su élite política debido, según el Ayatolá, a la represión de personas que pensaban diferente, por la fuerte “occidentalización” de Irán y por su estilo de vida lujoso y decadente.
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Esperando al líder religioso
Cerca de cuatro millones de iraníes celebraron la llegada de Jomeini en las calles de Teherán. Las manifestaciones masivas en contra del sha de Persia ya llevaban cerca de un año. Desde agosto de 1978, las huelgas generales de la oposición paralizaban la economía del país.
Imagen: Getty Images/Afp/Gabriel Duval
El sha abandona Persia
Ya el 16 de enero de 1979, el sha Reza Pahlevi había abandonado Irán. Poco antes, en la conferencia de Guadalupe, había perdido el apoyo de los gobiernos occidentales, que estaban a favor de un diálogo con Jomeini. El presidente estadounidense Jimmy Carter le ofreció al sha permanecer en EE. UU., lo que este aceptó.
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El fracaso del primer ministro
El sha había nombrado a Schapur Bachtiar, uno de los líderes del opositor Frente Nacional (FN), como primer ministro interino para tranquilizar a sus rivales, pero sin éxito. Bachtiar fue excluido de su partido porque aceptó el cargo. Los otros miembros del FN ya habían acordado trabajar solo con Jomeini.
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Discurso en el cementerio
Jomeini dijo a su llegada a Teherán que no reconocía el gobierno de Bachtiar. Desde el aeropuerto viajó al cementerio central de la capital iraní, donde pronunció un discurso ante cientos de miles de personas. Le quitó legitimidad a la monarquía y al Parlamento, y anunció que tomaría el Gobierno de Irán en sus manos.
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Disturbios en todo el país
En Teherán y otras ciudades de Irán se produjeron violentos enfrentamientos entre los revolucionarios y los adeptos al sha de Persia. Los disturbios eran graves y el Ejército declaró un toque de queda, pero casi ningún iraní hizo caso.
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Primer ministro de la transición
El 5 de febrero de 1979, Jomeini nombró a Mehdi Bazargan, del Frente Nacional, como primer ministro de la transición. Parecía que el clero iba a cooperar con la oposición, de corte liberal. Sin embargo, pronto se produjeron conflictos entre ambas partes y Bazargan renunció el 5 de noviembre de 1979 como respuesta a la toma de rehenes en la embajada de EE. UU. en Teherán, tolerada por Jomeini.
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El pueblo iraní festeja
Luego del nombramiento de Barzagan, miles de personas salieron a la calle para apoyar al gobierno de transición. El Ejército anunció que no se inmiscuiría en la lucha por el poder, con lo cual Schapur Bachtiar perdió todo el respaldo. Tuvo que huír de su casa, perseguido por adeptos de Jomeini que estaban armados. En abril de 1979 se exilió en Francia.
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Saludo militar
Una unidad de élite de la Fuerza Aérea iraní saluda al ayatolá Jomeini. La Fuerza Aérea iraní tuvo un rol central en la victoria de la revolución porque dio acceso a los ciudadanos a sus depósitos de armas. El 9 de febrero se produjo un último levantamiento de la Guardia Imperial, que atacó una base del Ejército.
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Derrocamiento de la monarquía
Las luchas armadas entre la Guardia Imperial y la población iraní aumentaron y el 11 de febrero de 1979 el caos reinaba en todo Irán. Los revolucionarios ocuparon el Parlamento, el Senado, el canal estatal de televisión y otros organismos estatales. Poco después se dio a conocer que la monarquía había sido derrocada. En Irán se festeja el 11 de febrero como el “Día de la Revolución Islámica”.